lunes, 22 de abril de 2019

HOMILIA VIGILIA PASCUAL

Parece mentira. Nada hace presagiar este triunfo. Este es el grito del ángel: “Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis”.

¿No crees en la Resurrección? Mira la naturaleza. La vida siempre se impone. “En un campo arrasado vuelve a aparecer la vida, tozuda e invencible. Habrá muchas cosas negras, pero el bien siempre tiende a volver a brotar y difundirse” (EG 276) Esta mañana en el momento de la oración de laudes, en la oración personal, reflexionaba sobre la sepultura, y pensaba (y cogí el móvil dos veces para apuntarlo). Algunas veces, en mí, y también me parece que hay algo en el ambiente en la Iglesia, parecemos que somos espectadores y asistimos a la sepultura de la Iglesia, de la parroquia...cada vez somos menos y no hay relevo generacional. Y ésto nos puede llevar al desánimo. Esta mañana veíamos con María, que no podemos dejarnos llevar por esos sentimientos, sino esperar en Dios. Es verdad que habrá caminos que se cierran, pero siempre habrá nuevos caminos, nuevos impulsos que continuamente brotan. ÉL ESTÁ VIVO Y TE QUIERE VIVO.

Debemos aprender a mirar a la naturaleza. En ella también encontramos la sabiduría de Dios.
El epígrafe que me tocaba comentar hoy es el siguiente: “la redención de la creación”.
Dios ha escrito un libro precioso, cuyas letras son la multitud de criaturas presentes en el universo (LS 85)
“Cuando tomamos conciencia del reflejo de Dios que hay en todo lo que existe, el corazón experimenta el deseo de adorar al Señor por todas sus criaturas y junto con ellas” (LS 87)
Aunque no insista ni entre mucho en ello, hay que restablecer la armonía de la creación, rota por el pecado del hombre. Recuerda que después del pecado, comienza una crisis en las relaciones entre las personas, con Dios y con la creación.

Repito: miremos la naturaleza, ella nos muestra muchas veces mejor que los hombres, la luz de Dios, nos muestra la inmensidad, la profundidad, nos muestra como todo está relacionado (conectado), como todo se puede regenerar, como todo se comparte, como todo se aprovecha, como todo tiene su sentido y su fin. 


Resurrección es no mirar atrás. “el que me sigue y sigue mirando atrás no es digno de mí”. Lo pasado ha pasado. Ya está pasado. Ya no está. “No recordéis lo de antaño,no penséis en lo antiguo;(Is 43). No vivamos de rencores, de los logros del pasado, de las medallitas. Puede que te cueste, pero Dios te quiere hoy y te llama hoy. Responde hoy. “Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante” (EG 3)Él va delante de nosotros.

Resurrección es dejarme transformar por Cristo“Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Tantas cosas quiere hacer en ti y no te dejas. Déjate transformar por Él. 
Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!” (ChV 1) 
Estas flojo? Estas muerto? Déjate renovar


Resurrección es vivir desde Cristo. Él está en ti, Él está contigo y nunca se va. Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar”. (ChV 2) “No soy yo sino Cristo quien vive en mí”(Ga 2, 20)
La Iglesia puede seguir siendo joven cuando es ella misma, cuando recibe la fuerza siempre nueva de la Palabra de Dios, de la Eucaristía, de la presencia de Cristo y de la fuerza de su Espíritu. Es joven cuando es capaz de volver una y otra vez a su fuente” (ChV 35)

Resurrección es dejarme renovar por Él. “Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida”. (ChV 1) Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza. “El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicitada para la cual fuimos creados” (GE 1) Tenemos al Dios más innovador de “todos”. Más novedad y aventura que mandar a Abraham fuera de Ur, que enviar a Moisés al Faraón… a nacer de María Virgen… Cuando El mismo dice en el Apocalipsis que hace nuevas todas las cosas.. No nos puede sorprender ni mucho menos preocupar que haya cambios y novedades en nuestra sociedad y en su Iglesia. “mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?” (Is 43) “Tenemos que atrevernos a ser distintos, a mostrar otros sueños que este mundo no ofrece, a testimoniar la belleza de la generosidad, del servicio, de la pureza, de la fortaleza, del perdón, de la fidelidad a la propia vocación, de la oración, de la lucha por la justicia y el bien común, del amor a los pobres, de la amistad social (ChV 36)

Resurrección es estar vivo. Cristo te quiere vivo. El Papa ha utilizado una serie de expresiones: “cara de funeral”, “momias de museo”, “cara de pepinillos en vinagre”...que lo dicen todo.
Se me ocurren algunas características de una persona viva (que tiene sangre):
Soñar
Amar
Servir
Esperanza
Proponedora
Alegría
Parresía



