jueves, 16 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 17 DE MAYO DE 2024

 Jn 21,15-19: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: 

- «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»

Él le contestó: 

- «Sí, Señor, tú, sabes que te quiero.»

Jesús le dice: 

- «Apacienta mis corderos.»

Por segunda vez le pregunta: 

- «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»

Él le contesta: 

- «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»

Él le dice: 

- «Pastorea mis ovejas.»

Por tercera vez le pregunta: 

- «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»

Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: 

- «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»

Jesús le dice: 

- «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: 

- «Sígueme.»


Reflexión


La Iglesia nos presenta hoy un texto muy bonito y significativo. Un texto de una sensibilidad grande y una ternura exquisita. Es el epílogo del evangelio de San Juan, cuando Jesús se encuentra con Pedro después de la Resurrección.


Jesús sigue confiando en Pedro. Es más, confía siempre en él y en nosotros. Por seguir siempre en el título que nos proponen, “apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas”, Jesús hace el examen final a Pedro…y lo aprueba.


El examen consiste únicamente en el amor. Algunos comentan que Jesús diferencia entre amar y querer. Jesús parte de su gran amor y llega a ponerse al nivel de Pedro, de un amor menor: “querer”. 


Y le sigue enviando a la misión. Es más, Jesús nunca retira la llamada, nunca retira la confianza. 


Es un día bueno, para contemplar y meditar sobre la confianza de Jesús en nosotros. Es una confianza inquebrantable. Es una confianza empoderada, es decir, es una confianza porque hay una gracia del Espíritu para poder cumplir con la misión, en la medida que nos abramos a Él. Por ello, “extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras”, aunque referido a la muerte, así es la confianza en Dios, otro te llevará adonde no quieras, no porque vayas por disgusto, sino porque no lo has elegido, otro lo eligió.


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA 

miércoles, 15 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 16 DE MAYO DE 2024

 Jn 17,20-26: Que sean completamente uno.


En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, Jesús dijo:

- Padre santo:

no sólo por ellos ruego,

sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos,

para que todos sean uno,

como tú, Padre, en mí y yo en ti,

que ellos también lo sean en nosotros,

para que el mundo crea que tú me has enviado.

También les di a ellos la gloria que me diste,

para que sean uno,

como nosotros somos uno:

yo en ellos y tú en mí,

para que sean completamente uno,

de modo que el mundo sepa que tú me has enviado

y los has amado como me has amado a mí.

Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo,

donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste,

porque me amabas antes de la fundación del mundo.

Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido,

y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer

y les daré a conocer tu Nombre, para que el amor que me tenías

esté en ellos, como también yo estoy en ellos.


Reflexión


Ayer hablábamos precisamente de la unidad, como reflejo de la Santísima Trinidad.


La frase que nos ponen como idea central del texto es: que sean completamente uno.

Éste es el deseo y el contenido de la oración de Jesús. Por lo que la unidad siempre está en el horizonte de la voluntad de Dios.


En un mundo atomizado, dividido, con rivalidades crecientes y en ambientes muy familiares, hay una brisa que la empuja hacia la unidad: es la oración de Jesús. Igual que los aviones, cuando tienen viento de cola, avanzan más rápido y pueden acortar los tiempos de los vuelos, así también nosotros debemos aprovechar este viento favorable que nos empuja hacia la unidad.


Es decir, en medio de este mundo, siempre hay una voz en lo más interior nuestro que nos mueve a la unidad. Tenemos que oír esa voz y no desoirla para siempre tender hacia esta situación. Lo que pasa es que muchas veces, nos dejamos llevar por otras voces, algunas interiores y otras exteriores, o por la inercia y nos quedamos en la separación, división.


No te olvides: es el deseo de Jesús, y nadie puede ser buen cristiano cuando no lucha con todas sus fuerzas por la unidad a su alrededor.


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA 

martes, 14 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 15 DE MAYO DE 2024

      Jn 17,11b-19: Que sean uno, como nosotros.

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo: 

«Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida. 

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 

Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad».


Reflexión


Seguimos con la oración sacerdotal: pide por nosotros, como contemplamos ayer. La petición de hoy es sobre la unidad. No es poca cosa: como el Padre y el Hijo. Ya aquí tenemos una pista, la unidad sólo es posible desde la fuente de la Trinidad.


Jesús no pide que simplemente vivamos en paz, sin peleas ni divisiones. Pide que vivamos con la misma unidad con la cual está la Santísima Trinidad. ¡Esto es imposible!. Imposible para los hombres y no para Dios. Jesús siempre nos lleva hacia pensamientos más altos, más puros, más auténticos. No nos hace quedarnos en nuestros fracasos, sino nos lleva más arriba. Nos lleva a aspirar a lo más alto. 


