viernes, 31 de agosto de 2012

Comentario al Evangelio del 31 de Agosto de 2012

Mt 25,1-13: Que llega el esposo, salid a recibirlo. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: -El Reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: -«¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!» Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: -«Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas». Pero las sensatas contestaron: -«Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis». Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: -«Señor, señor, ábrenos». Pero él respondió: -«Os lo aseguro: no os conozco». Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora. Me llama la atención de este texto como califica Jesús a las vírgenes: necias o sensatas. ¡Qué dirá de nosotros!. La mitad de las vírgenes son necias y la mitad son sensatas. La necedad consiste en no estar preparadas, no poder cumplir su misión, no tener el aceite. Lo mismo podemos decir de nosotros, podremos tenerlo todo, vivirlo todo, experimentarlo todo; que si no estamos preparados o estamos en el camino de nuestra misión encomendada, somos necios y nos perderemos el GRAN BANQUETE DE BODAS y habremos perdido miserablemente el tiempo. Aquí lo importante es poder desempeñar la misión y acompañar al novio en el banquete. En la Biblia, el aceite representa la consagración, también al Espíritu Santo. Me atrevo a decir, con miedo a forzar el texto, seremos sensatos si estamos llenos del Espíritu Santo, si nos dejamos conducir por Él. En este sentido, Jesús también advirtió "no todo el que dice Señor, Señor entrará en el Reino de los cielos, sino que el escucha estas palabras mías y las pone en práctica". Pero no lo entendamos como una amenaza, sino como la sabiduría para el "saber vivir". Sin la fuerza, iluminación, orientación del Espíritu Santo, nuestra vida es como una "veleta", que cambia constantemente de dirección, sin un sentido fijo. Pidamos al Señor que nos abra el entendimiento para que seamos como las vírgenes sensatas y seamos admitidos al BANQUETE DE BODAS.

jueves, 30 de agosto de 2012

Evangelio del 30 de Agosto de 2012

Mt 24,42-51: Estad preparados. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Cuando oigo la expresión "a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre", me evoca la brevedad del tiempo. Cuando en alguna acción, tenemos en cuenta el objetivo, la acción puede ir bien orientada. Sin embargo, si no tenemos en cuenta el objetivo, nos podremos desviar. Muchas veces, nuestra vida la vivimos sin tener en cuenta el objetivo, o el término, la venida del Hijo del Hombre. Claro, así vivimos despistados pendientes en nuestros "negocios". Sin embargo, este Evangelio, para mí, viene a ser un acicate a no despistarme que mi vida es de Dios, y todo lo que hago es respuesta o no a Dios, acogida o no a Jesús. Esto me instiga a la responsabilidad, a la entrega y a no perder el tiempo. Hoy se oye mucho la expresión, "carpe diem", disfruta el momento. Para el cristiano, sería la expresión correcta: "vive con pasión y entrega el momento". Que el Señor nos de fuerza para vivir con pasión por Jesús y su evangelio. Ello traerá consigo la pasión por la vida y las personas.

