jueves, 30 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 30 DE JUNIO

Mt 9,1-8: La gente alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.
En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:

–¡Animo, hijo!, tus pecados están perdonados.

Algunos de los letrados se dijeron:

–Este blasfema.

Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo:

–¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: «tus pecados están perdonados», o decir «levántate y anda»? Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados –dijo dirigiéndose al paralítico–:

–Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa.

Se puso en pie, y se fue a su casa.

Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

Reflexión
Jesús vuelve a su ciudad (seguramente Cafarnaúm), una ciudad muy populosa. En otro lugar del evangelio, se decía que no pudo hacer en su casa ningún milagro. Ahí creo que se refería a Nazaret.
Vemos como Jesús cura el paralítico y un hecho tan palpable, sin embargo, es un hecho controvertido. Hay gente que alaba a Dios y otras personas que ven un blasfemo.
Sin embargo, sólo los que tienen fe, permiten a Dios actuar y sólo los que tienen fe, alaban a Dios.
¿Somos de los que tenemos fe?

miércoles, 29 de junio de 2016

SAN PEDRO Y SAN PABLO

Hoy día de San Pedro y San Pablo, les propongo este trozo de un retiro sobre los pies de Pedro. Una invitación a rezar por nuestro Pedro y Pablo: papa, obispo, párroco...

LOS PIES DE PEDRO
Entre las varias cosas importantes que emergen hoy en la conciencia cristiana, está la convicción de que los pies de los pobres son la meta de cualquier camino espiritual serio.
Vamos entendiendo que cuando Jesús se inclinó delante de sus discípulos, más que darnos un buen ejemplo de humildad quería, sobre todo, indicarnos, hacia qué basílicas deberíamos orientar nuestras peregrinaciones.
Aunque, en teoría, admitimos claramente la presencia privilegiada de Dios en el pobre, nos cuesta mucho entender que los pies de Pedro son el primer santuario ante el cual tenemos que caer de rodillas.
En términos de servicio, claro. No en términos de homenaje, que de esto habría mucho que decir en referencia “al pescador”. Así nos lo ha hecho entender Jesús: también Pedro es un pobre. Hoy más que nunca. Es de los últimos de la clase. Pertenece a la clase de los últimos.
Acostumbrados a defender la tesis del primado de Pedro, hemos perdido de vista que él es el jefe del “ultimado” de los pobres, por los que Jesús manifestó siempre un amor preferencial.
De hecho, aunque los acólitos le laven ostentosamente las manos, los pies no hay nadie que se los lave. ¡Pobre Pedro! Tal vez está pagando todavía aquella su inicial resistencia cuando le contestó al Maestro: “Jamás me lavarás los pies”. Lo de Pedro quería ser una afectuosa protesta dirigida a Jesús. Y se ha vuelto en amarga profecía dirigida al pueblo de sus condiscípulos.
Les digo esto, porque me temo que hoy a Pedro se le quiere poco. Aunque en teoría no se discute su prestigio, en la práctica no se recibe su palabra con la atención y obediencia que se merece aquel que ha recibido de Cristo el cometido de confirmar a los hermanos en la fe.
Dejémonos caer de una vez a los pies de Pedro en señal de fidelidad. No para adorarlo como hizo el Centurión Cornelio. Sino para lavárselos. Cansados como están, hoy, de tanto andar por los caminos del mundo. ¡Que sientan la tibieza del agua y el calor de la toalla!. ¡Quizás le demos nuevo vigor al repetirle con ternura las palabras de Isaías: “Qué hermosos son los pies del mensajero que anuncia la paz”.
Pidamos por él, como ocurría entonces cuando estaba “detenido en la cárcel y una plegaria subía incesantemente a Dios, desde la Iglesia, implorando por él”.
Estemos cerca de este hermano último que, quizás, necesite más que nadie nuestra caridad.

Mientras cae el agua en la palangana, él va a sentir nuestra estima y cercanía. A lo mejor nos dice, al oído, las palabras de aquella noche a Jesús: “No sólo los pies, sino también las manos y la cabeza”.

martes, 28 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE JUNIO

Mt 8,23-27: Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.

De pronto se levantó un temporal tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía.

Se acercaron los discípulos y lo despertaron gritándole:

-¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!

El les dijo:

-¡Cobardes! ¡Qué poca fe!

Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.