Ser cristiano es vivir plenamente el momento presente. Jesús nos quiere entregados. Si no, ¿cómo podremos decirle al otro que Cristo ha resucitado? No nos creerán.

sábado, 20 de abril de 2019

HOMILÍA DEL VIERNES SANTO

Es curioso, que cuando pequeño, siempre el Viernes Santo al mediodía se nublaba y se quedaba el cielo encapotado, que se oscurecía el día totalmente, y no es para menos.
Jesús muere. Muere fruto de la maldad del hombre. Hoy tocamos la “fuerza destructiva del pecado”.
El pecado es una rebelión, una obstinación que consiste en dar a las inclinaciones perversas de nuestro corazón en pequeñas idolatrías de cada día como la codicia, la envidia, el odio y especialmente la calumnia, que es como una guerra del corazón destruyendo al otro.
El pecado arruina el corazón, la vida y el alma al debilitarlo y enfermarlo.
El pecado siempre está en relación con Dios.
El pecado es el fracaso del hombre. 
Ante el pecado no hay que deprimirse, sino tener vergüenza
“No es un mancha para quitarte. Si fuera una mancha, bastaría ir a la tintorería y que la quitaran… No. El pecado es una relación de rebelión contra el Señor.
Carga con nuestros pecados… cuando oigo siempre eso, me imagino que Jesús, carga con una saca de pecados…como cuando le comentas un secreto a alguien y le haces cargar con ese problema.
No. Así no es. Es mucho más profundo y real. Jesús carga con nuestros pecados sufriendo sus consecuencias.
Cristo sufre el pecado de idolatría
Cristo sufre el pecado de soberbia al rasgarse las vestiduras el sumo sacerdote y dictar la condena a muerte.
Cristo sufre el pecado de la mentira y la calumnia al presentar testigos falsos.
Cristo sufre el pecado de la envidia por parte de las autoridades judías.
Cristo sufre el pecado de la lujuria al ser despojado de sus vestiduras frente a una multitud.
Cristo sufre el pecado del desprecio y la insensibilidad al ser abofeteado, escupido, insultado.
Cristo sufre el pecado de la violencia al ser flagelado, crucificado.
Cristo sufre el pecado de la doble cara al ser condenado por el pueblo que lo aclamaba.
Cristo sufre el pecado de la mediocridad al ser abandonado por los suyos.
Cristo sufre el pecado de la traición al ser entregado por Judas.
Cristo sufre el pecado de la cobardía al ser negado por Pedro.
SIN EMBARGO, en el fracaso de la ambición humana, en el fracaso de Cristo, hay una luz.
En medio de las tinieblas, surge una luz.
En medio de la maldad, surge un corazón puro, surge alguien que perdona, que excusa a los que lo condenan y ejecutan.
En medio de la desolación, hay alguien que no piensa en sí sino en los demás y nos entrega su Madre.
Tanto brilló esa luz, que el centurión romano reconoció: “realmente este hombre era Hijo de Dios”.
Es el triunfo de la Cruz, de Jesús, del Amor, de Dios.
El pecado solo puede ser vencido con su amor, con su cruz, con su entrega.
Ahí está la gratuidad de su amor. Y esto es incomprensible. No lo entendemos. Porque, como dije hace unos días, su gratuidad siempre es mayor que la nuestra.
Jesús se entregó todo, y su todo es mayor que el nuestro.
O todo o nada.
Decíamos la fuerza destructiva del pecado, y sin embargo, la fuerza regenerativa del perdón y el arrepentimiento.

