jueves, 28 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 29 DE ENERO DE 2021

 Mc 4,26-34: Echa simiente, duerme y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.


En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: 

-«El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.» 

Dijo también: 

-« ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.» 

Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.


El Reino de Dios se parece…

Con ésta, entramos en una serie de comparaciones sobre el Reino de Dios. Son comparaciones de crecimiento, humildad, confianza ilimitada.

En este caso, nos quedamos con la primera.

El Reino de Dios necesita de nosotros, de nuestra entrega, de nuestro testimonio, etc. Pero no tiene dependencia de nosotros. Igual que las semillas no las vemos crecer, sino crecidas, así también es el Reino de Dios, por lo general no vemos crecimiento, pero Dios va haciendo su obra en el interior de las personas. Tengo confianza, que no significa que estemos de brazos cruzados. El Reino es de Dios, y Él lo hace crecer continuamente, a pesar nuestro. 

miércoles, 27 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE ENERO DE 2021.

Mc 4,21-25: El candil se trae para ponerlo en el candelero. La medida que uséis la usarán con vosotros.


En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre:

-«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Les dijo también:

-«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»


Estos versículos completan e iluminan la parábola del sembrador comentada y meditada ayer.

Salió el sembrador a sembrar. La semilla es para sembrarla, si no, no sirve de nada. La luz es para iluminar. Los cristianos son para comunicar la vida nueva de Jesús.

Si no, todo se vuelve insípido e incluso raro: una luz que no ilumine, etc.

Siéntete urgido a comunicar los dones que Dios te ha regalado.

Siéntete urgido a comunicar la vida nueva de Jesús.

Siéntete urgido a comunicar el amor de Dios que te envuelve.


P.D. no te olvides que la luz que usas para iluminar a los demás, te ilumina a ti mismo. 

martes, 26 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE ENERO DE 2021

 Mc 4,1-20: Salió el sembrador a sembrar.


En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar:

-«Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»

Y añadió:

-«El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo:

-«A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen. "»

Y añadió:

-«¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»


Salió el sembrador a sembrar…

Aquí está la clave del texto, la siembra de Dios, el trabajo de Dios. Dios siembra la Palabra. Continuamente en nosotros.

Fijémonos en Él, fijémonos en su siembra: abundante, generosa y en todo lugar y tiempo. Más de lo que pensamos. Incluso siembra donde no se espera recoger. Quizá si Él puede ser capaz de recoger donde no se puede. 

lunes, 25 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE ENERO DE 2021

 Mc 3,31-35: El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.


En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo:

-«Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.»

Les contestó:

-«¿Quienes son mi madre y mis hermanos?»

Y, paseando la mirada por el corro, dijo:

«-Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.»


Jesús sigue poniendo las bases de la vida y espiritualidad cristiana. Y ésta no es otra sino seguir a Jesús. El seguimiento de Jesús se concreta precisamente en el cumplimiento de la voluntad de Dios.

María (su madre), destaca en ello, siempre a la escucha de la voluntad de Dios.

Esta voluntad de Dios no se me presenta como un sobre con unas instrucciones cada día. Es verdad que la Palabra meditada cada día, nos va dando las pistas de esta voluntad de Dios. Hace falta también del momento de la oración, un rato sosegado donde podemos ir desentrañando en nuestra vida esta Palabra dicha para mí (meditaba todo en su corazón)

Y muchas veces, es particularmente difícil cumplir la Palabra. Hace falta, no sólo de la escucha sino también de la confianza en Dios de que esa voluntad es salvífica para mí. 

domingo, 24 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE ENERO DE 2021. CONVERSIÓN DE SAN PABLO.

 Mc 16,15-18: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.


En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:

-«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado.

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»



Fiesta de la Conversión de San Pablo y último día de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.


La Iglesia nos presenta hoy el texto del envío misionero de Jesús.

Contemplando al gran “apóstol de los gentiles” no podemos rehuir la llamada de Jesús. Precisamente este fin de semana la Iglesia nos ofrecía la llamada de Jesús a ser pescadores de hombres.


