martes, 29 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 30 DE OCTUBRE DE 2024

  Lc 13,22-30: Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios.


En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.

Uno le preguntó:

-Señor, ¿serán pocos los que se salven?

Jesús les dijo:

-Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: «Señor, ábrenos» y él os replicará: «No sé quiénes sois». Entonces comenzaréis a decir: «Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas». Pero él os replicará: «No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados».

Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de Oriente y Occidente, del Norte y del Sur y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios.

Mirad: hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos.


Reflexión


Uno le hace una pregunta aparentemente sencilla, pero tiene su complejidad. La salvación es un don de Dios (regalo), pero que hay que acoger. Jesús invita a entrar por la puerta estrecha. Por una puerta estrecha no cabe todo, hay que aligerarse, despojarse. La salvación es un regalo, pero requiere una elección y eso supone algunas renuncias. 


Y al final, la afirmación: vendrán de oriente y occidente y se sentarán en la mesa del Reino de Dios. Con todas estas afirmaciones, quiere Jesús que los judíos entiendan que ser el pueblo elegido, no significa que tengan la salvación ipsofacto, sino que hay que entrar por la puerta estrecha.


Eso significa que otros también pueden entrar por la puerta estrecha. Que incluso, yo que me creía a salvo, no pueda entrar luego por esa puerta; y otro que consideraba que no pudiera entrar, al final entre. 


En definitiva, es una llamada a la responsabilidad, a acoger a Jesús de lleno y no andarse con tradiciones, costumbres y rutinas, como si todo ya lo tuviera conseguido.

lunes, 28 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE OCTUBRE DE 2024. SAN SIMÓN Y SAN JUDAS

 Lc 6,12-19: Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles.


En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.



Reflexión


Jesús antes de elegir a los apóstoles, se pasó la noche orando. Era una elección importante, y necesitaba tener clara la elección del Padre. Por eso, su oración fue más intensa y durante más tiempo.


La oración puede tener diversos fines: el más importante es la unión con Dios, la amistad con Él.


Pero también la oración es una fortaleza para la persona que tiene que hacer una opción importante en la vida. 

Algunas veces, nuestras oración son pobres, sin sustancia, consistencia y nuestras opciones no somos capaces de llevarlas a cabo. Sucumbimos en la primeras de cambio. 


También la oración es el medio privilegiado para conocer la voluntad de Dios, para discernirla. 


Por último, la oración puede ser el momento también de descanso en Él. Para renovar las fuerzas, volver a orientarme en el camino de Dios, etc. 


Pensemos, cuanto mayor es la necesidad, mayor debe ser mi oración: mayor en deseo, en intensidad y en tiempo. Hay circunstancias o motivos que necesitan o merecen de una oración mayor. 

viernes, 18 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 18 DE OCTUBRE DE 2024

  Lc 10,1-9: La mies es abundante y los obreros pocos.

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: 

«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 

¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. 

Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. 

Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa. 

Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: "El reino de Dios ha llegado a vosotros”».


Reflexión


La mies es abundante y los obreros pocos. Mirando el mundo, está patas arriba, como se suele decir.

¡Hay tanto por hacer!

¡Hay tanto bien por hacer!

¡Hay tanto amor por dar!

¡Hay tanto acompañamiento por dar!

¡Hay tanto por consolar!


Está claro que hay mucho trabajo, que todavía estamos lejos de tener el Reino de Dios  totalmente formado o expandido. Para ello, Dios cuenta con nosotros. 


Por ello, sintámonos llamados a transformar el mundo teniendo en cuenta que: muchas personas pequeñas en muchos lugares pequeños haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo. 


Hoy celebramos a San Lucas, evangelista. Él nos comunicó lo que había visto y oído. Nos transmitió su experiencia con Jesús. Su evangelio irradia ternura y muestra de una manera mejor que los otros, la misericordia de Dios manifestada en Jesús.


Su contribución al Reino de Dios fue ésta. Tantas generaciones nos hemos beneficiado de su palabra. Por ello, cualquier gesto, palabra, acción que hagamos con amor y por amar, ya estamos construyendo el Reino.


Roguemos a Dios para que todos tomemos conciencia de nuestra responsabilidad.

lunes, 14 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE OCTUBRE DE 2024

 Lc 11,29-32: A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.


En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús y él se puso a decirles:

-Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación.

Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.