HOMILÍA JUEVES SANTO

Hoy es un día especial, para mí lo ha sido siempre. Incluso me parece que el ambiente está cargado. Comienza el Triduo Pascual. Es tan grande lo que celebramos. No caben medias tintas. Esto es para valientes.
Emociona, me emociona. Me vienen a mi memoria los tañidos de los tambores en el día de hoy, que la Iglesia ha establecido que sea distinto, más sueltos los cueros. El olor a incienso…
Y todo ese cúmulo de sensaciones nos transportan al Cenáculo.
En este día celebramos el día del amor fraterno, la institución de la Eucaristía y del sacerdocio. Y estos tres temas, pueden converger en el perdón. La Eucaristía es el sacramento de la sangre derramada para el perdón de los pecados. El sacerdocio es el que posibilita y hace efectivo el perdón de Dios. El amor fraterno implica el perdón.
Quisiera por tanto, comentar, dentro del lema de la Cuaresma del Papa, “la creación, expectante, aguarda la manifestación de los hijos de Dios”, comentar el epígrafe “la fuerza regeneradora del arrepentimiento y el perdón”. 
Sólo es posible arrepentirse desde Dios, un Dios que nos ama y perdona, lo demás es remordimiento, es decir, dolor de haber hecho algo malo.
Sólo puede regenerarse aquello que se perdona. El Señor quiere perdonarte, regenerarte, limpiarte y por eso se quita el manto y se agacha a lavarnos los pies. Un gesto que me sigue impresionando hoy. El Verbo eterno, agachado ante mí. Cuando debería ser yo el que se agachara, hincara la rodilla o me postrara en el suelo.
Si no lo hacemos, no tenemos parte con Él.
“Lo mismo que necesitamos el pan, así necesitamos el perdón. Y esto cada día”.(Audiencia del 10 de Abril de 2019)
El cristiano que reza pide a Dios ante todo que le perdone sus ofensas, es decir, sus pecados, el mal que hace. Esta es la primera verdad de cada oración: aunque fuéramos personas perfectas, aunque fuéramos  santos cristalinos que no se desvían nunca de una vida de bien, somos siempre hijos que le deben  todo al Padre. La actitud más peligrosa de toda vida cristiana ¿cuál es? Es la soberbia. Es la actitud de quien se coloca ante Dios pensando que siempre tiene las cuentas en orden con Él: el soberbio cree que hace todo bien.
“Si decimos no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros” (1 Jn 1, 8). Si quieres engañarte, di que no tienes pecados: así te engañas.
Por ello, no puedo continuar sin pedirles humildemente perdón. Si no, no sería yo. 
¿Hay alguien que no pueda ser conmovido ante el gesto que ha hecho Jesús todos los años? ¿O a lo mejor piensa que no lo ha hecho por ti? Él se arrodilla ante cada uno de nosotros y nos lava los pies. "Si no te lavo, no tienes que ver conmigo". 

Anímate a pedir perdón. Es más fácil de lo que crees. Sólo tienes que intentarlo. No creas que te rebajas, que pierdes tu dignidad, (dichoso amor propio). Al revés: nadie es más digno que el que se arrodilla. No sólo tenemos pecados, sino que ofendemos a los demás. Cuando miramos al otro desde abajo, nos parece más grandioso y así queda de manifiesto más la imagen de Dios en él. Sin embargo, cuando lo vemos de arriba abajo, nos parece menos. Arrodillarse para restablecer la imagen en el otro. Ganas más de lo que pierdes. P.D. El pasado jueves, el Papa reunido con los enemigos y los que han promovido la guerra en Sudán del Sur, terminó arrodillándose y besándoles los pies. Impresionante. Hay gestos que llegan al corazón. Sólo quien pone puentes, puede esperar que el otro transite por él. Si no pides perdón, no tengo que ver contigo. 
(me arrodillo) Invito a los demás a arrodillarse.

Anímate a perdonar. No es un deseo sino una consecuencia de nuestra fe. El que no perdona no ama. El que no perdona, no puede caminar, porque vive con un peso grande. Un peso que no le deja caminar, ni amar, ni disfrutar, ni ser feliz. Lánzalo. No te hace bien. No respires por las heridas. “No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo (Is 43) No vivas de rencores, de recuerdos, sólo vive de la promesa del perdón.
¡Nunca me cansaré de repetir que la paz es posible!” dijo el Papa a los enemigos de Sudán del Sur en el citado encuentro. Siguió diciendo "sepan acoger la más alta vocación de ser artesanos de la paz, en un espíritu de fraternidad y solidaridad con cada miembro de nuestro pueblo, un espíritu noble, recto, firme y valiente en la búsqueda de la paz, a través del diálogo, la negociación y el perdón
Sólo el perdón regenera. Regenera porque está alimentado del amor y sólo el amor plenifica, hace crecer y madurar.
Si no perdonas, no tengo que ver contigo.
No te olvides, la creación entera, expectante la manifestación de los hijos de Dios. ¿En qué? En ser los primeros en vivir el amor. "El amor es el único camino".
Los cristianos no hemos hecho del amor el camino.
Jesús si y por eso se entregó.
Ahí lo tenemos. Si no lo hacemos, estaremos frustrando el plan de Dios y la creación entera la privaremos de su realización total.
Es Jueves Santo, tú verás.

lunes, 15 de abril de 2019

CONGRESO DE LAICOS. CONCLUSIONES PARROQUIALES



DAFO de todos temas

DEBILIDADES
1.- Tema

No estar dispuestos muchas veces a dar testimonio de nuestra fe con alegría.
Vivimos una fe demasiado personal: yo con el Señor.
Nos cuesta mostrar al mundo el poder transformador de la fe.
Vemos como una urgencia llegar a las familias, a los jóvenes y los niños para que conozcan a Jesús. 