Consideremos “el mundo entero” que nos corresponde, al que Jesús nos envía. Podrían ser todas las personas con las que tenemos contacto sin excluir a nadie al prejuiciarlo, dado que el mensaje es para todos. En mi trabajo, en el bar, en la guagua, en la peluquería, cola del banco, etc. 


Consideremos lo que estamos haciendo para anunciarlo. Como es mi actitud en ese ambiente. En que estoy contribuyendo, en que estoy sirviendo. 


Consideremos que lugar ocupan en mi corazón y en mis acciones los más pobres. Pobres de dinero, de cualidades, de situaciones, etc.


Pidámosle al Señor, poder ser su instrumento para poder anunciarlo “al mundo entero”

viernes, 22 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 22 DE ENERO DE 2021. FESTIVIDAD DE SAN VICENTE MÁRTIR.

 Mc 3,13-19: Fue llamando a los que él quiso y los hizo sus compañeros.


En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.


Se constituye el grupo de los 12. Me quiero fijar en dos cosas: “llamó a los que quiso” y “los hizo sus compañeros”.

Llamó a los que quiso. En primer lugar vemos que la iniciativa es de Jesús. Jesús es el que llama, nos llama. El que nos quiere llamar.

Los cristianos somos los “llamados de Jesús”. Pero podrás pensar, si llama a todos, no es a los que quiso. Sin embargo, llamó a los que quiso, porque cada llamada es personal e intransferible. La llamada es nuestra vocación, nuestra vida, nuestra salvación.


En segundo lugar, los hizo sus compañeros. Es el primer componente de la llamada, ser sus compañeros. Estar con Él, conocerle, ser sus compañeros. Pero incluso, cuando salimos a predicar, somos sus compañeros, por lo que no vamos solos nunca.

miércoles, 20 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE ENERO DE 2021. SANTA INÉS

 Mc 3,7-12: Los espíritus inmundos gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios", pero él les prohibía que lo diesen a conocer.


En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacia, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.


Al comienzo de su vida pública, este enseñar nuevo, con autoridad y los milagros que hace, atrae a muchedumbres. Sin embargo, sólo los espíritus inmundos sabían quién es.

De manera sencilla, me pregunto por qué sigo a Jesús. 

¿Sigo a Jesús porque me encandila su manera de hablar y actuar?. Esto puede ser un primer nivel de seguimiento. 

¿Sigo a Jesús porque me puede ayudar en lo que necesito?

Estamos comenzando este tiempo ordinario. Aunque comenzó diciendo: “se ha cumplido el plazo”; conviene que vayamos poco a poco, contemplando a Jesús, sus palabras, gestos, miradas, para que podamos acceder a Dios. Pero tengamos como horizonte que tenemos que llegar al reconocimiento de su divinidad y postrarnos ante Él, como hicieron los espíritus inmundos.

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 20 DE ENERO DE 2021

 Mc 3,1-6: ¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre?


En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenia la parálisis:

-«Levántate y ponte ahí en medio.»

Y a ellos les preguntó:

-«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»

Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre:

-«Extiende el brazo.»

Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.


En el texto de hoy vemos como Jesús cura a un hombre que tiene parálisis en un bazo.

Pero lo importante, no es la curación en sí, sino la idea, la concepción que está subyaciendo. Llevamos varios días en los que se plantean preguntas con contenido parecido.

Ya solo la pregunta que le hacen a Jesús, demuestra la parálisis. De manera que la parálisis en realidad no es en esta persona, sino de los que estaban al acecho, para “acusarlo”. 

Hoy hablamos de parálisis cerebral. Y yo me atrevo a añadir, parálisis afectiva, parálisis social, parálisis espiritual.

Puede ser un día en el que pensemos, lo pongamos en Dios, cuáles son mis parálisis. 

lunes, 18 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 19 DE ENERO DE 2021

 Mc 2, 23-28: El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.


Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron:

-«Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»

Él les respondió:

-« ¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.»