Reflexión


Todos queremos un signo. Lo queremos continuamente. En esta situación que estamos viviendo en la isla de la Palma. En nuestras postraciones. Queremos que Dios haga algo, que se manifieste para que podamos ver su voluntad, entender la situación. Jesús llama a esta petición una generación perversa. Según el diccionario perverso significa: Que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas. 


El orden o estado habitual de las cosas en la fe es confiar. Y no podemos estar continuamente cambiando las reglas del juego, que Dios nos de motivos para confiar. La confianza no es una actitud de débiles, que son incapaces de plantear nuevos retos, sino la actitud de los fuertes, que se lanzan a la aventura de la fe. 

Ya Jesús nos ha dado motivos para confiar. Él. Su entrega. Su amor. Su muerte. Su resurrección. Sus promesas de estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. El pueblo de Nínive se convirtió por la predicación de Jonás. El pueblo cristiano se convierte por el amor de Dios manifestado en Jesús…  

viernes, 11 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 11 DE OCTUBRE DE 2024

 Lc 11,15-26: Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.


En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:

-Si echa los demonios, es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo.

El, leyendo sus pensamientos, les dijo:

-Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa.

Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino?

Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces.

Pero si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros.

Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.

El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama.

Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero como no lo encuentra, dice:

-Volveré a la casa de donde salí.

Al volver se la encuentra barrida y arreglada.

Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.

Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.


Reflexión


Muchas palabras y acciones de Jesús fueron malinterpretadas por sus los fariseos. ¡Cuando todo lo que hizo era bueno!. En medio de esa acusación, Él termina zanjando: “si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros”.


El pueblo judio había sido un pueblo que sufrió mucho por parte de muchas naciones. Estuvo sometido en varias ocasiones. En la época de Jesús, sometido al Imperio Romano. Surge entonces la esperanza del Mesías que iba a restaurarlo todo. El Mesías instauraría el Reino de Dios.


Por ello, es importante la sentencia de Jesús. Afirma que si actúa de parte de Dios es que el Reino ha comenzado. La esperanza no queda defraudada porque Dios cumple sus promesas. A pesar del sometimiento del pueblo judío, la fuerza de Dios ya está actuando. Ya queda menos para que el Reino se despliegue en toda su plenitud.  

jueves, 10 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 10 DE OCTUBRE DE 2024

 Lc 11,5-13: Pedid y se os dará.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: 

"Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle"; y, desde dentro, aquel le responde: 

"No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos"; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. 

Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre. 

¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 

Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».



Reflexión


En este día, Jesús, no solo recomienda la oración de petición, sino que además elogia la insistencia en esa oración. Y la elogia hasta el punto de que el texto del evangelio viene a decir que la eficacia de la oración depende precisamente de esa insistencia, sin cansarse, sin desfallecer y así se demuestra la fuerza del deseo.


También dice que la oración es eficaz cuando lo que se pide es necesario de verdad y por eso propone a un pobre. 


La poca fe que tenemos en la oración es la señal más clara de la poca fe que nos guía en la vida.


Lo que importa, cuando hablamos de la oración, no es asegurar su eficacia, sino saber que así expresamos nuestra confianza en que Dios siempre es bueno.


Hacemos oración, y recurrimos a Dios en nuestros apuros, para actualizar en nosotros el sentimiento de confianza, el convencimiento de que Dios nos quiere y quiere siempre lo mejor para sus hijos.


martes, 8 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 9 DE OCTUBRE DE 2024

 Lc 11,1-4: Señor, enséñanos a orar.

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:

-Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.

El les dijo:

-Cuando oréis, decid: «Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación».


Reflexión


Señor, enséñanos a orar. ¡Cuánto nos olvidamos en nuestra oración de pedirle que nos enseñe! Igual que aquel personaje que tenía fe, pero dudaba y pedía aumentar su fe. 


Así deberíamos también nosotros pedirle al Señor que nos enseñe:

a orar,

a esperar,

a confiar,

a escuchar,

a interpretar,

a contemplar,

a meditar,

etc.


Jesús, comienza esa enseñanza con la palabra mágica: Padre. Orar es aprender a decir Padre.

jueves, 3 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 4 DE OCTUBRE DE 2024

  Lc 10,13-16: Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.

Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.

Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.

Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».


Reflexión


Jesús es enviado por el Padre, por eso, el que lo rechaza, rechaza al que lo ha enviado. Los mismo pasaba cuando rechazaban a los discípulos de Jesús.


