miércoles, 31 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 31 DE ENERO

Mc 6,1-6: No desprecian a un profeta más que en su tierra.
En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:

-« ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»

Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía:

-«No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Reflexión
Jesús no pudo hacer allí ningún milagro. ¡Por su falta de fe! ¡Por sus prejuicios!. ¡Qué daño hace a las comunidades cristianas los prejuicios! Tanto que, el Señor no puede hacer nada allí...

viernes, 26 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE ENERO

Mc 4,26-34: Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
-«El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.»
Dijo también:
-« ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.»
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
Reflexión
Este evangelio de hoy nos invita a la confianza. La semilla va creciendo sola.
Es verdad que nuestra experiencia nos dice que cada vez son menos semillas que crecen, que el ambiente las ahoga, o la profundidad de su tierra.
Aún así, el Señor es el que le da el crecimiento. Tenemos que programar, revisar, adaptar muchas cosas en nuestra pastoral, pero siempre con la conciencia que el Señor es el que da el crecimiento. Con esa confianza podemos sembrar.

jueves, 25 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE ENERO

Mc 16,15-18: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:
-«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»

Reflexión
Hoy la Iglesia celebra la conversión de San Pablo. Utilizamos la palabra "conversión", porque en el caso de San Pablo, ha habido un auténtico cambio de mentalidad, cambio de rumbo y cambio de objetivo. De perseguir a los cristianos, a ser cristiano.
Y una característica de San Pablo es la pasión. De entregarlo todo por la causa. Ahora como cristiano y apóstol.
Impresiona la vida del apóstol. Sin embargo, es fruto de la misericordia de Dios.
En el evangelio de hoy se nos invita ir al mundo entero llevando el evangelio. Y hoy nos pasa, que no somos ni capaces de llevarlos a nuestros cercanos, familiares.
Nos falta la parresía de los apóstoles, el convencimiento que esta obra no la llevamos nosotros sino Él, que Él nos da la fuerza, que Él nos guía.
Pidámosle al apóstol tener su parresía en estos tiempos en los que se nos pide que hagamos realidad el evangelio, ir a "todo el mundo", y si lo dice Jesús es que es posible.

martes, 23 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 23 DE ENERO

Mc 3,31-35: El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo:
-«Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.»
Les contestó:
-«¿Quienes son mi madre y mis hermanos?»
Y, paseando la mirada por el corro, dijo:
«-Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.»

Reflexión
Un evangelio un poco controvertido. Nos parece que Jesús rechaza a María. Y seguramente ella no entendería...otra más para meditar en su corazón.
Hoy entendemos que lejos de eso, Jesús pronuncia una alabanza a su madre. Y resume de manera clara y sencilla la clave de María y la clave del cristiano.
Ser cristiano no es otra cosa que hacer la voluntad de Dios.
Muchas veces nos complicamos, pero tenemos que ir a lo esencial: todo lo que yo hago, la Iglesia hace, sea para cumplir la voluntad de Dios.
Sin este objetivo, nos podemos ir al extremo contrario.
Que este objetivo sea central en nuestra vida.


viernes, 19 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 19 DE ENERO

Mc 3,13-19: Llamó a los que quiso y los hizo sus compañeros.
En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.

Reflexión
El Señor llama, de entre los discípulos a los que quiso, para hacerlos apóstoles.
Hoy 2000 años de diferencia, por nuestro bautismo y confirmación quedamos constituidos también como apóstoles (en la Evangelii Gaudium el papa dice discípulos misioneros).
Y en primer lugar los hace sus compañeros. Hoy podemos sentir que el Señor nos llama a nosotros como sus compañeros. No sé si sentimos la necesidad de sentirnos acompañados por Jesús en nuestras labores. Pero aquí, el Señor nos llama a lo contrario, a acompañarle a Él en sus acciones. Cuando yo voy, es que Él ha ido primero (primerea)
Y con esa conciencia, somos enviados a predicar. 
¿Nos hacemos sus compañeros?