Y añadió:

-«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»



Visto en la retrospectiva del S. XXI, nos puede parecer muy estrambótico.

Y ellos estaban actuando con una cierta coherencia. Digo, cierta, porque la Palabra de Dios regulaba toda la vida del judío. Hasta los tiempos de descanso. ¡Y ellos estaban cumpliéndolo escrupulosamente! Sin embargo, estaban algo perdidos, porque pensaban que se salvaban por cumplir la Ley. 


Es la pregunta que puede subyacer bajo este relato. ¿Nos salva el cumplimiento de la Ley o no? Y así se creía. Con Jesús, llega otra nueva manera de entender a Dios y a la respuesta del hombre ante éste. Y lo que se hizo para liberar, se ha convertido en una soga con la que atar a todos. 


Abrámonos a la novedad que es Jesús.

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 18 DE ENERO DE 2021

Mc 2,18-22: El novio está con ellos.


En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús:

-«Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?»

Jesús les contestó:

-«¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día si que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.»


Ayer, en la homilía me basaba en que ser cristiano es seguir Jesús.

Hoy el evangelio nos presenta a Jesús como la novedad, el vino nuevo.


Es la novedad porque ahora a Dios no se le teme, sino se le ama. Es el amigo, es el novio, es el vino nuevo.

Es la novedad porque ahora, ser religioso no es cumplir normas, rutinas, costumbres, sino acoger en mi corazón a Jesús, 


Si no, corremos el riesgo de que se reviente la vida cristiana, que simplemente será un cumplimiento de tradiciones, o rutinas buenas, pero que no dan vida. 

jueves, 14 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 15 DE ENERO DE 2021

 Mc 2,1-12: El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.

Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico:

-«Hijo, tus pecados quedan perdonados.»

Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:

-«Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?»

Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo:

-«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados ... »

Entonces le dijo al paralítico:

-«Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla -y vete a tu casa. »

Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:

-«Nunca hemos visto una cosa igual.»


Perdonar los pecados. ¿Qué significará realmente? Muchas veces, consideramos los pecados como una multa que tenemos por trasgredir la ley. De hecho, hay mucha burla sobre los pecados, los que son, los que no son. Los que a mí me parecen, o les parece a mi amigo, etc. De manera que se queda en algo arbitrario.

Sin embargo, la noción de pecado cristiana es más profunda que lo que habitualmente se piensa. El pecado es una ruptura interior, en lo más profundo del ser. Es tan profunda que no puede ser reparado. Ni con la psicología, sociología, antropología o medicina puede ser subsanado.

Por ello, perdonar los pecados no es un acto de generosidad, sin más, o de reparación de la ofensa.

Perdonar los pecados es un acto de amor que reconstruye, regenera.

Por ello, Jesús une el perdonar los pecados a la liberación de la parálisis. (Ojo, la parálisis no es fruto del pecado; sin embargo, si nos quiere decir que el pecado produce una parálisis en nuestro interior)

Por ello, necesitamos que nos perdone los pecados, para poder avanzar, para poder vivir, etc.

Que nos hagamos deudores de su perdón, y así tendremos una vida más sana.

miércoles, 13 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE ENERO DE 2021

 Mc 1,40-45: La lepra se le quitó, y quedó limpio.


En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:

-«Si quieres, puedes limpiarme.»

Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:

-«Quiero: queda limpio.»

La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente:

-«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»

Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.



Comienza el evangelio haciendo Jesús acciones extraordinarias, manifestando la llegada del Reino, como así había dicho versículos atrás.


En este caso, vemos un caso de lepra, una enfermedad en aquel momento incurable e incluso contagiosa. Aquellos que la sufrían eran excluidos de la comunidad y también desahuciados, esperando su suerte (muerte).


En esta situación, en la que no hay nada que perder, el leproso le suplica de rodillas a Jesús si quiere limpiarle.


No creo que ninguno de nosotros esté desahuciado espiritualmente hablando; ni tampoco esté excluido de la comunidad, pero incluso en este caso, con Jesús podemos siempre renacer. Él nos da una nueva oportunidad. El texto dice que la lepra se le quitó y quedó limpio.


