jueves, 12 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 13 DE AGOSTO DE 2021

Mt 19,3-12: Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así.



En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba:

-¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?

El les respondió:

-¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne»? De modo que ya no son dos sino una sola carne.

Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.

Ellos insistieron:

-¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?

El le contestó:

-Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer -no hablo de prostitución- y se casa con otra comete adulterio.

Los discípulos le replicaron:

-Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse.

Pero él les dijo:

-No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don.

Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga.


“Por lo terco que sois”. Jesús en su vida tuvo mucha oposición. Alguna directamente como los fariseos, los saduceos, los levitas, los herodianos, incluso los zelotas. Pero también tuvo una oposición menos directa, pero al fin y al cabo, también oposición: la terquedad del pueblo. 


Son los que pedían un signo, los que no creían en Él por conocerlo de pequeño, los que lo querían por haberles dado de comer. 


Esa terquedad imposibilitó hacer allí ningún milagro. Jesús emplea palabras duras hacia esa actitud del pueblo. Hoy hace referencia a la terquedad que hubo después de las tablas de la Ley con Moisés. 


Yo me pregunto si soy terco en mi seguimiento del Señor. 

Soy terco cuando al oir la Palabra, ya sé lo que me pide, sin escucharla.

Soy terco cuando al escuchar la Palabra, pienso: eso para mi no es.

Soy terco cuando al escuchar la Palabra la interpreto a mi interés. 

Soy terco cuando no soy capaz de dejarlo todo al servicio de la Palabra.

Soy terco cuando continuamente le pido al Señor que me confirme y me de un signo, una señal.

Soy terco cuando antepongo mi horario al del Señor.

Soy terco cuando antepongo mi gusto al del Señor.

Soy terco cuando pienso “siempre se ha hecho así”, por tanto, esa será la voluntad de Dios.

Etc.


Le pido al Señor que me rompa mi terquedad para poder seguirlo con espíritu nuevo.

miércoles, 11 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 12 DE AGOSTO DE 2021

 Mt 18,21-19,1: No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.



En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:

-Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?

Jesús le contesta:

-No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Y les propuso esta parábola:

-Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.

El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:

-Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.

El Señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo:

-Págame lo que me debes.

El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:

-Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.

Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:

-¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?

Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.


Yo añadiría…como lo hago YO (Dios). Tenemos un Dios perdonador, como dice el Papa: Dios no se cansa de perdonar. 

Yo creo que deberíamos situarnos en el horizonte de un Dios que no se cansa de perdonar. Es más, cuando lo contemplamos, nuestros esquemas, nuestras sumas y equilibrios se quedan ridiculizados.


DIOS PERDONA TODO

DIOS PERDONA SIEMPRE

DIOS PERDONA A TODOS


Nosotros debemos acudir continuamente en la oración a contemplar a Dios perdonando, y así vayamos asumiendo el perdón como horizonte de nuestra vida. Horizonte al que tender, no quiere decir que se consiga al instante.  

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 11 DE AGOSTO DE 2021

Mt 18,15-20: Si te hace caso, has salvado a tu hermano.



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.

Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.

Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.



"Si te hace caso, has salvado a tu hermano". En medio de una sociedad que nos hace cada vez más egoístas, el Señor nos pide que no pensemos en YO sino en NOSOTROS. 


La Iglesia es un NOSOTROS. Somos la Iglesia. Comenzamos en breve la reflexión sobre el próximo sínodo que trata sobre el camino sinodal. No servirá de nada, mientras no empecemos a considerar al otro como hermano y a todos como la comunidad. 


El otro es responsabilidad nuestra. No soy responsable de lo que el otro haga. Pero sí soy responsable de lo que yo le haya aconsejado, ayudado, advertido, etc. Como dijo el Papa en el momento extraordinario de oración el pasado 27 de Marzo de 2020: “Estamos todos en la misma barca”. 


Pongamos nuestro granito de arena, sabiendo que luchamos contra una inercia contraria a este principio. 