Ellos se preguntaban admirados:

-¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!

Reflexión

Me imagino al Señor diciéndome esto: ¡que poca fe!. Cuando tantas veces, nos vemos ahogados por las circunstancias de la vida, cuando como Iglesia no sabemos que hacer...
Nos olvidamos que nuestra vida y la Iglesia está en sus manos...
Esto no significa que estemos de brazos cruzados, ni que hagamos lo que nos da la gana.
Más bien lo contrario, porque estamos en sus manos, tenemos que trabajar más y mejor, para estar en sintonía con "sus manos", con su "corazón". Esto significa que tenemos que orar mucho para discernir si los problemas que encontramos son por hacer la voluntad del Señor, o por hacer mi voluntad...
Que este evangelio avive en nosotros la confianza y la responsabilidad.

lunes, 27 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE JUNIO

Mt 8,18-22: Sígueme.

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla.

Se le acercó un letrado y le dijo:

-Maestro, te seguiré adonde vayas.

Jesús le respondió:

-Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.

Otro que era discípulo, le dijo:

-Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.

Jesús le replicó:

-Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos.

Reflexión


El seguimiento de Jesús no es "a ratos en los tiempos libres", ni "por asignaturas poco a poco", sino que es un seguimiento total, radical, implica toda nuestra vida.
Es más, toda nuestra vida se puede resumir a esta premisa: lo seguimos o no lo seguimos. En todo lo que hacemos nos podemos plantear: ¿estoy siguiendo a Jesús o me estoy siguiendo a mi?

jueves, 23 de junio de 2016

CAMBIA EL HORARIO DE MISA EN EL PUERTO

Como todos los años y como viene siendo habitual, a partir de Julio, Agosto y Septiembre la Eucaristía en el Puerto (Nuestra Señora del Carmen) será los miércoles a las 19:30

ANIVERSARIO DE LA DEDICACIÓN DE LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN EN EL PUERTO DE TAZACORTE

PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes 8,22-23.27.30

En aquellos días. Salomón, en pie ante el altar del Señor, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos al cielo y dijo:
         -¡Señor, Dios de Israel! Ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, fiel a la alianza con tus vasallos, si caminan de todo corazón en tu presencia.
¿Es posible que Dios habite en la tierra? Si no cabes en el cielo y en lo más alto del cielo, ¡cuánto menos en este templo que te he construido!
Vuelve tu rostro a la oración y súplica de tu siervo, Señor, Dios mío; escucha el clamor y la oración que te dirige hoy tu siervo.
Día y noche estén tus ojos abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu Nombre.
Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio.
Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú desde tu morada del cielo y perdona.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL (salmo 99)

El Señor es Dios, y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre: R

“El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 2, 4-9

Queridos hermanos:
Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.
Dice la Escritura:
         “Yo coloco en Sión una piedra angular,
escogida y preciosa;
el que crea en ella no quedará defraudado”.
Para vosotros los creyentes es de gran precio, pero para los incrédulos es la piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular, en piedra de tropezar y en roca de estrellarse.
Palabra de Dios

AleluyaMt. 7, 8
Quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. 
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
-Zaqueo, baja en seguida, y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
-Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor:
-Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.
Jesús le contestó:
-Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Palabra del Señor

Reflexión (no es mía)