Tantos aspectos que no podemos limpiar en nuestra vida, pero sabemos que Él si puede. 


En este caminar con Jesús, hemos de aprender a mirarle, escucharle, pero sobretodo, suplicarle, porque todos tenemos necesidad de Él. Y contamos con su “querer” limpiarnos y curarnos. 

martes, 12 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 13 DE ENERO DE 2021

 Mc 1, 29-39: Curó a muchos enfermos de diversos males.


En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron:

-«Todo el mundo te busca.»

Él les respondió:

-«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»

Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.


En el evangelio de hoy, Marcos nos recoge un “sumario”, una lista de actividades de una jornada típica de Jesús. En la mañana está en la sinagoga y luego cura a la suegra de Pedro. Por la tarde/noche, curó a muchos enfermos. En la madrugada sale orar. Por la mañana, hay que ir a otro lugar a predicar el evangelio. 


Nos da una idea de como era la vida de Jesús. Al servicio de Dios y de los hombres. En Él se conjugaban bien la acción y la contemplación. Ambos movimientos son de la misma sinfonía. Inseparables e indispensables los dos.


Seguimos a Jesús en su camino hasta la Cruz en Jerusalén. Seguimos aprendiendo de Él. En su ser contemplativo en la acción. Ello tiñe toda su vida de una misericordia y una ternura inconmensurable.


Hagamos nosotros lo mismo.

lunes, 11 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 12 DE ENERO DE 2021

Mc 1,21-28: Enseñaba con autoridad.


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:

-« ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»

Jesús lo increpó:

-«Cállate y sal de él.»

El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:

-«¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»

Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.



Me llama la atención del texto la afirmación de la autoridad.

Ese término muchas veces lo utilizamos como ejercicio de un poder, o un carisma, incluso coherencia. Estas acepciones encuadran perfectamente en la autoridad de Jesús.

Pero hay algo en lo que se fija el texto, “no enseñaba como los escribas, sino con autoridad”. Es decir, su enseñanza no se limitaba a un repetir el texto, o un repetir las enseñanzas de otros maestros o incluso del Talmud. Tenía la autoridad entendida como “sapiencia” de Dios, para poder enseñar e interpretar de una manera nueva.

Incluso creo también que la autoridad de Jesús es la misma “novedad”. Un enseñar nuevo, un vivir nuevo, un interpretar nuevo, un sentir nuevo, una forma de actuar nuevo.

Sería bueno que rezáramos un poco hoy sobre esta novedad que es Jesús, sobre la frescura de su enseñanza, siempre nueva y sorprendente en nosotros. 

domingo, 10 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 11 DE ENERO DE 2021

 Mc 1,14-20: Convertíos y creed en el Evangelio.


Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:

-«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo:

-«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.


Comenzamos el Tiempo Ordinario contemplando a Jesús en los versículos posteriores al bautismo del Señor, que vimos en el día de ayer.

Jesús no tiene tiempo que perder. La voz del cielo vino a ser la confirmación de su identidad-misión. Siempre va unida la identidad a la misión. Por ello, se ha “cumplido el plazo...y conviértanse y crean en el Evangelio” y luego llama a los discípulos. Hay mucho que hacer. 


Para nosotros, al final de un tiempo de vacaciones, y de una iglesia adormecida, nos está bien esta llamada del Señor.


Una llamada a considerar este tiempo como un tiempo de gracia, tiempo del cumplimiento, de la plenitud. No es un tiempo cualquiera, por tanto, haya que aprovecharlo, no desperdiciarlo, porque es un regalo de Dios. 


Una llamada a la conversión, que es un cambio de mentalidad, inversión de la marcha, como nos han dicho los Papas. Esta conversión trae consigo la llamada a la misión.


Que cojamos con fuerza este tiempo ordinario, donde siguiendo a Jesús, vayamos también anunciándolo por los caminos de nuestra Galilea.