Que el Señor que no hizo nada sin el consentimiento del Padre y sin el empuje del Espíritu Santo, nos haga entrar en esta dinámica que define a la Iglesia.  

lunes, 9 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO 10 AGOSTO DE 2021

 Jn 12,24-26: A quien me sirva, el Padre lo premiará.



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-«Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.»



Celebramos hoy la fiesta de San Lorenzo mártir. Ésta es la lectura que la Iglesia nos presenta para este día. De manera muy significativa nos muestra el sentido de la vida: caer en tierra y morir, es decir, servir y dar la vida en servicio a los demás. Ésta es la clave de la fecundidad. Jesús nos promete que el Padre lo premiará…y Dios es muy generoso.


Si reducimos el trozo del evangelio a esta frase: “a quien me sirva…”., para mí es muy sugerente y me hace recordar, la invitación de Jesús para servirlo. Orientar toda mi vida a servirle a Él. Me lo recuerda, porque muchas veces lo sirvo pero sin conciencia de servirlo a Él, más bien, sirvo las obras de Dios y no tanto al Dios de las obras. 

domingo, 8 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 9 DE AGOSTO DE 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO



Mt 25,1-13: ¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

-El Reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas.

Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.

El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz:

-«¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!»

Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.

Y las necias dijeron a las sensatas:

-«Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas».

Pero las sensatas contestaron:

-«Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis».

Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta.

Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo:

-«Señor, señor, ábrenos».

Pero él respondió:

-«Os lo aseguro: no os conozco».

Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.



Hoy celebramos la fiesta de Santa Edith Stein, copatrona de Europa. Por si quieres saber más sobre su vida, aprieta aquí.


La Iglesia para esta fiesta ha dispuesto unas lecturas distintas de las que tocarían siendo lunes XIX del Tiempo Ordinario. El mensaje es claro, “que llega el esposo, salid a recibirlo”. Santa Edith murió mártir y desde su conversión, su vida fue una continua búsqueda del Esposo, una continua espera de su llegada.


En este fin de semana hemos hablado de la fe y de la oración como diálogo, contemplación de Jesús (siempre dirigido a Él), Edith nos recuerda que nuestra vida se realiza, encuentra su cumplimiento en la acogida al Señor. 

El esposo llega de dos maneras:

  1. El esposo llega cuando no lo esperamos.  Edit nos enseña a estar siempre en actitud de búsqueda, de espera al Señor. Es el Señor, pero también el Esposo de nuestra vida, y no encontraremos plenitud, (descanso en palabras de San Agustín) mientras no lo encontremos. Hay que estar siempre en búsqueda, hay que estar siempre vigilantes, porque viene cuando no sabemos, y puedo perderme su llegada, puedo no disfrutar del todo de su Presencia. 

El esposo llega continuamente en toda la realidad. Pero también de una manera silenciosa, insospechada, Él viene en toda la realidad, por lo cual, todo es don y regalo del Amado, por el cual, en todo está Él. Aprender a ver a todas las cosas en Él y Él en todas las cosas (en expresión de San Ignacio).


Démosle gracias al Señor por tener tantos testigos que nos hacen desestabilizarnos de nuestra costumbre, rutina para salir de nosotros mismos a buscarle y esperarle. 

jueves, 5 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 6 DE AGOSTO DE 2021

 En el ciclo B

Mc 9,2-10: Este es mi Hijo amado.



En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:

-«Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:

-«Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.»

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. 

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:

-«No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».




La Transfiguración fue una teofanía maravillosa que Jesús les brindó a Pedro, Santiago y Juan. Previo a la Pascua, Jesús tiene ese momento con ellos, para fortalecer su fe. 


En medio de ese momento intenso de encuentro con Dios, al final se escucha unas palabras desde la nube: “Éste es mi Hijo amado”.

Y aunque sea de manera breve, reflexionaremos sobre esta expresión. Y como todas las palabras de Dios, se cumplen siempre. 

Jesús es el Hijo amado cuando nace.

Jesús es el Hijo amado cuando es presentado en el Templo.

Jesús es el Hijo amado cuando es perseguido por Herodes.

Jesús es el Hijo amado cuando se queda en el templo ocupándose de las cosas de su Padre.

