martes, 26 de mayo de 2015

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE MAYO

Mc 10,28-31: Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.
En aquel tiempo, Pedro se puso a decirle a Jesús:

-Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.

Jesús dijo:

-Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna.

Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.
Reflexión

Nuestra mentalidad mercantilista nos hace medirlo todo. Hasta donde damos, para ver si merece la pena. Y Jesús, que se mueve en la óptica de la gratuidad y del amor, nos devuelve desbordantemente. De manera, que siguiendo esa mentalidad, si nos entregamos, salimos ganando con creces.
Pero mejor sería que penetrara en nosotros la entrega sin medida, por amor. Descubriremos que lo que hemos dejado, nos lo devuelve aumentado, porque esas relaciones serán ahora más auténticas, libres e intensas.
Confiemos...

lunes, 25 de mayo de 2015

Comentario al evangelio del 25 de Mayo

Mc 10,17-27: Vende lo que tienes y sígueme.
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:

-Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Jesús le contestó:

-¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.

Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.

El replicó:

-Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.

Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:

-Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo-, y luego sígueme.

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

-¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!

Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió:

-Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.

Ellos se espantaron y comentaban:

-Entonces, ¿quién puede salvarse?

Jesús se les quedó mirando y les dijo:

-Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.

Reflexión
Sin ser exhaustivos en este evangelio podemos tocar varios aspectos: la misericordia, la redención y la libertad humana. 
Me parece interesante la mirada que podría tener Jesús ante este joven. Una mirada de tristeza (y amor).  Este joven en su libertad, no elige a Jesús. Y lejos de mirarle inquisitoriamente, le miraba con infinita tristeza. Esa expresión de Jesús: ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios! es un gran suspiro... Una mirada de compasión y misericordia.
Remata el texto con el espanto de los discípulos: Entoces, ¿quién puede salvarse?. Y aquí Jesús nos muestra que la salvación es una gracia y un don que Dios nos regala y tenemos que acoger y vivir. Nosotros no nos salvamos, ni lo que hagamos, ni lo que seamos, sólo que lo acojamos y pongamos nuestra confianza en Él.
Este es el centro del mensaje de la misericordia: nos salvamos por su infinita misericordia.