jueves, 18 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 18 DE ENERO

3,7-12: Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero él les prohibía que lo diesen a conocer.
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacia, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

Reflexión

Seguimos viendo a Jesús desarrollando su labor curativa y salvadora. Sin embargo, la muchedumbre le sigue y esperan de él como de un mago.
Él rehúye de la fama o el éxito, por el simple hecho de que hayan confundido su identidad y misión. Él ha venido a salvarnos y a comenzar el Reino de Dios.
Su vida está centrada exclusivamente en ello y la fama no lo puede distraer ni a la gente.
Muchas veces, nosotros estamos centrados en los resultados, en el éxito de lo que hacemos y eso nos hace perder la misma efectividad y la pasión de la entrega.Y asimismo, perdemos el sentido verdadero, que es el del servicio.

martes, 16 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 16 DE ENERO

Mc 2,23-28: El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.
Un sábado atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron:
-Oye, ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?
El les respondió:
-¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.
Y añadió:
-El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del Hombre es señor también del sábado.

Reflexión
El Antiguo Testamento tiene su cumplimiento en Jesús. Ahora bien, podemos entender el cumplimiento como una realización externa de lo mandado. Sin embargo, Jesús sorprende siempre porque va al corazón de la Ley, es más, Él es el Señor de la Ley.
Podemos caer nosotros también en un nuevo cristianismo ritual de mero cumplimiento. Hay que tener cuidado con esto, porque podemos hacer del cristianismo una carga, una esclavitud y algo inhumano.

Por otro lado, también igual que estos fariseos, hemos tenido un cristianismo de "policía". Pendientes de lo que hace uno y otro. Y sobre todo, de lo que hacen mal, para acusarlos.

¿Hay que ser bueno o parecerlo?

La Ley, el cristianismo es Jesús, seguirle a Él, unirse a Él. Y aquí no hay dobleces, Él sabe lo que hay en el interior.
Otro tipo de cristianismo, simplemente no existe.

viernes, 12 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 12 DE ENERO

Mc 2,1-12: El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.
Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico:
-«Hijo, tus pecados quedan perdonados.»
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:
-«Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?»
Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo:
-«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados ... »
Entonces le dijo al paralítico:
-«Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla -y vete a tu casa. »
Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:
-«Nunca hemos visto una cosa igual.»

Punto para la oración

Comienzan las controversias con Jesús (y a pesar de ser manso y humilde de corazón, no se libró de las contiendas; y es que Jesús tomó partido y como cristianos no podemos ser neutrales) que le llevarán al final del evangelio.
Y la controversia es clara: perdonar los pecados. Para los judíos, la enfermedad estaba asociada al pecado. Sólo podía perdonar los pecados Dios.
Para Jesús el mayor mal es el pecado. Por eso une la curación al perdón de los pecados, para que ellos vieran que si pudo curar al paralítico, también podía perdonar los pecados. Por eso, daban gloria a Dios.
Hoy podríamos orar sobre la gravedad del pecado, mayor que la parálisis de este hombre; y sobre la necesidad de ser perdonado por él (a través de la confesión sacramental)

jueves, 11 de enero de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 11 DE ENERO

Mc 1,40-45: La lepra se le quitó, y quedó limpio.
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-«Si quieres, puedes limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
-«Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente:
-«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Pista para la oración
En este día de hoy, en el evangelio se me ha clavado la súplica de rodillas que le hizo el leproso: "si quieres, puedes limpiarme".
Es la súplica que le hago yo al Señor en el día de hoy.
Limpiarme de mis desánimos, desganas, euforias, mal pensamiento, falta de amor, desilusiones, decepciones, etc; que se van acumulando en el corazón y en el trato diario.
Yo también como el leproso me pongo de rodillas ante el Señor, sabiendo que sólo Él puede limpiarme, puede sanarme, puede salvarme.