jueves, 29 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE DICIEMBRE DE 2022 (CELEBRADO EL 30 DE DICIEMBRE)

  Mt 2,13-18: Herodes mandó matar a todos los niños en Belén.


Después que los Magos se fueron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:

«Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

José se levantó de noche, tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi hijo.

Entonces Herodes, viéndose burlado por los Magos, se enfureció tanto que mandó matar a todos los niños de Belén y de todos sus alrededores que tuvieran menos de dos años, conforme a la información que había recibido de los Magos. Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías:

Se ha escuchado en Ramá un clamor, un gran llanto y lamento: es Raquel que llora por sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.


Muchas veces, se ha banalizado esta celebración con lo de las inocentadas, cuando el origen es un hecho terrible, como no lo ha habido jamás. Siempre me ha horrorizado el mal, la gente mala, lo que es capaz de hacer el mal. Y lo vemos continuamente en los telediarios y a nuestro alrededor.

Sin embargo, en este día podemos atestiguar que la Palabra de Dios se cumple: "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia". Y de una manera exuberante ha abundado la inocencia y la pureza que superan con creces el mal de Herodes y su sentencia de muerte. 

El bien triunfa sobre el mal y la inocencia y la pureza de los niños no se corrompió por el odio y la ira del rey.

Esto es lo que me ayuda en mi vida ante tanto mal que nos envuelve, no dejarme arrastrar por sus tentáculos y seguir confiando en Dios con un corazón puro

miércoles, 28 de diciembre de 2022

HOMILÍA EN LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA 2022.

 Cogido del mensaje de los obispos


En esta fiesta de la Sagrada Familia nos acercamos a contemplar de la mano de la Virgen María y de san José el misterio del Dios encarnado por amor a nosotros, pidiéndoles que nos ayuden a descubrir la familia como lugar privilegiado de acogida y discernimiento de la vocación al amor.


En estos momentos en los que atravesamos un invierno vocacional, no solo en referencia al sacerdocio y a la vida consagrada, sino incluso al matrimonio cristiano, estamos convencidos de que buena parte de esta crisis está producida por la pérdida de la cultura vocacional, ese “humus” en el cual el planteamiento de la vida como vocación resulta algo normal.


Ante esta situación, no queremos instalarnos en una queja estéril que contempla pasivamente este ocaso de las vocaciones, precisamente porque estamos convencidos de que la felicidad de cada persona pasa por el descubrimiento y vivencia en plenitud de la vocación que Dios ha soñado para ella desde toda la eternidad. Recordemos que «El hombre no puede vivir sin amor



1. En primer lugar, queremos reafirmar que la familia es el ámbito privilegiado para escuchar la llamada del Señor.


2. Un aspecto esencial es la educación en la fe de los hijos.


3. Del mismo modo, se debe cuidar la formación en las virtudes para que los llamados puedan dar su sí generoso al Señor y mantenerse fieles a este sí. Más que valores.


4. También es capital la experiencia de encuentro con Cristo vivo, con quien se puede tener una verdadera relación de amistad, aprendiendo a escuchar su Palabra y a reconocer su voz por medio del discernimiento, ya que «especialmente los jóvenes, están expuestos a un zapping constante. 


5. Una idea que los padres deben tener muy presente en la formación de sus hijos es que «no somos dueños del don sino sus administradores cuidadosos»


6. Los padres deben enseñar a sus hijos a reconocerse como don, lo que reclama de ellos hacer una verdadera ofrenda de los hijos, renunciando a la posesión. 


7. Una clave muy importante que debe tenerse presente es considerar la vida como ofrenda porque «nuestra vida en la tierra alcanza su plenitud cuando se convierte en ofrenda»: vocación bautismal, desde esta perspectiva de la ofrenda de la vida. Es bueno recordar que «la misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo»

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 29 DE DICIEMBRE DE 2022

Lc 2,22-35: Luz para alumbrar a las naciones.


Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.