Que no perdamos nunca la ilusión, la confianza en Dios de que, sólo con Él, podremos vivir en esa unidad pedida y soñada por Dios. 


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA

lunes, 13 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE MAYO DE 2024

Jn 15,9-17: No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. 

Esto os mando: que os améis unos a otros.»


Reflexión


Celebramos la fiesta de San Matías, el apóstol elegido después de la resurrección de Jesús. El criterio para elegirlo es ser testigo de la resurrección. Éste es el criterio también para nosotros: ser testigo o no de la resurrección, de un Jesús viviente. Pero no me quiero alargar por aquí, sólo por la expresión que nos ponen a modo de título: No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.


Todos los apóstoles son elegidos por Jesús, según la voluntad del Padre. Eso no nos quepa duda. De hecho, sale en el texto bíblico y ahora Jesús se lo recuerda. Para que sientan paz y seguridad.


Sin embargo, también podemos entender estas expresiones dirigidas para nosotros hoy. Éste es el misterio de la elección de Jesús. Nos elige, nos prefiere, nos destina. ¿a quiénes? A todos. Mejor a todos y cada uno. A todos con una predilección especial que sólo Él lo puede hacer. Siéntete elegido, preferido y también enviado.


Somos elegidos por algo y para algo. Ésta es la clave de la vocación. Que cada uno de nosotros descubramos cuál es el “por” y el “para” de Dios con nosotros. Pidámosle al Señor para que nos muestre la clave de nuestra vocación.


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA 

domingo, 12 de mayo de 2024

HOMILÍA DE FÁTIMA (DEL AÑO 2021)

 HOMILÍA DE FÁTIMA


“Un gran signo apareció en el cielo”


Un año más nos ponemos en manos de María, para confiarle todas nuestras vidas. El año pasado por estas fechas, estábamos saliendo del primer confinamiento mundial. Estuvimos dos meses encerrados en España. Algo inaudito, insospechado. Pasamos por momentos muy tenebrosos y tristes.

Salíamos del confinamiento en el mes de Nuestra Madre, un mes especial para todos nosotros. Y casi de los primeros días, fue la celebración de su día.

En aquel tiempo pensaríamos que ya, por estas fechas, estaríamos a salvo. Sin embargo, esto no es así. 


Por ello, venimos de nuevo, Madre a postrarnos ante ti, a pedirte la luz de tu Hijo, la fortaleza del Espíritu y la paz del Padre. Y cuando venimos, ¡cuál es nuestra sorpresa, haber escuchado estas palabras del libro del Apocalipsis!: “un gran signo apareció en el cielo”.


Precisamente…¡cuántos signos habremos querido que apareciesen en este tiempo! Y sin embargo, la lectura nos los afirma tajantemente. Apareció una figura portentosa. Y como muchas expresiones de la Biblia que están en pasado, no las podemos entender como si fuera en una clase de lengua, sino como un pasado que se repite en el tiempo. Date cuenta que la Biblia no está escrita en español, ni en este tiempo. Podríamos decir, que esa figura no apareció (solamente), sino que aparece, aparece continuamente. 


Celebramos una aparición de la Virgen en un lugar concreto, pero en verdad, sabemos que la Virgen siempre se aparece, aunque no la sintamos, no la veamos. Más bien, la Virgen siempre está. Es más, Dios nos regala “esa figura portentosa” para protegernos continuamente. 


Quisiera que reflexionáramos brevemente sobre las personas a las que la Virgen se les aparece: Niños pobres. La Virgen, como buena madre está atenta a los más desfavorecidos de sus hijos. Tiene siempre esa predilección. Su presencia les transformó y dio valentía. Ya no eran niños pobres, sino ricos porque tenían a María. Ésa es la riqueza cristiana: tener a Jesús y a María. Esos niños tuvieron luego una gran valentía para testimoniar lo que allí aconteció a las autoridades, y el resto del pueblo fiel.


Este tiempo de pandemia nos ha descubierto una verdad que sabíamos, pero que no queríamos que saliera a la luz: lo vulnerables que somos. Esto nos ha producido miedo, incertidumbre, y seguimos todavía con desasosiego porque todavía esto no se supera. Muchos, incluso han tenido episodios más fuertes en su estado de ánimo. A todos nosotros, la Palabra de Dios nos recuerda: “Un gran signo apareció en el cielo”. Y sigue apareciendo, es María.


En la vulnerabilidad nos creímos solos, pero la realidad es otra

María apareció en el cielo.

María está.