Los aniversarios no tienen que ser solo la oportunidad de realizar meros actos celebrativos, sino de hacer memoria de generación en generación de nuestras raíces, la memoria del camino recorrido que ha ido forjando la identidad histórica, política, cultural, y religiosa de nuestro pueblo cruceño. Es un proceso siempre en marcha, que exige el renovado aporte de todos, autoridades y ciudadanos.
Consagrar a una iglesia, es dedicarla a Dios y a su culto, es indicar que esa construcción pasa a ser propiedad de Dios, ser “la morada de Dios entre los hombres”. Dios, según la revelación, desde siempre ha querido establecer unas relaciones de amor con la humanidad, estar con nosotros. Los seres humanos para encontrarnos y reunirnos entre nosotros, necesitamos de lugares y espacios concretos, Dios también ha querido tener lugares para recibirnos y compartir con nosotros.
El Hijo de Dios al encarnarse quiso tener una casa y un pueblo donde vivir, poner su morada entre nosotros, una sinagoga donde orar con la comunidad, y ser el Emmanuel: “Dios con nosotros”. Por eso, edificios como los santuarios, templos, basílicas, capillas, son espacios privilegiados donde Dios descenderá siempre en busca de nosotros para reunirse y entrar en comunión con su pueblo. Ya en el A.T. tenemos toda una historia de lugares de encuentro con Dios. Moisés y el pueblo de Israel, aún siendo nómadas en el desierto, construyen la tienda del encuentro. Allí experimentan la presencia de Dios como aquel que libera, camina y está en medio de ellos. Esto significa el nombre de Dios, “Yo soy el que soy”, revelado en el Horeb, no un Dios lejano, sino que se va manifestando y que se hace conocer a través de sus actuación cada día codo a codo con de su pueblo con quien ha estrechado una alianza.
Al instalarse en la tierra prometida el pueblo busca un lugar provisional donde establecer el Arca de la alianza, hasta que Salomón construye el templo de Jerusalén, signo fundamental para el pueblo de Israel de la presencia providente de Dios. Siglos más tarde, cuando los babilonios destruirán el templo, se levanta la voz del profeta Ezequiel que propone una nueva concepción del templo, como el lugar de donde brota la fuente de agua viva. Nos estamos acercando a la concepción de Jesús que ante la samaritana se propone a sí mismo como el agua viva: “el agua que yo le dé se convertirá en fuente de agua que brota para la vida eterna”. El verdadero templo y la verdadera presencia de Dios en medio de nosotros es Jesús mismo, el agua de vida:” “Destruyan este templo y lo reconstruiré”.
En Cristo templo del Padre, también nosotros por el bautismo hemos sido hechos templos de Dios. “¿No saben que Uds. son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en Uds.?”. (1Cor 3, 16). Llamados a ser templos de Dios en cada momento de nuestra vida, llamados a vivir nuestra fe en comunidad y ser miembros a pleno título del nuevo pueblo de Dios.

San Juan en Apocalipsis,(21,1) describe la culminación de la secuencia de los Templos, con la visión del último Templo vivo en el que ya no veremos a Dios como en un espejo, sino cara a cara, y donde le amaremos, le gozaremos y le amaremos. Es la gloria definitiva. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva… ¡No vi en la ciudad ningún templo, pues el Señor Dios todopoderoso y el cordero son su Templo!” Mientras esperamos ese momento definitivo, el Señor nos convoca a ser templos de Dios, ser pueblo de Dios orante en nuestros templos, ser comunidades que celebran la vida, y le agradecen y alaban por su presencia salvífica en medio de nosotros.

miércoles, 22 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 22 DE JUNIO

Mt 7,15-20: Por sus frutos los conoceréis.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.

Por sus frutos los conoceréis.

A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos?

Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos.

Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos.

El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego.

Es decir, que por sus frutos los conoceréis.
Reflexión

Por sus frutos los conoceréis. ¿Cuáles son los frutos que tenemos que dar?. No hay otro que el amor.
Que yo crezca en el amor y la misericordia a los demás. Es la semilla plantada en nosotros.
El amor significa la entrega constante por el otro, la ilusión y la creatividad por nuevos caminos y nuevas formas. El amor también es la paciencia por el ritmo del otro. El amor es buscar al que está fuera...

martes, 21 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE JUNIO

Mt 7,6.12-14: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten.
 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas.

Entrad por la puerta estrecha.

Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.

¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.
 
Reflexión
 
No deis lo santo a los perros...parece una expresión muy dura, y más cuando la expresión de perros se puede referir a los paganos. Podemos entenderlo como un insulto, también es verdad que el lenguaje y la forma de hablar judía parece insultante. Pero también puede significar un respeto por el otro, por sus convicciones, por su nivel de fe. No podemos imponerle lo que nosotros vivimos. Por eso, "tratad a los demás, como queréis que ellos os traten". En aquel tiempo la religión se imponía, y Jesús aboga por una religión en espíritu y en verdad.
Pero también nos dice a los que le siguen, que entremos por la puerta estrecha. Es decir, sólo hay un camino. De todas las posibilidades, sólo hay una, la de Jesús, la de su seguimiento.
Nosotros arreglando las carreteras y Jesús quiere que cojamos el camino angosto...
Está claro que el evangelio no es el camino más fácil, porque es el camino del servicio, el camino del compartir, el camino del amor, el camino del perdón...
Y este camino no lo quiere coger nadie. Implica un salir de mí, un "negarme a mí mismo".
Sin embargo, es el camino verdadero. No hay otro.

jueves, 16 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 16 DE JUNIO

Mt 6,7-15: Vosotros rezad así.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Cuando recéis no uséis muchas palabras como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis. Vosotros rezad así:

Padre nuestro del cielo,

santificado sea tu nombre,

venga tu reino,

hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,

danos hoy el pan nuestro,

perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido,

no nos dejes caer en tentación,

sino líbranos del maligno.

Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

Reflexión

Hoy nos presenta Mateo la oración del Padre Nuestro. Es la oración que ha tomado la liturgia. La de Lucas es más breve. Y en este caso, a diferencia de Lucas, es Jesús el que la enseña espontáneamente.
Según un comentarista, el Señor se la enseña a los discípulos, y no es una oración para todos. Esto nos parece raro. Y este comentarista justifica diciendo que es una oración para quien la vive antes. Es una oración del discípulo. Y todo ello porque una oración comprometida. Muchas veces la rezamos alegremente y no llegamos a captar o entender lo que estamos diciendo. Sin embargo, allí está toda la vida cristiana. Por ello, sta Teresita del Niño Jesús no pudo terminarla de rezar. Más que un modelo de orar, es un modelo de vivir y  de estar en el mundo.

miércoles, 15 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 15 DE JUNIO

Mt 6,1-6.16-18: Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú. en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.

Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.

Reflexión

Este evangelio de hoy tiene muchas vertientes. Por un lado nos habla de tres medios para vivirlos cristianos: oración, limosna y ayuno. Pero Jesús pone el foco en la interioridad.
Es decir, nos hace cuestionarnos el porque de las acciones que hacemos, no en el sentido de lo que significan, sino la razón por la que las hacemos, ¿por ser conocidos por los demás, o por agradar a Dios? Esto nos lo podemos preguntar en todo lo que hacemos. Nos podemos preguntar: ¿A quién le tenemos que rendir cuentas por lo que hacemos? En muchas de nuestras acciones, tenemos que rendir cuentas a los hombres, pero en todas y por encima de todo, a Dios.

Por otro lado, en este mundo nuestro, el valor de la discreción es un valor a recuperar. Discreción que es: "no llamar la atención", hacer las cosas en lo escondido (como el misterio de Nazaret), y también saber guardar lo secreto.
Por lo general, las cosas valiosas e importantes suceden en lo secreto, escondido y no llaman la atención.
Démonos cuenta que Dios valora cada una de estas acciones que hacemos con todo nuestro corazón aunque "no sean vistos por la gente" y Dios que es un buen pagador, ya nos dará su paga...

martes, 14 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE JUNIO

Mt 5,43-48: Amad a vuestros enemigos.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.

Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.

Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

Reflexión

El amor debe ser el signo de identidad de los cristianos, los seguidores de aquél que murió perdonando y justificando a sus asesinos.
No hace falta insistir en la idea que está bien clara. Hay que intentar vivirla. No vivir desde el rencor, desde el resentimiento, sino desde el amor.

viernes, 10 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 10 DE JUNIO

Mt 5,27-32: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero.
 
 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio». Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.

Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro, que ser echado entero en el Abismo.

Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro, que ir a parar entero al Abismo.

Está mandado: «El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio».

Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer -excepto en caso de prostitución- la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.
 
Reflexión
 
Jesús insiste no sólo en la materialidad de las acciones, sino también en las intenciones. La vida se cuece en el corazón. Él insiste en la pureza de corazón, de intención. De hecho, poco antes declaró "dichosos los limpios de corazón".
No basta con cumplir la ley externamente, sino vivirla con el corazón.
Una persona madura es aquella que su corazón, sus pensamientos y sus acciones concuerdan totalmente. Si no, habría una especie de "esquizofrenia".
Por otro lado, "el fin no justifica los medios". No podemos hacer cosas buenas con malas intenciones, o no seríamos justificados ante Dios ("ya podría dar todo mi dinero a los pobres, que si no tengo amor, de nada me sirve")
Vivamos una vida plena, esto es, donde concuerden mis pensamientos, sentimientos y mis acciones.

jueves, 9 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 9 DE JUNIO: SAN JOSÉ DE ANCHIETA

Ésta es el evangelio que nos propone la Diócesis en esta festividad.
Lo puedes encontrar aquí: http://delegaciones.obispadodetenerife.es/Liturgia/sites/default/files/MISA%20SAN%20JOSÉ%20DE%20ANCHIETA.pdf


Lectura del santo Evangelio según San Lucas (10, 1-9)
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos,
a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies
que mande obreros a su mies».