Porque mis ojos "han visto a tu Salvador",

a quien has presentado ante todos los pueblos:

"luz para alumbrar a las naciones"

y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción -y a ti misma una espada te traspasará el alma-, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».


Este niño es “luz para alumbrar a las naciones”, de todos los tiempos y de todos los lugares.

Es una luz en el s. I y una luz en el s. XXI.


  • Es una luz porque en su actuar pone a la persona en primer lugar, y no la economía, como sucede muchas veces.
  • Es una luz porque las consecuencias de su mensaje, insta a las naciones a buscar el bien común, que no es el bien de la mayoría, sino el de todos y cada uno.
  • Es una luz porque en su mensaje, el poder es el servicio. Sin embargo, por lo general el poder es dominación y opresión, también hoy, estemos en dictaduras o en democracias.
  • Es una luz porque en su vida, el amor es ilimitado, hasta derramar su sangre. Es un amor desinteresado y que acepta y acoge a todos.
  • Es una luz porque nos insta a perdonar siempre, y a dar el primer paso. Sin embargo, estamos en un mundo roto por las discordias, los rencores, las divisiones, las envidias, etc.
  • Es una luz porque busca el que estaba perdido y no lo margina o “descarta”.
  • Es una luz porque nos ensancha la mirada al otro, que deja de ser un extraño, competidor, para ser un hermano. 
  • Es una luz porque nos enseña que la dicha no está en el tener, en la apariencia, sino en el ser y en la entrega.


Que este niño sea luz para todos nosotros.  

lunes, 26 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE DICIEMBRE DE 2022

  Jn 20,2-8: El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro.


El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:

- «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.


Hoy la Iglesia nos propone a San Juan Evangelista, que lo identificamos como el discípulo amado. Aquel que supo descubrir el Jesús más íntimo, aquel que supo mirar el Sol sin deslumbrarse (de ahí el símbolo del águila). El que comenta "lo que he nos visto y oído, lo que palparon nuestras manos...os lo anunciamos". 

Es el teólogo de la Navidad y el que relaciona mejor nacimiento con la muerte y resurrección de Jesús.

En este tiempo de Navidad y Nueva Evangelización, tenemos que afianzar nuestra relación íntima con Jesús, para que podamos anunciar lo que hemos visto y oído.

domingo, 25 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE DICIEMBRE DE 2022

  Mt 10,17-22: No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:

- «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»


El primer día de la Octava de Navidad celebramos a San Esteban el primero de los mártires. La iglesia desde muy antiguo celebra esta festividad uniéndolo al nacimiento de Jesús. Nos parece una paradoja, todos los buenos sentimientos y sensaciones que tuvimos ayer, para escuchar este evangelio de hoy y contemplar el martirio de San Esteban.

La iglesia nos lo presenta como el primer "testigo". Que haya nacido Jesús y Éste sea nuestro Salvador no significa que todo nos vaya a ir "chachi pirulí". Más bien al contrario, Jesús es el motor, la esperanza de luchar y entregarse hasta el final. Es tan grande, tan maravilloso, por el cual merece la pena entregar la vida. A San Esteban le todo un martirio corto. A nosotros nos toca seguramente un martirio largo, toda nuestra vida dando testimonio de la Luz.

viernes, 23 de diciembre de 2022

HOMILÍA DE NAVIDAD 2022

  Una persona de la UMAC me dijo lo siguiente: te vi en una procesión y tú fuiste el único que me miraste. ESAS FUERON SUS PALABRAS.

LA MIRADA ES IMPORTANTE. NO ES VER, ES MIRAR, RECONOCER, ACOGER, ADMITIR, ACEPTAR, AMAR…


ASÍ SE SIENTEN MUCHAS PERSONAS. NO PINTAN PARA NADIE. INVISIBLES. TAMBIÉN YO PECO DE ESTO. NO CREAN…


El daño tan grande en sus vidas, y el bien tan grande de que lo hagamos.

Una cosa tan sencilla, pero tan enriquecedora, tan salvadora y sanadora


También vi en una película que los lobos se impriman, es decir, que serán fieles de por vida a la criatura que los acoja al comienzo de sus días. Y veo que es cierto y también con otros animales.