HOMILÍA DE FÁTIMA


“Un gran signo apareció en el cielo”


Un año más nos ponemos en manos de María, para confiarle todas nuestras vidas. El año pasado por estas fechas, estábamos saliendo del primer confinamiento mundial. Estuvimos dos meses encerrados en España. Algo inaudito, insospechado. Pasamos por momentos muy tenebrosos y tristes.

Salíamos del confinamiento en el mes de Nuestra Madre, un mes especial para todos nosotros. Y casi de los primeros días, fue la celebración de su día.

En aquel tiempo pensaríamos que ya, por estas fechas, estaríamos a salvo. Sin embargo, esto no es así. 


Por ello, venimos de nuevo, Madre a postrarnos ante ti, a pedirte la luz de tu Hijo, la fortaleza del Espíritu y la paz del Padre. Y cuando venimos, ¡cuál es nuestra sorpresa, haber escuchado estas palabras del libro del Apocalipsis!: “un gran signo apareció en el cielo”.


Precisamente…¡cuántos signos habremos querido que apareciesen en este tiempo! Y sin embargo, la lectura nos los afirma tajantemente. Apareció una figura portentosa. Y como muchas expresiones de la Biblia que están en pasado, no las podemos entender como si fuera en una clase de lengua, sino como un pasado que se repite en el tiempo. Date cuenta que la Biblia no está escrita en español, ni en este tiempo. Podríamos decir, que esa figura no apareció (solamente), sino que aparece, aparece continuamente. 


Celebramos una aparición de la Virgen en un lugar concreto, pero en verdad, sabemos que la Virgen siempre se aparece, aunque no la sintamos, no la veamos. Más bien, la Virgen siempre está. Es más, Dios nos regala “esa figura portentosa” para protegernos continuamente. 


Quisiera que reflexionáramos brevemente sobre las personas a las que la Virgen se les aparece: Niños pobres. La Virgen, como buena madre está atenta a los más desfavorecidos de sus hijos. Tiene siempre esa predilección. Su presencia les transformó y dio valentía. Ya no eran niños pobres, sino ricos porque tenían a María. Ésa es la riqueza cristiana: tener a Jesús y a María. Esos niños tuvieron luego una gran valentía para testimoniar lo que allí aconteció a las autoridades, y el resto del pueblo fiel.


Este tiempo de pandemia nos ha descubierto una verdad que sabíamos, pero que no queríamos que saliera a la luz: lo vulnerables que somos. Esto nos ha producido miedo, incertidumbre, y seguimos todavía con desasosiego porque todavía esto no se supera. Muchos, incluso han tenido episodios más fuertes en su estado de ánimo. A todos nosotros, la Palabra de Dios nos recuerda: “Un gran signo apareció en el cielo”. Y sigue apareciendo, es María.


En la vulnerabilidad nos creímos solos, pero la realidad es otra

María apareció en el cielo.

María está.

Ésta es la buena noticia: no estamos solos, no hemos estado a merced de la suerte, o del karma. Estamos en el regazo de María. No salimos del radio de influencia de Dios ni de María. No nos sueltan de la mano. 


Por ello, no desconfiemos, tengamos fe, tengamos la certeza de su presencia. En esta pandemia: MARÍA ESTÁ CON NOSOTROS. Escucha sus palabras en la aparición ante s. Juan Diego: “¿No estoy aquí que soy tu Madre? Es como si le dijera: ¿por qué desconfías?

Salgamos con valentía a testimoniarlo


Ella es el signo del cielo. El gran signo, el mejor signo. ¿Se nos ocurre otro signo mejor? A mí no se ocurre nada mejor. 

Ésta es la buena noticia: no estamos solos, no hemos estado a merced de la suerte, o del karma. Estamos en el regazo de María. No salimos del radio de influencia de Dios ni de María. No nos sueltan de la mano. 


Por ello, no desconfiemos, tengamos fe, tengamos la certeza de su presencia. En esta pandemia: MARÍA ESTÁ CON NOSOTROS. Escucha sus palabras en la aparición ante s. Juan Diego: “¿No estoy aquí que soy tu Madre? Es como si le dijera: ¿por qué desconfías?

Salgamos con valentía a testimoniarlo


Ella es el signo del cielo. El gran signo, el mejor signo. ¿Se nos ocurre otro signo mejor? A mí no se ocurre nada mejor. 

jueves, 9 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 10 DE MAYO DE 2024

 Me parece mejor que mi comentario, el que haga San Juan de Ávila, doctor de la Iglesia y patrono del clero español. Cogido de la Liturgia de las Horas


