Mc 9,38-40: El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
-Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.
Jesús respondió:
-No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
-Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.
Jesús respondió:
-No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
Reflexión
Este evangelio nos da a entender que el Espíritu Santo actúa a la manera del sembrador de la parábola. Siembra en todo tipo de terrenos y es sacar vocaciones de las piedras.
No nos cerremos porque no es de los nuestros. No es el criterio de verificación, sino las obras. Es más, la relación no tenemos que verla en relación a nosotros, sino en relación a Él. Puede ser que no es de los nuestros, pero ello no quiere decir que no sea de Él.
Dediquémonos a expulsar los demonios, y no miremos la marca.
También lo podemos entender cómo un trabajo pastoral ecuménico, donde estamos llamados todos a expulsar los demonios y entre todos a construir un mundo más humano y más fraterno.
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