La Navidad es Dios que se hace hombre, se hace camino, se hace vecino, connatural nuestro, ésto lo oímos todos los años. Quiero recalcar este año: Dios se hace hombre para mirarnos, para sentirnos mirados y para mirarlo.


Déjate mirar por Dios. Muchos seguramente pensarán que Dios los mirará con decepción, con rabia, con furia, etc. Sin embargo, en la Biblia, Jesús miró a quien nadie miraba, y se sintió amada (María, de la que expulsó siete demonios). Y esa mirada de Jesús cautivaba, cautivó a los apóstoles, que lo dejaron todo. Era una mirada de ternura, de cariño, de amor. Dicen que la vista es el espejo del alma. La mirada de Dios, de Jesús, transparenta el inmenso amor. Al “joven rico”, lo miró con cariño. Déjate mirar por Dios.


Me acuerdo uno de los signos que a mi más me ha llegado en las vigilias misioneras de los mártires de Tazacorte: un espejo que se ponía justo al lago del santísimo expuesto, para que nos miráramos como nos mira Dios. Alguna conmoción interna hubo esa noche. 


Yo creo que no es algo que practicamos. Actuamos mucho con la cabeza, pensamos, pero no con el corazón, y no hacemos contemplación de la mirada de Dios.


Igualmente también es necesario que lo miremos. Un niño recién nacido. La Biblia es escueta en la descripción del principal misterio. No hace falta más. Ahí contenida toda la ternura del mundo. Como he dicho otros años y no importa repetir: para ganarnos el corazón.


DIOS SE HACE HOMBRE PARA QUE LO MIREMOS Y PARA SENTIRNOS MIRADOS POR ÉL.

jueves, 22 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 23 DE DICIEMBRE DE 2022

 Lc 1,57-66: Nacimiento de Juan Bautista.


A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.

A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan».

Y le dijeron:

«Ninguno de tus parientes se llama así».

Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.

Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.

Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:

«Pues ¿qué será este niño?».

Porque la mano del Señor estaba con él.


Contemplamos hoy el nacimiento de Juan el Bautista. Aunque el texto no dice nada, nos imaginamos que María sigue ahí, incluso en el día de la circuncisión. Ahora es cuando Isabel necesita más cuidados y ayudas.

Y como sucedió en los demás acontecimientos de Jesús y Juan el Bautista, tienen una fina sensibilidad para captar lo extraordinario que acontece en las cosas ordinarias de cada día.

Y es que algunas veces, damos por supuesto todo, y todo lo vemos natural, pero cualquier hecho del vivir, es algo extraordinario, porque vivir es un milagro.

En este caso, Juan es fruto del milagro de Dios, y por eso dice el texto que Dios había hecho una gran misericordia. Pero también, cada vida es un milagro.

Y podemos decir más, todo lo que acontece en nuestras vidas es porque Dios ha tenido una gran misericordia con nosotros.

Y la mano del Señor está con nosotros...

miércoles, 21 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 22 DE DICIEMBRE DE 2022

 Lc 1,46-56: El Poderoso ha hecho obras grandes en mí.


En aquel tiempo, María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,

"se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humildad de su esclava".

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:

"su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación".

Él hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

"derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia"

-como lo había prometido a "nuestros padres"-

en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».

María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.


María se alegra en Dios y se siente bendecida por su acción.

La acción de Dios siempre es en favor de los pobres.

La acción de Dios siempre es salvación.

La acción de Dios siempre es misericordia.

La acción de Dios siempre es para levantar lo caído.

La acción de Dios siempre se fija en la humildad.

María confió y se dejó hacer. Hagámoslo nosotros 

martes, 20 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE DICIEMBRE DE 2022

  Lc 1,39-45: ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.

Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».