Y me pregunto que es rechazar a Jesús:

Por un lado es evidente que la acepción más propia puede ser aquel que rechaza explícitamente a Jesús. Algunos por desconocimiento, otros con conocimiento. 

Puede haber otro tipo de rechazo: no oír su palabra.

Hay un rechazo más sutil: no hacer sus obras. Pero también puede ser cuando no creemos en su Palabra. 

Y de esa manera, rechazamos a Dios Padre. 

Se puede rechazar a Jesús rechazando a las personas.


Puedo pensar ahora si yo rechazo a Jesús, a su palabra, a sus acciones. Si rechazo a las personas.

miércoles, 2 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 3 DE OCTUBRE DE 2024

 Lc 10,1-12: Descansará sobre ellos vuestra paz.


En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:

–La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario.

No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «está cerca de vosotros el Reino de Dios».

Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: «Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el Reino de Dios».

Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.


Reflexión


En el evangelio de hoy, Jesús está enviando a los 72 discípulos. No van a título personal, sino enviados. Son sus enviados, van en su nombre, con su espíritu, su poder, con su paz.


No van con sus cualidades, sensibilidades, sino revestidos de la paz de Jesús. Es una paz que se da, entrega y llena toda la casa. La paz no es solamente una actitud interior de quietud, sino que es un don de Dios. Por ello hay que recibirla. 


Por un lado saco dos consecuencias. Yo que soy cristiano consciente y por tanto, enviado de Dios: ¿derramo su paz? ¿La paz que llevo en su nombre va descansando en las personas con las que me encuentro? ¿Transmito paz? O, ¿mi forma de ser, mis palabras, derraman tensión, angustia, nerviosismo, envidia, violencia?


Segunda consecuencia, yo que soy enviado de Dios, ¿me preocupo de pedir, buscar, hallar la paz de Dios? ¿Tengo momentos detenidos de oración, simplemente poniéndome a su escucha?


Es un bonito ministerio, ser agente de la paz de Dios, que tantas personas hoy necesitan. 

martes, 1 de octubre de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 2 DE OCTUBRE DE 2024

 Lc 9,57-62: Te seguiré adondequiera que vayas

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: “Te seguiré a donde vayas”. Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. A otro le dijo: “Sígueme”. Él respondió: “Déjame primero ir a enterrar a mi padre”. Le contestó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú vete a anunciar el Reino de Dios”. Otro le dijo: “Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia”. Jesús le contestó: “El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios”.



Reflexión


Jesús no quiso fieles “obedientes”, sino “seguidores” sin más. Sin nada más. Lo cual quiere decir esto: lo que define la relación con Jesús no es la obediencia, sino el seguimiento. Este evangelio nos lo deja claro, ser cristiano es seguir a Jesús con todas las consecuencias. Y esto al momento de anunciarnos Lucas la decisión de ir a Jerusalén. 



Lucas pone al descubierto que, si se asume el seguimiento de Jesús, pueden entrar en conflicto diversas lealtades, quizá las más serias lealtades de la vida.

Se trata concretamente de tres lealtades fundamentales:


1) Renuncia al status: estar dispuesto a perder seguridades, instalaciones y dignidades, para verse, si es preciso, peor que las alimañas del campo.


2) Renuncia a las convicciones religiosas tradicionales: eso es lo que significa la renuncia a enterrar al propio padre, ya que, para los piadosos judíos de entonces, el último servicio a los muertos era considerado como la cima de todas las buenas obras de la Ley.


3) Renuncia a ataduras que impiden el servicio incondicional al Reino: es la libertad ante los vínculos de sangre que más condicionaban a la gente en el modelo de familia patriarcal.


¿Qué hay detrás de estas exigencias tan radicales? La radical humanidad de Jesús hecha pasión dominante y determinante en la vida de una persona. No por motivaciones emocionales o afectivas, sino por la comunión en un mismo proyecto: el proyecto del Reino, que es el proyecto por la vida, por la seguridad y dignidad de la vida, por la felicidad de la vida para todos por igual. Y, sobre todo, el proyecto de vivir de tal manera que nada ni nadie me impida contagiar la bondad que nos hace felices y hace felices a los que conviven con nosotros. Cuando eso pasa, de ser una “ideología” a ser una “convicción” que genera unos hábitos de vida, he ahí lo que es el seguimiento, que, con Jesús, hace el camino hacia Jerusalén.