El sacerdote debe ser santo
San Juan de Ávila, presbítero
(Plática enviada al padre Francisco Gómez, S.I., para ser predicada en el Sínodo diocesano de Córdoba del año 1563: BAC 304, Obras completas del santo maestro Juan de Ávila, 3, pp. 364-365. 370.373)
No sé otra cosa más eficaz con que a vuestras mercedes persuada lo que les conviene hacer que con traerles a la memoria la alteza del beneficio que Dios nos ha hecho en llamarnos para la alteza del oficio sacerdotal. Y si elegir sacerdotes entonces era gran beneficio, ¿qué será en el nuevo Testamento, en el cual los sacerdotes de él somos como sol en comparación de noche y como verdad en comparación de figura?
Mirémonos, padres, de pies a cabeza, ánima y cuerpo, y vernos hemos hecho semejables a la sacratísima Virgen María, que con sus palabras trajo a Dios a su vientre, y semejables al portal de Belén y pesebre donde fue reclinado, y a la cruz donde murió, y al sepulcro donde fue sepultado. Y todas estas son cosas santas, por haberlas Cristo tocado; y de lejanas tierras van a las ver, y derraman de devoción muchas lágrimas, y mudan sus vidas movidos por la gran santidad de aquellos lugares. ¿Por qué los sacerdotes no son santos, pues es lugar donde Dios viene glorioso, inmortal, inefable, como no vino en los otros lugares? Y el sacerdote le trae con las palabras de la consagración, y no lo trajeron los otros lugares, sacando a la Virgen. Relicarios somos de Dios, casa de Dios y, a modo de decir, criadores de Dios; a los cuales nombres conviene gran santidad.
Esto, padres, es ser sacerdotes: que amansen a Dios cuando estuviere, ¡ay!, enojado con su pueblo; que tengan experiencia que Dios oye sus oraciones y les da lo que piden, y tengan tanta familiaridad con él; que tengan virtudes más que de hombres y pongan admiración a los que los vieren: hombres celestiales o ángeles terrenales; y aun, si pudiere ser, mejor que ellos, pues tienen oficio más alto que ellos.
 

REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA 

lunes, 6 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 7 DE MAYO DE 2024

 Jn 16,5-11: Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?". Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré. 

Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado»


Reflexión


Sigue la despedida de Jesús anunciando la venida del Espíritu Santo. Es el Espíritu que tenía Jesús. Nos lo envía para guiarnos, para vivificarnos y cristificarnos. Él hace posible la presencia de Jesús en la Iglesia, en nosotros. 


Es tan importante que sintamos la importancia del Espíritu Santo en Jesús, en la Iglesia, en mi vida. 


Se va, pero vuelve de nuevo en el Espíritu Santo en nuestro interior. Ahora ya no está fuera, sino dentro. “Conviene que yo me vaya, porque ahora necesitan de mí más que cuando estaba. Yo puse las bases, ahora toca vivirlo y extenderlo”


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA 

domingo, 5 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 6 DE MAYO DE 2024

 Jn 15,26-16,4a: El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.

Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.

Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»


Reflexión


Sigue Jesús en el discurso de despedida advirtiendo a los apóstoles. En este caso les advierte de las persecuciones que tendrán por seguirle a Él. Sin embargo, el Espíritu Santo dará testimonio. 


Nos invita a la confianza en el Espíritu en medio de la dificultad, porque Él nos defenderá. Así que si, tenemos problemas, tengamos paciencia, que la ayuda del Espíritu llegará porque Jesús lo ha preanunció.


No sólo nos defenderá sino que dará testimonio de Jesús. Es la fuerza de los mártires, que apuntan a la confianza en Jesús y su palabra. No sólo es defensa, sino fortaleza y paz también ante un desenlace negativo (muerte). 


Por tanto, confiemos, Jesús nos envía el Espíritu y Él actuará, Él sabrá cuando, para dar testimonio de Jesús.


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA 

miércoles, 1 de mayo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 2 DE MAYO DE 2024

Jn 15,9-11: Permaneced en mi amor para que vuestra alegría llegue a plenitud.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. 

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».


Reflexión


Es una constante en el Nuevo Testamento, el encuentro con el Señor produce alegría. Lejos de ese Dios que nos está juzgando y está esperando para castigarnos, su presencia nos da alegría.


Sería bueno enterrar esa idea, o esa “certeza”. Dios produce alegría siempre. No produce nunca miedo. Si acaso, si voy por un camino alejado a Él, me puede producir en el momento del encuentro, una desazón: “dolor de los pecados”, pero luego “se convertirá esa tristeza en alegría”.


Esa alegría no es una alegría pasajera, alegría que vaya al bai ben de los acontecimientos, de las situaciones y de los estados anímicos, sino como una certeza que hay en mi vida: Dios me quiere siempre, me perdona todo y siempre.


Ya tenemos un motivo muy grande para buscar ese encuentro y prolongarlo a lo largo de la vida. Para encontrar la alegría. Para que mi alegría llegue a la plenitud. 


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA