jueves, 21 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 22 DE MARZO DE 2024

 Jn 10,31-42: Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

Él les replicó:

«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».

Los judíos le contestaron:

«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».

Jesús les replicó:

«¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: "¡Blasfemas!" Porque he dicho: "Soy Hijo de Dios"? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.

Muchos acudieron a él y decían:

«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».

Y muchos creyeron en él allí.


Reflexión


Se les escabulló de las manos. Muchas veces decimos que Jesús murió por culpa de los romanos, de los judíos, e incluso nos echamos culpa a nosotros porque lo crucificamos también con nuestros pecados, nuestras indiferencias.


Y es cierto, que son los verdugos. Pero esa no es toda la verdad. Más bien, una parte pequeña de la verdad. Porque la parte más grande de la verdad es que Jesús da la vida libremente. Porque quiere. Porque sigue la voluntad de su Padre, pudiendo no hacerlo.


Por ello, tantas veces en los evangelios nos relata: se les escabulló…no pudieron con él…porque no era su hora. Esto nos puede aproximar más a su tremenda libertad, a su absoluta fidelidad al proyecto del Padre y el inmenso amor por la humanidad. 


Este “Viernes de Dolores” que solemos dedicar a mirar a la Virgen, miremos a su Hijo, su inmenso amor, su libertad, pero sobre todo su entrega por nosotros. Agradezcamos la condescendencia que ha tenido con nosotros.







Programa de las Parroquias del Realejo Bajo 

miércoles, 20 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE MARZO DE 2024

 Jn 8,51-59: Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:

«En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».

Los judíos le dijeron:

«Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: "Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».

Jesús contestó:

«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera "No lo conozco" sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».

Los judíos le dijeron:

«No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?».

Jesús les dijo:

«En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy».

Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.


Reflexión

Aunque el “título” es referido a otro versículo de esta perícopa, me parece decisiva el primer versículo propuesto: “quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre”.


En el evangelio de ayer, Jesús también remarcaba la escucha de la Palabra: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Y no lo comenté.


Si permanecemos en la Palabra conoceremos la verdad y no veremos la muerte para siempre. Gracias a Dios, los católicos vamos siendo más conscientes de la importancia de la Palabra en la vida del cristiano y de la Iglesia. 


Un cristiano que se precie, escucha la Palabra, la medita, programa su vida desde ahí, y sobre todo la guarda (en su corazón).


María guardaba todo lo que pasaba en su corazón. Que importante es que podamos guardar la Palabra en nuestro corazón, nuestra mente, nuestras acciones. Guardarla para que vaya madurando, vaya purificándose mi percepción de ella, destile toda su fuerza y me de el coraje para poder ponerla en práctica.


Guardar la Palabra no es simplemente grabarla en la mente y aprenderse distintas sentencias de memoria. Guardar la Palabra tiene un componente más profundo. Es ponerla en lugar preferente de mi corazón para traerlo a la mente en varias ocasiones, es ir orándola y pidiéndole al Señor que nos la explique. 







Programa de las Parroquias del Realejo Bajo 

martes, 19 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 20 DE MARZO DE 2024

Jn 8,31-42: Si el Hijo os hace libres, sois realmente libres.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:

«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».

Le replicaron:

«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?».

Jesús les contestó:

«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».

Ellos replicaron:

«Nuestro padre es Abrahán».

Jesús les dijo:

«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».

Le replicaron:

«Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».

Jesús les contestó:

«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».




Reflexión


Célebre afirmación: “la verdad os hará libres”.

Por ello podemos decir que la libertad es el test de la verdad, y de la fe…

La fe en Jesús hace libres a los creyentes.

No se refiere a una libertad para hacer lo que me da la gana, que puede ser caer en una esclavitud mayor; sino la libertad al servicio de la misericordia. Se trata de ser libre para hacer siempre lo que hace felices a los demás.


Por tanto, las verdades o doctrinas que engendran esclavos no pueden ser verdaderas.


Dios, y la fe en Dios, entrañan la verdad suprema en la medida en que nos hacen supremamente libres, para ser personas siempre buenas, siempre respetuosas, siempre tolerantes, siempre contagiosas de bienestar y dicha. Esto es lo más grande que tiene la religiosidad de Jesús.







Programa de las Parroquias del Realejo Bajo 

domingo, 17 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 18 (víspera) y 19 DE MARZO DE 2024

 Mt 1,16.18-21.24a: José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.


El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:


María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.


José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:


-«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»


Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.


Reflexión


Escuché el otro día unas palabras del rabino de Buenos Aires referidas al Papa Francisco: es un hombre de breves, sencillas y profundas palabras.

Estamos acostumbrados a la sociedad donde brillan aquellos que triunfan por hacer grandes gestos, dar grandes discursos, etc...

También en la Iglesia. Sin embargo, este Papa venido desde el extremo del mundo ha llamado la atención por su sencillez, naturalidad y humanidad.

Algo así quisiera entender de San José, que la escritura lo califica de hombre justo. No es el gran santo de los grandes milagros, ni gestas, ni grandes discursos, etc. Es el santo que nos enseña a vivir cotidianamente aceptando la voluntad de Dios. Vivir extraordinariamente lo ordinario.

Y la Iglesia no se equivoca y lo coloca como su patrón. Nos hace recuperar el sentido de lo sencillo, de lo cotidiano, del trabajo bien hecho y ofrecido, de la laboriosidad, de la honradez, de la humildad, y sobretodo, del catalizador de todas estas virtudes, la fe.

Recuperemos la devoción a San José, es tan cercano a nuestras vidas, y nos puede decir tanto...


LES PONGO A CONTINUACIÓN LOS ENLACE DE LAS CATEQUESIS DEL PAPA SOBRE SAN JOSÉ. 



Catequesis sobre san José - 1. San José y el ambiente en el que vivió


Catequesis sobre san José 2. San José en la historia de salvación


Catequesis sobre san José 3. José, hombre justo y esposo de María


Catequesis sobre san José 4. San José, hombre del silencio


Catequesis sobre san José 5. San José, emigrante perseguido y valiente


Catequesis sobre san José 6. San José, el padre putativo de Jesús


Catequesis sobre san José 7. San José el carpintero


Catequesis sobre san José 8. San José padre en la ternura


Catequesis sobre san José 9. San José,  hombre que "sueña"


Catequesis sobre san José 10. San José y la comunión de los santos


Catequesis sobre san José 11. San Jose, Patrono de la buena muerte


Catequesis sobre san José 12. San José, Patrono de la Iglesia universal







jueves, 14 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 15 DE MARZO DE 2024

 Jn 7,1-2.10.25-30: Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora.

En aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.

Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.

Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:

«¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».

Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:

«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».

Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.


Reflexión


El ambiente se vuelve más enrarecido porque quieren matarlo. Por eso no va por Judea. Todavía no es su hora. 


Jesús es plenamente consciente de la oposición.

Jesús es plenamente consciente de su misión.

Jesús es plenamente consciente de su hora.

Jesús es plenamente consciente de su muerte.


Como vimos ayer, Jesús da testimonio de su Padre, que es el que le envía. Y Jesús cumple plenamente el plan del Padre, sea lo que sea, pase lo que pase. Que bueno que lo podamos mirar a Él, su conciencia, su confianza, su determinación…para que nosotros no seamos veletas, sino que también nos dejemos llevar por el plan de Dios, sea lo que sea, pase lo que pase. 







miércoles, 13 de marzo de 2024

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE MARZO DE 2024

Jn 5,31-47: Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.


En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:

«Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.

Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.

Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no lo creéis.

Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros.

Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis.

¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?».


Reflexión


Seguimos con la disputa de Jesús con los judíos sobre su testimonio. Se le pone en duda todo, ya que Él es tan distinto a todos los profetas, maestros, escribas y sacerdotes.


En esa argumentación de dar testimonio del Padre, es Jesús el que acusa a ellos de su incoherencia, dado que Jesús es el Mesías esperado a quien Moisés fue preparando el camino. Por ello, seguir las enseñanzas de Moisés desemboca ordinariamente en seguir a Jesús.


Por ello, en nuestro cristianismo, todo debe desembocar en Jesús. Toda espiritualidad, todo camino, sensibilidad, debe llevarnos a Él. Si no, no tendría sentido. Si no, ese camino, espiritualidad, etc, les lleva al vacío, sinsentido. 


Al hilo de esto, podemos preguntarnos si todo en mi vida me lleva a Jesús, o nos quedamos en las espiritualidades bonitas, que dan paz, pero que se quedan en el mismo camino, porque se quedan en las cosas, medios, instituciones, reglamentos y no van a la fuente y cumbre.