Las cosas de Dios son siempre sorprendentes. María se sorprende ante la visita del ángel; Isabel ante la visita de María (y Jesús). Dios siempre sorprende porque supera nuestras expectativas. Y ésta es su visita, su venida, su abajamiento. Es por tanto, un día para agradecer sobremanera de la visita que nos hace a nosotros. 

lunes, 19 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 20 DE DICIEMBRE DE 2022

  Lc 1,26-38: Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.


En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:

«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:

«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:

«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, "porque para Dios nada hay imposible"».

María contestó:

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.



Papa Francisco: La Anunciación revoluciona la historia

En su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, el Pontífice se detuvo a considerar el misterio de la Anunciación, es decir el momento en el que cambia completamente la historia del hombre


Barbara Castelli – Ciudad del Vaticano

Un pasaje “difícil de predicar”

Un pasaje del Evangelio de Lucas (Lc 1, 26-38) “difícil de predicar”, en el que el “Dios de las sorpresas” cambia el destino del hombre. Así lo subrayó el Santo Padre en su homilía, durante la Misa celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.

El pasaje del Evangelio de Lucas que hemos escuchado nos relata el momento decisivo de la historia, el más revolucionario. Es una situación convulsa, todo cambia, la historia se invierte. Es difícil predicar sobre este pasaje. Y cuando en Navidad o en el día de la Anunciación profesamos la fe para decir este misterio nos arrodillamos. Es el momento en que todo cambia, todo, desde la raíz. Litúrgicamente hoy es el día de la raíz. La Antífona que hoy marca el sentido es la raíz de Jesé, “de la que nacerá un brote”. Dios se agacha, Dios entra en la historia y lo hace con su estilo original: una sorpresa. El Dios de las sorpresas nos sorprende una vez más.

El Pontífice durante su homilía releyó el Evangelio del día a fin de que la asamblea pudiera reflexionar acerca de la envergadura del Anuncio.  

Para Dios no hay nada imposible

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios no hay nada imposible”. Entonces María contestó: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el ángel se retiró.


domingo, 18 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 19 DE DICIEMBRE DE 2022

 Lc 1,5-25: Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.


En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.

Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.

Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

Pero el ángel le dijo:

«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elias, "para convertir los corazones de los padres hacia los hijos", y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».

Zacarías replicó al ángel:

«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada».

Respondiendo el ángel, le dijo:

«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».

El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.

Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa.

Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo:

«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mí para quitar mi oprobio ante la gente».


Hoy contemplamos como Dios tiene misericordia con Zacarías e Isabel. Ese es el significado del nombre de Juan.

Hay una palabra que también vimos ayer: "justos". Es una palabra que hoy en día está en crisis. En aquel momento no significaba la justicia distributiva o romana de "dar a cada uno lo suyo", sino que hacía referencia al atributo divino de la justicia. Hace referencia a la "santidad", que para nosotros, después del anuncio de Jesucristo hace referencia a la "misericordia".

Esa justicia-santidad estamos llamados a vivir cada uno de nosotros. Es el don que nos vino a traer Jesús. Vivámoslo.

jueves, 15 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 16 DE DICIEMBRE DE 2022

  Jn 5,33-36: Juan es la lámpara que arde y brilla.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:

–«Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.»


En un largo discurso de Jesús sobre el testimonio deriva en el de Juan. Y Juan era testigo de la verdad. Y Juan fue un testimonio creíble, coherente, pero él da testimonio de Jesús, que es la verdad. Juan era una lámpara y Jesús es la luz. 


Nos lo podemos plantear de tantas acciones, de tantas espiritualidades en las que nos podemos encandilar, pero nos quedamos en el encandilamiento, y no llegamos a Jesús.


El mismo Jesús lo dio a entender a Pedro cuando estaba extasiado en El Monte Tabor.

Todo tiene término en Jesús.

Todo tiene que llegar a Él. 

Todo tiene que apagarse para que brille la luz verdadera.

Y no nos lleva a Él, entonces, esa luz tenderá a apagarse, porque no puede sostenerse por sí mismo y porque no tiene relación en sí misma. Toda luz procede de la gran Luz. 


