jueves, 9 de enero de 2025

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 1O DE ENERO DE 2025

 Lc 4,14-22a: Hoy se cumple esta Escritura.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga como era su costumbre los sábados, y se puso en pie p1ra hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:


«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.»


Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:


- «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»


Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.


Reflexión


Jesús comienza su homilía con esta expresión: "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír".

Así deberían comenzar todas las homilías. Porque la Palabra que se proclama es viva y eficaz...

Así deberíamos escucharla cada vez que se proclama en la celebración litúrgica. 

En el aquí y ahora de nuestra existencia y de la sociedad donde vivimos. Si no, queda en letra muerta.

Y tenemos que ser nosotros también los que la cumplamos. Jesús lo dice con la autoridad del que dice lo que hace y no hay disociación en ello.

Cada día escuchamos y acogemos la Palabra, para cumplirla en nuestra vida.

No son consejos para llevar en la vida. Es la hoja de ruta de nuestro caminar. No hay más.

miércoles, 8 de enero de 2025

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 9 DE ENERO DE 2025

 Mc 6,45-52: Lo vieron andar sobre el lago


Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús en seguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra. Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado. Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice:


- «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo.»


Entró en la barca con ellos, y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.


Reflexión


Todavía no habían entendido lo de la multiplicación de los panes y Jesús les sorprende de nuevo. No ganan para sorpresas.

Tienen miedo. Todavía no han conocido el amor o de Dios y por eso el temor. Por eso, Juan dedica su primera carta a hablar sobre el amor de Dios, que hemos ido leyendo en estos días, para que nos fundemos en el amor, y nuestra vida esté confiada en Él. 

Donde hay amor, no hay temor. En el caso de nuestra vida, si esta fundada en el amor de Dios, nada tenemos que temer, porque estamos en su corazón y en su compañía y está con nosotros siempre, y nada pasará que Él no lo permitiera.