¡Poneos en camino!
Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias;
y no saludéis a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz,
descansará sobre ellos vuestra paz;
si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa,
comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario.
No andéis cambiando de casa en casa.

Si entráis en una ciudad y os reciben bien,
comed lo que os pongan,
curad a los enfermos que haya en ella, y decidles:
“El reino de Dios ha llegado a vosotros”».
Palabra del Señor. 

MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS POR LA CANONIZACIÓN DE SAN JOSÉ DE ANCHIETA,
SACERDOTE DE LA COMPAÑÍA DE 
JESÚS
HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Iglesia de San Ignacio de Loyola en Campo Marzio, Roma
Jueves 24 de abril de 2014

Queridos hermanos y hermanas:
En el Evangelio que acabamos de escuchar los discípulos no alcanzan a creer la alegría que tienen, porque no pueden creer a causa de esa alegría. Así dice el Evangelio. Miremos la escena: Jesús ha resucitado, los discípulos de Emaús han narrado su experiencia, Pedro también cuenta que lo vio, luego el mismo Señor se aparece en la sala y les dice: “Paz a ustedes”. Varios sentimientos irrumpen en el corazón de los discípulos: miedo, sorpresa, duda y, por fin, alegría. Una alegría tan grande que por esta alegría “no alcanzaban a creer”. Estaban atónitos, pasmados, y Jesús, casi esbozando una sonrisa, les pide algo de comer y comienza a explicarles, despacio, la Escritura, abriendo su entendimiento para que puedan comprenderla. Es el momento del estupor, del encuentro con Jesucristo, donde tanta alegría nos parece mentira; más aún, asumir el gozo y la alegría en ese momento nos resulta arriesgado y sentimos la tentación de refugiarnos en el escepticismo, “no es para tanto”. Es más fácil creer en un fantasma que en Cristo vivo. Es más fácil ir a un nigromante que te adivine el futuro, que te tire las cartas, que fiarse de la esperanza de un Cristo triunfante, de un Cristo que venció la muerte. Es más fácil una idea, una imaginación, que la docilidad a ese Señor que surge de la muerte y ¡vaya a saber a qué cosas te invita!  Ese proceso de relativizar tanto la fe que nos termina alejando del encuentro, alejando de la caricia de Dios. Es como si “destiláramos” la realidad del encuentro con Jesucristo en el alambique del miedo, en el alambique de la excesiva seguridad, del querer controlar nosotros mismos el encuentro. Los discípulos le tenían miedo a la alegría… Y nosotros también.
La lectura de los Hechos de los apóstoles nos habla de un paralítico. Escuchamos solamente la segunda parte de esa historia, pero todos conocemos la trasformación de este hombre, lisiado de nacimiento, postrado a la puerta del Templo para pedir limosna, sin atravesar nunca su umbral, y cómo sus ojos se clavaron en los apóstoles, esperando que le diesen algo. Pedro y Juan no le podían dar nada de lo que él buscaba: ni oro, ni plata. Y él, que se había quedado siempre a la puerta, ahora entra por su pie, dando brincos, y alabando a Dios, celebrando sus maravillas. Y su alegría es contagiosa. Eso es lo que nos dice hoy la Escritura: la gente se llenaba de estupor, y asombrada acudía corriendo, para ver esa maravilla. En medio de ese barullo, de esa admiración, Pedro anuncia el mensaje. Es que la alegría del encuentro con Jesucristo, esa que nos da tanto miedo de asumir, es contagiosa y grita el anuncio; y ahí crece la Iglesia, el paralítico, cree.“La Iglesia no crece por proselitismo, crece por atracción”; la atracción testimonial de este gozo que anuncia a Jesucristo, ese testimonio que nace de la alegría asumida y luego transformada en anuncio. Es la alegría fundante. Sin este gozo, sin esta alegría, no se puede fundar una Iglesia, no se puede fundar una comunidad cristiana. Es una alegría apostólica, que se irradia, que se expande. Me pregunto: Como Pedro, ¿soy capaz de sentarme junto al hermano y explicar despacio el don de la Palabra que he recibido, y contagiarle mi alegría? ¿Soy capaz de convocar a mi alrededor el entusiasmo de quienes descubren en nosotros el milagro de una vida nueva, que no se puede controlar, a la cual debemos docilidad porque nos atrae, nos lleva, esa vida nueva nacida del encuentro con Cristo?
También san José de Anchieta supo comunicar lo que él  había experimentado con el Señor, lo que había visto y oído de Él. Lo que el Señor le comunicó en sus Ejercicios. Él, junto a Nóbrega, es el primer jesuita que Ignacio envía a América. Chico de 19 años. Era tal la alegría que tenía, tal el gozo que fundó una nación. Puso los fundamentos culturales de una nación en Jesucristo. No había estudiado teología. No había estudiado filosofía. Era un chico. Pero había sentido la mirada de Jesucristo y se dejó alegrar, y optó por la luz.  Ésa fue y es su santidad. No le tuvo miedo a la alegría.
San José de Anchieta tiene un hermoso himno a la Virgen María, a quien, inspirándose en el cántico de Isaías 52, compara con el mensajero que proclama la paz, que anuncia el gozo de la Buena Noticia. Que Ella, que en esa madrugada del domingo, insomne por la esperanza, no le tuvo miedo a la alegría, nos acompañe en nuestro peregrinar, invitando a todos a levantarse, a renunciar a la parálisis, para entrar juntos en la paz y la alegría que Jesús, el Señor Resucitado, nos promete.