En estos días las calles están inundadas de luz, luz que nos alegra, que nos lleva al recuerdo de una fiesta: la Navidad; pero que no necesariamente nos lleve a la Natividad.

Igual que estas luces, en este siglo XXI, globalizado, no nos dejemos encandilar por llamadas, espiritualidades, revelaciones, interpretaciones, sino sólo por Él. Dicen los médicos que los ojos no están hechos para dejarse encandilar por el sol, que los podría dañar.


Nuestra vida sólo está preparada para dejarnos encandilar por Jesús, las demás luces, pueden dañar los ojos de la fe.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 15 DE DICIEMBRE DE 2022

  Lc 7,24-30: Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor.


Cuando se marcharon los mensajeros de Juan, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan:

-«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con lujo? Los que se visten fastuosamente y viven entre placeres están en los palacios.

Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. El es de quien está escrito:

"Yo envío mi mensajero delante de ti

para que prepare el camino ante ti."

Os digo que entre los nacidos de mujer nadie es más grande que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él.»

Al oírlo, toda la gente, incluso los publicanos, que habían recibido el bautismo de Juan, bendijeron a Dios. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.


Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor. Juan nos avisa que el Mesías está próximo, por lo tanto, debemos prepararnos.


Juan nos viene a traer la esperanza de las promesas que se van a cumplir. El pueblo puede entonces alegrar su corazón porque ha merecido la espera. 


Juan prepara el camino del Señor creando la expectación en el pueblo. 

Juan prepara el camino del Señor con la conversión de las personas a través del bautismo.

Juan prepara el camino del Señor con su radicalidad.


Estemos expectantes nosotros, para que el Señor pueda venir en nosotros. 

martes, 13 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE DICIEMBRE DE 2022

  Lc 7,19-33: Anunciad a Juan lo que habéis visto y oído.


En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor:

–«¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»

Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron:

–«Juan, el Bautista, nos ha mandado a preguntarte: "¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?"»

Y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.

Después contestó a los enviados:

–«Id a anunciar a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Y dichoso el que no se escandalice de mí.»


La evangelización no es teorizar, filosofar, sino simplemente contar la experiencia, la vida que he experimentado. La fe es una vida compartida. La fe es una relación. Por ello, anunciemos lo que hemos visto y oído.


Ello implica estar más atento, tener el oído más fino, entrar en las profundidades de mi vida. Ir a lo profundo, no a la superficie, en la que muchas veces podemos confundir la voz de Dios con otras voces, con otras llamadas. Muchas veces, suelen ser mis intereses, opciones, sensaciones, pero no las de Dios.


En esto consiste el discernimiento, en descubrir la voluntad de Dios. 


Por eso, simplemente, busquemos a Dios y su voluntad. Y anunciemos esa vida en nosotros. 

lunes, 12 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 13 DE DICIEMBRE DE 2022

  Mt 21,28-32: Vino Juan, y los pecadores le creyeron.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a ancianos del pueblo:

- «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." El le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor. " Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»

Contestaron:

- «El primero.»

Jesús les dijo:

- «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»


¿Qué nos parece?...El Señor nos invita a la conversión y a no posponerla. Es nuestra mayor inversión. Nosotros somos los que le hemos dado el SI al Señor al ser bautizados, al ir a misa, al confesarnos, al estar en un grupo de formación...pero muchas de nuestras actitudes hacia Dios y los hermanos son más de un NO que de un SI. 

Quizá nos hemos acomodado y no nos hemos dejado renovar por la perenne efusión del Espíritu Santo. Nos hemos acostumbrado a Dios, que siempre es novedad.

Sin embargo, hasta los publicanos y las prostitutas nos aventajan, porque están afianzados en la novedad del perdón de Dios.

Aprendamos de María y apoyémonos en ella, que es la mujer del SI. 

domingo, 11 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 12 DE DICIEMBRE DE 2022

 Mt 21,23-27: El bautismo de Juan ¿de dónde venía?


En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:

«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».

Jesús les replicó:

«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».