2.- Tema

No ser constantes, muchas veces dudamos del Señor.
Nos falta creer en la fuerza del Espíritu Santo para vencer nuestro egoísmo y la comodidad.
El pasotismo que vemos a nuestro alrededor. Y nosotros buscamos la comodidad y hacemos oídos sordos. 

3.- Tema

Falta de coherencia entre lo que decimos y vivimos.
Falta de alegría, vivimos la vida quejándonos.
Falta de sentido comunitario en la vivencia de nuestra fe.


4.- Tema

Nosotros mismos que no sabemos llegar y nos avergonzamos de nuestra fe.
No hemos sabido “vender” el mensaje de Jesucristo.
La separación en la parroquia de los distintos grupos: la falta de unidad.


AMENAZAS
1.- Tema

Miedo al rechazo, muchas veces para no entrar en polémicas, nos callamos.
Nos cuesta dar testimonio porque todo lo que tiene que ver con la religión es foco de polémica. 
Los horarios

2.- Tema

Dejarnos hacer mundanos. Nos desanimamos y no esperamos en Dios.
Estamos como anestesiados ante el sufrimiento del otro.
La autosuficiencia: no necesito de nadie
El egoísmo: ser yo feliz sin ver que el otro es hijo de Dios.


3.- Tema

El tiempo: nos falta tiempo para dedicárselo a Dios.
Miedo a que el otro me exija más de lo que puedo dar.


4.- Tema
El desánimo nuestro.
No cuidar los signos: silencio en la Iglesia y distintas celebraciones.

FORTALEZAS
1.- Tema

La oración, la vigilia de los mártires, las carpetas donde se ponen las peticiones a Los Santos más venerados en las parroquias. 
Los medios de promoción en la parroquia, los horarios en las redes. 
En el mes de Mayo, la celebración de las cruces por los barrios.
La confección de las alfombras donde se ha ido incorporando a mucha gente del pueblo.

2.- Tema

Visitadores de enfermos
Cáritas
La firme convicción de que si o si, veré el rostro de Dios.

3.- Tema

La oración: esa comunicación nos ayuda a ponernos en sus manos y dejarnos hacer por Él.
El ejemplo de muchas personas que han vivido santamente y fueron testigos y aún hoy lo son de que con Dios se puede.
Ser conscientes de que el Señor cuenta conmigo.


4.- Tema


La Eucaristía
La oración, la exposición al Santísimo y las vigilias misioneras entorno a los mártires.
Las ganas de trabajar.

OPORTUNIDADES

1.- Tema

Estar con los que sufren y acompañarlos. 
Lo que se nos propone desde la Diócesis o a nivel arciprestal: infancia misionera, sembradores de estrellas...

2.- Tema

Una llamada a la unión, a colaborar con Dios en hacer un mundo mejor.
Una llamada a la conversión, a dar un paso para que el otro sea feliz.


3.- Tema

Vivir en medio del mundo con la alegría de haber descubierto el amor de Dios.
Estar al servicio de la parroquia de las necesidades que en ella vayan surgiendo.


4.- Tema


Potenciar lo comunitario: excursión parroquial, caminatas, asamblea, alfombras...

martes, 2 de abril de 2019

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 2 DE ABRIL

Jn 5,1-3.5-16: El agua que sana de la piscina de Betesda. Cristo cura al enfermo en sábado.
En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Ésta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:

- «¿Quieres quedar sano?»

El enfermo le contestó:

- «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado.»

Jesús le dice:

- «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.»

Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:

- «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla.»

Él les contestó:

- «El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar.»

Ellos le preguntaron:

- «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?»

Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:

- «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor.»

Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

Reflexión

Este evangelio, como todos los evangelios, me retrata y me interroga. Me desnuda en mi forma de actuar.
Es un evangelio de luz para este paralítico de una nueva vida, pero luz que encandila y molesta para los judíos porque hacía tales cosas en sábado.
Es un evangelio donde se muestra la insensibilidad de los judíos para con los necesitados. 38 años con sus días sin que nadie le ayudara a acercarse al agua, y sin embargo, si se fijan en la ley del sábado. 
¡Cuántas necesidades a mi lado que no veo y sin embargo, cuantos detalles en los que nos detenemos y discutimos!
Y cuando alguien da un paso hacia ellos, sin embargo le caemos encima porque no ha cumplido con algún precepto humano. 
¡Cuánto nos falta por aprender de la misericordia de Dios, que significa preferencia!