Lc 5,33-39: Les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán.
En aquel tiempo, los fariseos y los escribas dijeron a Jesús:
«Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber».
Jesús les dijo:
«¿Acaso podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán en aquellos días».
Les dijo también una parábola:
«Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque, si lo hace, el nuevo se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del nuevo.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos: porque, si lo hace, el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán.
A vino nuevo, odres nuevos.
Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: "El añejo es mejor"».
Reflexión
Mientras que la religión en Israel era como una privación, ascesis para una venida del Señor, la espiritualidad de Jesús está basada en la acogida a los bienes recibidos de Dios.
Jesús compara el ayuno con una boda, cuando son contrapuestos: en uno hay privación, en el otro hay derroche.
Quiere que cambiemos de chip, que lo importante que tenemos ahora es disfrutar de todo lo que el Señor nos regala: lo principal es la presencia del ESPOSO con nosotros. Y ello será el acicate para poder cambiar.
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