Jesús es el Hijo amado cuando está durante 30 años en el hogar de Nazaret, olvidado de todo.

Jesús es el Hijo amado cuando elige a sus apóstoles.

Jesús es el Hijo amado cuando duerme.

Jesús es el Hijo amado cuando se queja del pueblo.

Jesús es el Hijo amado cuando mira con tristeza al “joven rico”.

Jesús es el Hijo amado cuando es condenado a muerte.

Jesús es el Hijo amado cuando carga con la cruz.

Jesús es el Hijo amado cuando es colgado en la cruz.

Jesús es el Hijo amado cuando es abandonado por los apóstoles.

Jesús es el Hijo amado cuando es entregado por Judas.

Jesús es el Hijo amado cuando es despreciado por la autoridades judías.

Jesús es el Hijo amado cuando Resucita.


Jesús es el Hijo amado de Dios SIEMPRE. Lo bueno ahora es que nosotros somos hijos de Dios en Jesús. En su “escudo protector”, somos siempre sus hijos amados,

En la tristeza,

En la aridez,

En la alegría,

En la soledad,

En la enfermedad,

En el pecado,

En la oración,

En el trabajo,

En mi casa,…

…y podemos añadir cualquier situación y cualquier momento. Basta que te lo repitas y lo creas.


Somos los HIJOS AMADOS DE DIOS, siempre. ESA ES NUESTRA TRANSFIGURACIÓN

miércoles, 4 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 5 DE AGOSTO DE 2021. DÍA DE LAS NIEVES

ÉSTA ES LA REFERENCIA EN EL ANTIGUO LECCIONARIO V (de los santos) DE LOS CUALES ESCOGERÉ EL EVANGELIO


5 de agosto
La Dedicación de la basílica de Santa María 

Del Común de santa María Virgen. p. 277. 

PRIMERA LECTURA: Ap 21, 1-5a, p. 294.
SALMO RESPONSORIAL: Jdt 13, 18bcde. 19, p. 278.

EVANGELIO: Lc 11, 27-28, p. 305. 


 Lc 11, 27-28  “Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron”.


Mientras él hablaba estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz le dijo: “Bienaventurado el vientre que te llevó  y los pechos que te criaron”. Pero él dijo: “Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”.


Se suele decir que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer. En su momento, viendo las obras y las palabras que pronunciaba Jesús, una mujer alabó a la madre de esa persona tan extraordinaria. Y es a lo que les invito yo en este día: alabar a María.


Partimos de una premisa: Jesús tiene mucho de María. En el desarrollo humano, psicológico y espiritual de Jesús, hay mucho de José, y todavía más de María, su madre. Estuvo 30 años conviviendo con ella. No sabemos cuanto con San José. Pero sí sabemos que María le acompañó toda su vida. 


No es cuestión de repetir cada una de las cualidades humanas extraordinarias de Jesús y decir: “también lo tenía María, o, lo aprendió de María”. Sino descubrir que María era y es una mujer extraordinaria por la cual podemos quedar fascinados. Dios se lució al elegirla a ella como madre de Jesús. 


Contemplamos a María como mujer, como cristiana. Y podemos encontrar en ella, un modelo en cada una de las virtudes. Es un ejemplo de la mujer creyente y de la mujer del siglo XXI. 

Según una página, las habilidades del siglo 21 son:

