viernes, 28 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 28 de Febrero

Mc 10,1-12: Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba.

Se acercaron unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba:

-¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?

El les replicó:

-¿Qué os ha mandado Moisés?

Contestaron:

-Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.

Jesús les dijo:

-Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. El les dijo:

-Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.

Reflexión

Jesús comienza el camino a Jerusalén y ahora todo se entiende desde la cruz y la resurrección. Los fariseos quieren ponerlo a prueba y le hacen una pregunta que sigue siendo actual: por la indisolubilidad del matrimonio. La respuesta de Jesús encaja en esta afirmación del cardenal Martini: "la Iglesia no satisface expectativas, celebra misterios". Jesús no se deja llevar por la presión ni por la moda, sino que nos lleva al proyecto original de Dios para con nosotros y con la humanidad: nuestra vocación es el AMOR y la COMUNIÓN.
Hemos nacido para eso y es posible, tanto como familias, tanto como sociedad. Sin embargo, tenemos que vencer el egoísmo ("por vuestra terquedad"), que lo arrincona.
Tenemos que verlo también desde la Cruz y Resurrección de Jesús, ya lo decía al principio. Sólo el amor total es engendrador de vida y de nuevas relaciones.
¡No renunciemos a amar con todo nuestro ser a nuestros hermanos!

jueves, 27 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 27 de Febrero

Mc 9,41-50: Más te vale entrar manco en la vida que ir con las dos manos al infierno.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa.

El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar.

Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al abismo, al fuego que no se apaga.

Y si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al abismo.

Y si tu ojo te hace caer, sacátelo: más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al abismo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

Todos serán salados a fuego.

Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis?

Repartíos la sal y vivid en paz unos con otros.

Reflexión

Después de poner a los niños como modelo del cristiano, también ahora sale en su ayuda advirtiéndonos que a los pequeños en la fe tenemos que ayudarlos a caminar. 
El escándalo la que se refiere no es el ejemplo. Se refiere a ser objeto de tropiezo. Por eso, comienza las frases siguientes con la expresión "te hace caer".
Lo importante es que caminemos y si tropezamos, volvamos a levantarnos. Que también ayudemos a caminar y levantar a otros.
Hagamos cómo Jesús, volcado con los "niños", volcado en hacer la voluntad del Padre.


miércoles, 26 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 26 de Febrero

Mc 9,38-40: El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:

-Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.

Jesús respondió:

-No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

Reflexión

Tengo que limpiar mi mirada para no ver al mundo y a los otros como rivales. ¿Podemos decir que sólo nosotros somos "los nuestros". Es como sí en nuestra casa, como estamos siempre cerca de nuestros padres o los ayudamos más, o les hacemos más caso, pretendemos pensar que ellos nos quieren más a nosotros y no quieren al hijo que les salió rebelde. Tenemos la demostración en la parábola del padre misericordioso o del hijo pródigo.
Para Dios, todos somos su pueblo, su rebaño. Y Él hace sale el sol sobre buenos y malos. Él derrama su gracia por todo el mundo.
No nos cerremos, muchas veces nuestro mundo es nuestro grupo. Abrámonos al otro. El otro no es un rival sino un hermano.

martes, 25 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 25 de Febrero

Mc 9,30-37: El Hijo del hombre va a ser entregado.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía:

-«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.»

Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó:

-«¿De qué discutíais por el camino?»

Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:

-«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»

Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:

-«El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.»

Reflexión

No entendían aquello, y tampoco lo seguimos entendiendo. No entiendo que el camino de la cruz sea el camino de la libertad y de la liberación.
No entendemos como Dios permitió que su Hijo muriese en la cruz pudiendo salvarnos de otra manera. De igual modo, no entendemos tantas enfermedades, tantas muertes. Las aceptamos, "con resignación", pero con una desconfianza de que ese fuera el camino mejor para esa persona en concreto.
Por ello, nos dice de ser el último y no el primero.
Tenemos que hacer la experiencia de ir a los últimos, a los desheredados, donde de una manera especial está Dios, donde se puede apreciar mejor, donde incluso nos veremos más realizados.
Le pido al Señor que me haga vencer la inercia de lo fácil y "evidente", para buscar lo último donde tu estas...


lunes, 24 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 24 de Febrero

Mc 9,14-29: Tengo fe, pero dudo, ayúdame.