miércoles, 8 de junio de 2016

COMENTARIO AL 8 DE JUNIO

Mt 5,17-19: No he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.

Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.

El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»

Reflexión

Si leemos este evangelio puede que nos choquen las expresiones de Jesús comparándolo con las diatribas con los fariseos. 
La palabra "cumplimiento" nos suena a "cumplo y miento", que solemos decir. O sea, a algo externo y puramente de cara a la galería, a justificarme, pero no un espíritu verdadero. Una especie de compra a Dios, porque si cumplimos, Él cumplirá...
Sin embargo, los comentaristas, que han visto el texto original en griego, nos dicen que el verbo utilizado en griego hace referencia a "llevar a plenitud". Y esto si concuerda con la vida de Jesús. Y esto concuerda con lo que debemos hacer los cristianos: llevar a plenitud las enseñanzas de Dios.
Es la ley de Dios, la voluntad de Dios; no son cuestiones menores. Por tanto, implica que la "cumplamos" para que se realice proyecto de Dios.

martes, 7 de junio de 2016

COMENTARIO AL 7 DE JUNIO

Mt 5,13-16: Vosotros sois la luz del mundo.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

–«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero sí la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?

No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.

Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»

Reflexión

Ser sal y luz. El Señor no nos habla en términos de imperativo o del deber: tienes que ser sal y luz; sino en presente de indicativo, es decir, de la realidad que somos.
Somos sal y luz, vivamos como tal. ¡Qué misión tan bonita!, dar sabor y luz a tantos momentos de la vida de las personas. 
Para ello, no te olvides que eres sal y luz por contagio, por aproximación, porque Jesús se ha hecho prójimo nuestro. Él es la Luz y la Vida.
Suelo entender siempre el hecho de ser sal y luz a nivel más bien intelectual. Es decir, iluminar con las palabras.
Sin embargo, al final de esta perícopa, habla Jesús de buenas obras. En un mundo tan oscuro, con tanta corrupción...pienso que ilumina valores que ensalzan al hombre: perdón, amor, servicialidad, humildad...
Si los vivimos, seremos una luz en medio de la noche.

lunes, 6 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 6 DE JUNIO

Mt 5,1-12: Bienaventurados los pobres de espíritu.
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.

Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»
Reflexión

Jesús subió a la montaña y proclamó con gran solemnidad: Dichosos los pobres, los que lloran, los sufridos, los que tienen hambre, los misericordiosos, los limpios de corazón, los perseguidos...
Por lo general, intentamos comprender que en estas afirmaciones están contenidas la clave de la felicidad, del seguimiento de Señor. Hacernos nosotros pobres de espíritu, etc.
También sabemos que estos grupos de personas, son objeto de la misericordia de Dios.
Pero lo son, ¿de la mía?. En este año de la misericordia, sintamos la llamada a dirigir nuestros esfuerzos a todos ellos, para que puedan ser dichosos.
Podríamos reformular las bienaventuranzas así: Dichosos los pobres en el espíritu porque son acogidos con un amor especial por la comunidad cristiana...

viernes, 3 de junio de 2016

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y JORNADA MUNDIAL DE SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES



Oración por los sacerdotes
(compuesta por Mons. Kiung, Obispo de Shangai, en prisión)

Dios Todopoderoso y Eterno, por los méritos de tu Hijo Jesús y por tu amor hacia El, ten piedad de los sacerdotes de la Santa Iglesia.

A pesar de su dignidad sublime, son frágiles y semejantes a los demás. 
Enciende, por tu misericordia infinita, sus corazones en el fuego de tu amor.
Socórrelos: no les dejes perder su vocación o menguarla. 
Oh Jesús, te suplicamos, ten piedad de los sacerdotes de tu Iglesia
 de los que te sirven fielmente, cuidan tu rebaño y te glorifican…
Ten piedad de los sacerdotes perseguidos, encarcelados, abandonados, agobiados de sufrimientos… Ten piedad de los sacerdotes tibios y de los que vacilan en su fe… 
Ten piedad de los sacerdotes enfermos o moribundos… 
Ten piedad de los sacerdotes que están en el Purgatorio…

Señor Jesús, te lo suplicamos, escucha nuestras oraciones, ten piedad de los sacerdotes; son tuyos, !ilumínalos, fortifícalos y consuélalos!

Oh Jesús, te confiamos los sacerdotes del mundo entero, pero sobretodo, cuida a aquellos sacerdotes que me han bautizado y que me han absuelto; aquéllos que para mi han ofrecido el Santo Sacrificio y consagrado la Sagrada Hostia para nutrir mi alma…

Te confío los sacerdotes que han disipado mis dudas, enderezado mis pasos, dirigido mis esfuerzos, consolado mis penas; para todos ellos, en señal de gratitud, imploro tu ayuda y tu misericordia. Amén.

jueves, 2 de junio de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 2 DE JUNIO

Mc 12,28b-34: No hay mandamiento mayor que éstos.
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:

- «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»

Respondió Jesús:

- «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.»

El escriba replicó:

- «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»

Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:

- «No estás lejos del reino de Dios.»

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Reflexión
Y ciertamente es así. Es lo fundamental. Y todavía no lo hemos descubierto. Y no gastamos energías, tiempo y pensamiento en amar al prójimo.
Si lo gastamos en otras cosas menos necesarias. 

miércoles, 1 de junio de 2016

COMENTARIO AL 1 DE JUNIO

Mc 12,18-27: No es Dios de muertos, sino de vivos.
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús saduceos, de los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron:

-Maestro, Moisés nos dejó escrito: «Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano.»

Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer.

Cuando llegue la resurrección y vuelvan a la vida, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella.

Jesús les respondió:

-Estáis equivocados, porque no entendéis la Escritura ni el poder de Dios. Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán; serán como ángeles del cielo.

Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: «Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob»? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados.

Reflexión

Esta respuesta de Jesús afirmando la Resurrección nos viene bien para poder "razonar" sobre la posibilidad de ésta.
La fe no es algo irracional, está claro que es sobrenatural, pero también se sirve de la razón; si no, no existiría la teología.
Por ello, si consideramos a Dios como el Creador de todo, el Dios de la vida, ¿cómo podemos pensar que exista una muerte "eterna" y sin embargo una vida bien finita de 80 o 90 años?. Si es un Dios de la vida, se caracterizaría por la vida, porque regale vida, porque de vida, y en sus criaturas, abundaría la vida sobre su ausencia: la muerte.
Sobre la forma de ésta, no pensemos en nuestras representaciones habituales, sino en la afirmación del ideal de la persona que es vivir en comunión.
Esto también nos anima a vivir un Dios que da vida. No un Dios castigador, un Dios pendiente de nuestros fallos. Sino un Dios que da vida, alegría, plenitud, paz...
Estos mensajes nos animan a vivirlos en nuestra vida y comunicarlos. 
Hoy celebramos a San Justino, que murió mártir. Él tuvo claro que la vida después de la vida, es mucho mejor, mayor, etc, que la vida conocida. Él conocía el Dios de la vida.