Ellos se pusieron a deliberar:

«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».

Y respondieron a Jesús:

«No sabemos».

Él, por su parte, les dijo:

«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».


Esta pregunta sobre la autoridad me recuerda la misma pregunta que escuchábamos ayer domingo de labios de Juan el Bautista: "Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro".

Creo que el camino es del de la fe, es decir, el de la confianza. Por eso Jesús desiste de estar explicándole a ellos. Cuando no hay capacidad de apertura...no hay nada que hacer.

No seamos como los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo, y pongamos a Jesús en una continua demostración. Simplemente Adora y Confía.

jueves, 8 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 9 DE DICIEMBRE DE 2022

  Mt 11,16-19: No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«¿A quién compararé esta generación?

Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: 

“Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; 

hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.

Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».


Jesús, habla de manera algo escéptica porque esta generación no aceptan nada bueno de lo que tienen.


No hay peor ciego que el que no quiere ver. Uno de los mayores obstáculos es la cerrazón de la mente. Estar sólo centrados en nosotros y lo que somos y lo que tenemos, y lo que podemos (más bien no podemos) hacer. 


Permíteme, que cite a continuación un extracto de la alocución del Papa en el día de anteayer, día de la Inmaculada: “María no se atribuye prerrogativas, no reclama nada, no atribuye nada a su mérito. No siente autocomplacencia, no se exalta. Porque en su humildad sabe que todo lo recibe de Dios. Por tanto, está libre de sí misma, completamente orientada a Dios y a los demás. María Inmaculada no tiene ojos para sí misma. Aquí está la verdadera humildad: no tener ojos para uno mismo, sino para Dios y para los demás”.

lunes, 5 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO 6 DE DICIEMBRE DE 2022

 Mt 18,12-14: Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.»


Este Dios que veíamos en Jesús que hace cosas maravillosas, ahora la liturgia nos invita a fijarnos en esta parábola que nos narra él mismo para hablarnos del centro del corazón de Dios, un corazón de PADRE.


Un corazón por el cual no quiere que se pierda ninguno de los pequeños.

Un corazón abajado.

Un corazón luchador.

Un corazón tierno.

Un corazón grande.

Un corazón misericordioso.


Toda la Biblia, toda la vida cristiana tenemos que encuadrarla desde esta premisa máxima.


No quiere que se pierda nadie, especialmente los pequeños. 

¡Qué grande, maravillosa la Navidad! Celebramos el corazón de Dios que se encarna, se materializa y se concreta.

domingo, 4 de diciembre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 5 DE DICIEMBRE DE 2022

  Lc 5,17-26: Hoy hemos visto cosas admirables.


Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar.

Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo:

-«Hombre, tus pecados están perdonados.»

Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar:

-«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?»

Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó:

-«¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir "tus pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"?

Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa.»

El, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.

Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor:

-«Hoy hemos visto cosas admirables.»



Hoy hemos visto maravillas. Eso es lo que quisiéramos ver cada día, y quizá pensaríamos que así creeríamos todos. Pero ni en la época de Jesús pudieron seguirle en todo momento incluso los que fueron testigos del milagro más famoso: la multiplicación de los panes y los peces.


El caso es que tenemos que afinar la mirada, porque cada día vemos, palpamos maravillas: poder ver, poder oír, poder sentir, poder vivir, etc.

Hay milagros y maravillas que suceden en nuestro día a día, y el problema es que nos hemos ido acostumbrando a ellas.


El milagro mayor es el de la Eucaristía.

El milagro del Dios que se hace pan.

El milagro de un Dios que se fija en los hombres.

El milagro del acercamiento de Dios a los hombres.

El milagro de la misericordia de Dios con nosotros.

El milagro del servicio de Dios a los hombres.

El milagro del Dios que hace fuertes a los débiles y débil a los fuertes.

El milagro del Dios que derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.

El milagro del Dios que hace posible que los pobres sean los bienaventurados. 

El milagro…y así podríamos decir tantas y tantas de las acciones de Dios en favor de los hombres, que son maravillosas.