En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó:

-«¿De qué discutís?» 

Uno le contestó: 

-«Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»

Él les contestó: 

-«¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.» 

Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: 

-«¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?» 

Contestó él: 

-«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos.» 

Jesús replicó: 

-«¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.» 

Entonces el padre del muchacho gritó: 

-«Tengo fe, pero dudo; ayúdame.» 

Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: 

-«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él.» 

Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: 

-«¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?» 


Él les respondió: 

-«Esta especie sólo puede salir con oración.»

Reflexión

Es curioso que Jesús se queja de la falta de fe de los discípulos, que eran los que lo habían dejado todo...y sin embargo, expulsa el demonio con la fe "dudante" del padre del niño. 
Y es que muchas veces confundimos la fe en tenerlo todo claro, en ver, sentir, experimentar...y nos podemos dar contra la pared, porque la fe es la capacidad para transitar en medio de la oscuridad, de ahí la expresión del padre, creo pero dudo, ayúdame. Es más, es un signo claro de la fe, al igual que este aforismo sobre la sabiduría (el sabio es el que sabe lo que no sabe). Sólo aquel que tiene un grado grande de fe, puede descubrir todo el trecho que le falta por caminar, y por eso, descubre su poca fe.
¿Somos nosotros de los que nos sentimos seguros?

viernes, 21 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 21 de Febrero

Mc 8,34-9,1: El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.

En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: 

-«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿0 qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mi y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.» 

Y añadió: 

-«Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.» 


Reflexión 


Cuando oímos estas palabras y no las entendemos o nos parecen duras, es que no Le hemos conocido a Él. No es una exigencia, sino una consecuencia natural. Si no somos capaces de dejarlo todo, es que no le hemos conocido. Sirva esto de termómetro. Como dice la canción: "es imposible conocerte y no amarte, amarte y no seguirte".
Él es el gran tesoro escondido en el campo. Por Él merece la pena dejarlo todo, merecen todos los esfuerzos, todos los sufrimientos,...TODO.
Yo le pido todos los días, poderle conocer, y descubrir la grandeza, la belleza y la alegría de su gran amor.

jueves, 20 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 20 de Febrero

Mc 8,27-33: Tú eres el Mesías. El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: 

-«¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos le contestaron: 

-«Unos, Juan Bautista; otros, Ellas; y otros, uno de los profetas.»

Él les preguntó: 

-«Y vosotros, ¿quién decís que soy?»

Pedro le contestó: 

-«Tú eres el Mesías.»

Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: 

-«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.»

Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: 

-«¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!»

Reflexión 

¿Quién es Jesús para mi?
Es la pregunta más importante que nos pueden hacer a nosotros. La pregunta que llega hasta lo más íntimo de nosotros. La pregunta que desnuda totalmente nuestra alma. En esta pregunta está contenida el sentido de la vida, de la felicidad, de la realización personal, de la sed de plenitud...
En esta pregunta se juega toda la vida.
Muchas veces vivimos rehuyendo esta pregunta o intentando responder superficialmente...claro, y así ¡vamos tirando!. De esta manera la vida no es un regalo, sino una suma de acontecimientos buenos, agradables, placenteros y felices que queremos repetir; y acontecimientos duros, dolorosos, embarazosos, que queremos rehuir o rechazar. No hay una línea continúa o conexión entre ambas.
Hagámonos seriamente esta pregunta, no importandonos lo que encontremos. Desnudemos nuestra alma, y seamos sinceros con nosotros mismos. Podrá ser el comienzo de una nueva vida.


miércoles, 19 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 19 de Febrero

Mc 8,22-26: El ciego estaba curado y veía todo con claridad.

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase. Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en lo ojos, le impuso las manos y le preguntó:

- ¿Ves algo?

Empezó a distinguir y dijo:

- Veo hombres; me parecen árboles, pero andan.

Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad. Jesús lo mandó a casa, diciéndole:

- No entres siquiera en la aldea.