sábado, 25 de agosto de 2012

Comentario al Evangelio del domingo 26 de Agosto de 2012

Mi comentario de hoy no es del todo original, he utilizado algunos párrafos que he considerado añadir. Buen día. Domingo XXI T.O. Ciclo B “Este modo de hablar es duro e inaceptable”. Así comienza el evangelio de este fin de semana. Terminamos el discurso del pan de vida. En este caso, los interlocutores son los mismos discípulos. Según los entendidos, esta expresión no se refiere solamente a las palabras inmediatas, proclamadas en domingos anteriores. Esta expresión iría más allá, se referiría a que Jesús vincula la salvación a su persona. Y esto no lo entienden los discípulos. No les ha bastado ver la unidad entre Él y el Padre, no les ha bastado las numerosas curaciones, expulsiones de demonios, milagros, como el de las bodas de Caná, la multiplicación de los panes y los peces. Esta expresión delata una decepción en ellos. ¿Nos estaremos equivocando al seguirle a Él?. ¿Habremos malgastado el tiempo, los años?. Esta expresión puede ser que también nosotros nos la estemos haciendo. Tantas cosas que le hemos pedido al Señor, a la Virgen a los santos, y parece que no nos escucha, parece que sigue impasible. Este tiempo de crisis, no hay nadie que lo arregle, se divisan grandes nubarrones sobre nuestro futuro… Venimos a misa a ver si de “una vez nos escucha” y nos ayuda. Nuestro “amuleto” no nos funciona. Y nos estamos cansando. Puede ser que estemos al borde de la deserción. Igual que a los discípulos, todo comenzó maravillosamente bien. Conocimos al Señor y todo era bonito: “el amigo que nunca falla”, nuestra Roca, nuestro Todo…pero ya va siendo hora de que nos responda, de que no nos falle. No nos extrañe que mucha gente abandone la fe y acuda a diferentes “médium”, para saciar, calmar ese vacío. Jesús no pierde la paz. No le inquieta el fracaso. Dirigiéndose a los Doce les hace la pregunta decisiva: “¿También vosotros queréis marcharos?”. No los quiere retener por la fuerza. Les deja la libertad de decidir. Sus discípulos no han de ser siervos sino amigos. Si quieren puede volver a sus casas. Una vez más Pedro responde en nombre de todos. Su respuesta es ejemplar. Sincera, humilde, sensata, propia de un discípulo que conoce a Jesús lo suficiente como para no abandonarlo. Su actitud puede todavía hoy ayudar a quienes con fe vacilante se plantean prescindir de toda fe. “Señor, ¿a quién vamos a acudir?”. No tiene sentido abandonar a Jesús de cualquier manera, sin haber encontrado un maestro mejor y más convincente: Si no siguen a Jesús se quedarán sin saber a quién seguir. No se han de precipitar. No es bueno quedarse sin luz ni guía en la vida. Pedro es realista. ¿Es bueno abandonar a Jesús sin haber encontrado una esperanza más convincente y atractiva? ¿Basta sustituirlo por un estilo de vida rebajada, sin apenas metas ni horizonte? ¿Es mejor vivir sin preguntas, planteamientos ni búsqueda de ninguna clase? Hay algo que Pedro no olvida: “Tú tienes palabras de vida eterna”. Siente que las palabras de Jesús no son palabras vacías ni engañosas. Junto a él han descubierto la vida de otra manera. Su mensaje les ha abierto a la vida eterna. ¿Con qué podrían sustituir el Evangelio de Jesús? ¿Dónde podrán encontrar una Noticia mejor de Dios? Pedro recuerda, por último, la experiencia fundamental. Al convivir con Jesús han descubierto que viene del misterio de Dios. Desde lejos, a distancia, desde la indiferencia o el desinterés no se puede reconocer el misterio que se encierra en Jesús. Los Doce lo han tratado de cerca. Por eso pueden decir: “Nosotros creemos y sabemos”. Seguirán junto a Jesús.

jueves, 23 de agosto de 2012

Breve comentario al evangelio del 23 de agosto de 2012

La parábola que sale en la perícopa de hoy puede estar describiendo la realidad de los cristianos. El Reino de los cielos, no es solamente la vida eterna, "ya está aquí", pero no plenamente realizado. Jesús nos invita a su Reino, el banquete de bodas, y muchos lo han rechazado. Quizá porque no conocen la alegría, belleza, etc., de este Reino, o cualquier otra razón. Finalmente Jesús invita a otra gente que no le rechazan y asisten a la boda. Hoy en día, todavía somos muchos los que practicamos, aunque cada vez menos. Por último, me llama la atención que uno no fue con el traje de fiesta, es decir, no fue adecuado a la situación. En Icod, solemos decir: "cada cosa quiere su cosa". En el texto nos nombra solo a uno. En el caso de la situación de hoy, cada vez somos menos los que nos llamamos cristianos y no vivimos de acuerdo con la vida nueva del bautismo. Todavía tengo grabadas las palabras del Papa sobre el testimonio, hace más un cristiano convencido que muchos cristianos rutinarios. Me atrevo a decir más, un cristiano rutinario, en vez de dar testimonio, está obstaculizando a que otros descubran la alegría, la fiesta, la belleza del Reino de los cielos. Pidamosle al Señor, que seamos cristianos de verdad, para dar testimonio.