Reflexión

Jesús curó a un ciego, como a tantos otros. Pero en este caso, me llama la atención que lo cura por etapas. Primero lo saca de la aldea: me recuerda aquello de Abrahan ("sal de tu tierra"), o del propio Jesús ("quien me sigue y continúa mirando atrás, no es digno de mi").
Por otro lado la curación es por etapas. Esto nos da realismo. Muchas veces en el evangelio vemos curaciones instantáneas, y muchas veces nos afanamos en nuestra conversión y que sea total e instantánea. Sin embargo, Jesús permite que el ciego vea poquito al principio, que pueda distinguir las imágenes, para luego ir mejorando su visión en el contacto posterior.
Sea así nuestra conversión, no es un proceso, es un estado. Estamos en conversión siempre, siempre podemos mejorar nuestra visión de Dios, nuestra vida, nuestra entrega, en la medida que el Señor nos vaya haciendo más suyos y nosotros confiemos.

martes, 18 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 18 de Febrero

Mc 8,14-21: Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.

En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les recomendó: 

-«Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.»

Ellos comentaban: 

-«Lo dice porque no tenemos pan.»

Dándose cuenta, les dijo Jesús: 

-«¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?»

Ellos contestaron: 

-«Doce.»

-«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?»

Le respondieron: 

-«Siete.»

Él les dijo: 

-«¿Y no acabáis de entender?»


Reflexión

Un día Jesús nos dijo que teníamos que ser levadura en la masa, para fermentarla y hacer un buen pan. Hay levaduras buenas y malas. La de los fariseos y la de Herodes es mala. Es mala porque sólo piensan en ellos, porque sólo se fijan en el exterior, en la apariencia uno van a la raíz. Es mala porque hay mala intención, porque pretenden comprar a Dios con las acciones "sin corazón" que hacen.
¿Cómo es nuestra levadura? ¿Así, o como la de Jesús?. Si es así, el pan que fermentaríamos sería indigesto y nocivo para la salud.


viernes, 14 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 14 de Febrero

Lc 10,1-9: La mies es abundante y los obreros pocos.

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:

-La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «Está cerca de vosotros el reino de Dios».

Reflexión

Hoy, cuando la inmensa mayoría de la gente celebra San Valentín y el día de los enamorados (celebración reciente, aunque san Valentín , el santo, es muy antiguo), la iglesia en Europa celebra con gran solemnidad la Fiesta de San Cirilo y San Metodio, y los nombró sus patronos.
Ellos han sido evangelizadores sobretodo de los pueblos eslavos.
En este día que proclamamos este evangelio, que pedimos al dueño de la mies que envíe obreros a su mies, hagamos nuestra esa petición.
Pidamosle al Señor que envíe obreros, no sólo sacerdotes, sino cristianos comprometidos que evangelicen nuestro mundo, que lleven el AMOR DE DIOS (amor de los amores) con su vida a este mundo. Necesitamos hoy más que nunca, testigos de su amor.
Pidamosle también que nosotros escuchemos su llamada para "salir".


jueves, 13 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 13 de Febrero

Mc 7,24-30: Los perros, debajo de la mesa comen las migajas que tiran los niños.

En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa, procurando pasar desapercibido, pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró en seguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. Él le dijo: 

-«Deja que coman primero los hijos. No está bien echarles a los perros el pan de los hijos.»

Pero ella replicó: 

-«Tienes razón, Señor; pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños.»

Él le contestó: 

-«Anda, vete, que, por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija.»

Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.

Reflexión 

Una lección de fe la de esta mujer. Jesús la puso a prueba y aún así, su fe no se tambaleó.
Una fe grande la de esta mujer a pesar de ser pagana. Me da ejemplo. Los hijos, al tener comida todos los días, se acostumbran a ella y no la valoran. Sin embargo, muchas veces los perros valoran más los fiscos que caen de la mesa.
Nos puede pasar con Dios, nos podemos "acostumbrar" a Dios. Esta afirmación es una falacia, porque Dios es el "totalmente otro" y. Unca lo conoceremos del todo y menos acostumbrarnos. En todo caso, nos habremos acostumbrados a su imagen.
Que el episodio de esta mujer nos despierte para no acostumbrarnos a Dios, para valorar la comida que nos da (Eucaristía) y para estar abiertos a otros, que desde lejos, pueden estar más abiertos a su gracia.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 12 de Febrero

Mc 7,14-23: Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.

En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: 

-«Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo: 

-«¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina.»

Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió: 

-«Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»

Reflexión 

Estas primeras palabras del evangelio de hoy nos revuelve totalmente por dentro. Y es que de dentro sale lo bueno y lo malo. Muchas veces nos escudamos de las situaciones, de los otros...al fin y al cabo, el pecado no es ir contra los demás, sino ofender a Dios por no elegirlo y rechazarlo. En cada momento, estamos rechazando o eligiendo a Dios. Él nos ha dado esa libertad.
Fíjate que podemos hacer buenas acciones, pero llenas de mala intención. Esas acciones no serían justificadas ante Dios.
Al fin y al cabo, somos templo del Espíritu Santo, y tenemos toda la responsabilidad detrás de nuestras acciones.
Por eso son dichosos los limpios de corazón.


martes, 11 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 11 de Febrero

Mc 7,1-13: Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.) Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: 

-«¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»

Él les contestó: 

-«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»

Y añadió: 

-«Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas.»

Reflexión

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios...
Estas palabras están dichas para mi. Muchas veces, me emperro en hacer y cumplir normas, leyes y me olvido de la música de fondo de nuestra vida: el amor.
Estamos cayendo en un neo-fariseísmo. Y Jesús nos recuerda que sólo el mandamiento de Dios puede iluminar y dar contenido a todo lo demás. Que no sirve de nada todo lo que hagamos si no está bañado en el amor.
Ya lo decía San Agustín: "ama y haz lo que quieras...".
Y Pablo VI en la Evangelium Nuntiandi: "no tenemos derecho a evangelizar a quien no amamos".
Dediquémonos a amar.


lunes, 10 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 10 de Febrero

Mc 6,53-56: Los que le tocaban se ponían sanos.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, terminada la travesía, tocaron tierra en Genesaret y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaban los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.

Reflexión

Los que le tocaban quedaban sanos. ¡Qué sencillez, qué cercanía, con sólo tocarlo!. Muchas veces hemos teorizado mucho con Dios, Jesús y la fe y lo hemos alejado de la vida, del contacto.
Y sin embargo, Jesús es lo más humano, sencillo, sensible y profundo a la vez.
No renunciemos a ser humanos, con todo lo que ello conlleva. Lo humano nos lleva a  Dios. Ya lo dijo un teólogo de Jesús: "tan humano, que sólo podía ser Dios"

viernes, 7 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 7 de febrero

Mc 6,14-29: Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.

En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: 

-«Juan Bautista ha resucitado, y por eso los poderes actúan en él.»

Otros decían: 

-«Es Elías.»

Otros: 

-«Es un profeta como los antiguos.»

Herodes, al oírlo, decia: 

-«Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.»

Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: 

-«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»

Y le juró: 

-«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»

Ella salió a preguntarle a su madre: 

-«¿Qué le pido?»

La madre le contestó: 

-«La cabeza de Juan, el Bautista.»

Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: 

-«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»

El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Reflexión

El plan de adiós se realiza y Juan lo supo interpretar...conviene que yo mengüe...
Y lejos de fracasar, sigue avanzando... Y Juan es el mayor de los hijos de mujer...y en el Reino de los Cielos es el menor. El triunfo de la verdad y del amor.
No nos dejemos llevar por los fracasos externos, sino sólo por la voluntad de Dios.
Jesús es el que tiene la última palabra y está sólo es salvación para todos.

jueves, 6 de febrero de 2014

Comentario al 6 de febrero

Mc 6,7-13: Los fue enviando.

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió:

-«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»

Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Reflexión

Me llama la atención que pronto los envía Jesús. ¡Estamos todavía en el capítulo 6 del evangelio de San Marcos!.
¡Qué poca preparación tendrían!. Sin embargo, Jesús lo recalca: no llevéis nada...
Será una prueba fuerte de lo que tenemos que llevar...solamente nuestra experiencia de vivencia con Él, y claro, ahí estamos todos un poco flojos.
Si nos preguntaran sobre los mandamientos de Dios o de la Iglesia, sobre el Credo, sobre las normas de la Iglesia, de eso habríamos respondido con creces.
Sin embargo, tendremos que hablar de Él, de lo profundo de nuestra intimidad con Él.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 5 de Febrero

Mc 6,1-6: No desprecian a un profeta más que en su tierra.

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:

-« ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»

Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía:

-«No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Reflexión 

No pudo hacer allí ningún milagro. Los milagros son signos de que el Reino de Dios ha llegado. En aquel sitio, no pudo hacer ninguno por la falta de fe.
La fe no es creer unas verdades sino creer en "alguien". Ese alguien es Dios Trinidad. Jesús es el Verbo, la manifestación de la Trinidad.
La fe es una actitud del hombre, y es personal, podemos ayudar a creer, dar razones por las que creer... Pero al final, creer es un acto de libertad, de confianza, de valentía. Es dejarse abrazar por el amor de Dios y responder.
Ese es el gran problema (o maravilla) del hombre: no se impone creer. 
Y eso es lo que le paso a Jesús. No creyeron en Él.
Al final, nuestra vida se define por la fe, por la abertura a Dios y a su plan de salvación.
Si no creemos, su gracia no penetra en nosotros y nosotros puede realizar "milagros" o (obras grandes como en María) en nosotros.
Seamos creyentes, la acción de Dios depende de nosotros...

martes, 4 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 4 de Febrero

Mc 5,21-41: Contigo hablo, niña, levántate.

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago.

Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia:

-Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.

Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba.

Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años.

Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor.

Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con solo tocarle el vestido, curaría.

Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado.

Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando:

-¿Quién me ha tocado el manto?

Los discípulos le contestaron:

-Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: «¿quién me ha tocado?»

El seguía mirando alrededor, para ver quién había sido.

La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo.

El le dijo:

-Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.

Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:

-Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?

Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:

-No temas; basta que tengas fe.

No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.

Llegaron a casa del jefe de la sinagoga Y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.

Entró y les dijo:

-¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta, está dormida.

Se reían de él.

Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:

-Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).

La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar -tenía doce años-.

Y se quedaron viendo visiones.

Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Reflexión


Dicen que de humanos es errar y de sabios rectificar. Que suerte tenemos los cristianos de tener a Jesús que nos levante siempre. No importa cual sea la situación, Él es capaz.
Déjate levantar por Él. Nos dice: Levántate...
Hay un detalle, tanto en la mujer como en la niña se menciona una cantidad de años: 12. Esta cifra se utiliza para mencionar al pueblo judío, las doce tribus y el nuevo pueblo con los doce apóstoles. No se por que habrá situado esa cantidad, si es por alguna intención o...
Aunque en la Biblia, nada esta puesto por casualidad, todo tiene un sentido.
Pensando, me sugiere que para este pueblo nuevo que somos nosotros, Él es que le da vida, el que lo sostiene, el que lo resucita, el que lo ilumina.
Sólo podremos avanzar como pueblo de Dios (Iglesia), si lo hacemos de su mano.

lunes, 3 de febrero de 2014

Comentario al evangelio del 3 de febrero

Mc 5,1-20: Espíritu inmundo, sal de este hombre.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago en la región de los Gerasenos.

Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en las tumbas, un hombre poseído de espíritu inmundo -ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo.

Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras.

Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello:

-¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes.

Porque Jesús le estaba diciendo:

-Espíritu inmundo, sal de este hombre.

Jesús le preguntó:

-¿Cómo te llamas?

El respondió:

-Me llamo Legión, porque somos muchos.

Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.

Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte.

Los espíritus le rogaron:

-Déjanos ir y meternos en los cerdos.

El se lo permitió.

Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago.

Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en el campo. Y la gente fue a ver qué había pasado.

Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio.

Se quedaron espantados.

Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos.

Ellos le rogaban que se marchase de su país.

Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía.

Pero no se lo permitió, sino que le dijo:

-Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia.

El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

Reflexión

Esta situación del evangelio me suena a la de muchas personas y situaciones en nuestra sociedad. Tantas esclavitudes, tantos cepos que nos impiden ser personas y denigran nuestra dignidad. Jesús actuó en favor de la dignidad de este hombre, lo liberó.
A nosotros nos corresponde lo mismo: buscar la liberación de las personas, luchar por su dignidad.
Tenemos que ser valientes y confiar en el Señor, porque está misión tendrá fuerte oposición. Pero Jesús juega en nuestro equipo, sólo Él es capaz de vencer incluso "a una Legión".