  • Creatividad: es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos. En el caso de María, su creatividad es generar un tipo nuevo de creyente. Es la creyente que se pone totalmente en manos de Dios. Es la esclava del Señor. María es la auténtica creyente que enlaza el Antiguo Testamento con el Nuevo. Es la imagen de la humanidad nueva que engendra la Resurrección de Cristo.
  • Innovación: introducir novedades o modificar elementos con el fin de mejorarlos. María es la mujer que sigue algunos patrones de la espiritualidad de los “anawin” pero llevándola al extremo. María es la auténtica
  • Pensamiento crítico: no es sólo simplemente pensar, sino pensar sobre algo que queremos comprender. María meditaba todo en su corazón. Todo aquello que no entendía, que no era justo, lo llevaba ante Dios y ello era motivo de oración. María no era de los conformistas. 
  • Resolución de problemas: Ante las bodas de Caná es María la que lidera el cambio en la acción de Jesús, movilizándolo a que comience su obra. En el día de Pentecostés, es la que une a los apóstoles en la oración en la espera del Espíritu Santo.
  • Comunicación: Es verdad que en la Escritura, María no es una mujer que le veamos muchas palabras, pero sí muy comunicativas, muy significativas.
  • Colaboración: Toda su vida fue un dejar que otro la llevara, amoldarse a su voluntad, a sus necesidades y aportar lo mejor de su persona. El otro es el Espíritu Santo. 
  • Razonamiento cuantitativo: Exige habilidad para delimitar qué te pide el problema, qué datos te da y cómo organizarlos para solucionarlo. Aunque está relacionado con los números. María tenía la habilidad para saber lo que hacía falta en cualquier momento, y si no, lo llevaba ante Dios. 
  • Pensamiento lógico: María es una mujer muy práctica, no de muchas palabras, que luego se las lleva el viento. Si no una mujer del sentido común. 
  • Autorregulación: Podemos entender como autorregulación o autocontrol a la capacidad o al conjunto de procesos que llevamos a cabo por tal de gestionarnos con éxito a nosotros mismos. Una de los frutos del Espíritu Santo, según la carta a los Gálatas es el dominio de sí. En María siempre vemos una mujer recia, siempre donde tenía que estar, y como tenía que estar. Sufriendo, disfrutando, riendo, acompañando, escuchando, aceptando, etc, según la situación lo requiriese. 
  • Determinación: Se define como sinónimo de osadía o valor. María destaca en su osadía al ir a visitar a su prima Isabel. También al desafiar a su Hijo cuando le dice: “Mujer, todavía no es mi hora”, y seguidamente le dice a los sirvientes: “haced lo que Él os diga”, y ganó la batalla, si se pudiera decir, a su Hijo, etc. 
  • Perseverancia: Estuvo hasta el final y siguió reuniendo a los apóstoles después de la Resurrección, hasta Pentecostés.

 

HOMILÍA ENTORNO AL DÍA DE LAS NIEVES. OFRENDA DEL MUNICIPIO DE TAZACORTE Y EL BARRIO DE LA PUNTA DE TIJARAFE.

HOMILÍA ENTORNO AL DÍA DE LAS NIEVES. OFRENDA DEL MUNICIPIO DE TAZACORTE Y EL BARRIO DE LA PUNTA DE TIJARAFE.


Volvemos otro año a ponernos a tus pies, Madre Amada. Eres nuestra patrona, nuestra protectora y también nuestro faro. En estos tiempos sombríos, necesitamos de tu luz. En este invierno global, necesitamos de tu nieve.


Venimos desde el otro lado de la isla, aunque tan lejos, tantas conexiones con esta advocación. Aparte de las que tengamos cada uno de nosotros. El Beato Ignacio de Acevedo llevaba en sus manos una copia del cuadro que le regaló el Papa de la Virgen patrona de Roma, Salus populis, la Virgen de las Nieves. Está en la basílica de Santa María la Mayor.


En medio de esta terrible pandemia que asola toda la humanidad, que ha dejado tantos muertos, y tanta pobreza se me ocurren tres mensajes:


1.- Hoy celebramos a San Juan María Vianney, el cura de Ars, patrono de los párrocos. Solía repetir: "Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir, de su santa Madre". Nos sigue regalando a su Madre. En medio de este tiempo, para no dejarnos solos. María está en todos los momentos de nuestra vida iluminándolos, fortaleciéndolos, cogiéndonos de la mano. Recordemos, no estamos solos, Jesús nos regaló a su Madre.


2.- Recordemos la imagen de Ignacio de Acevedo. Tenía una gran devoción a nuestra Madre. En muchos cuadros lo vemos con la imagen de la virgen. La tradición dice que no soltó en ningún momento. Incluso después de muerto, flotaba agarrado al cuadro, pero se lo quitaron y se hundió. Esa bella imagen nos sirva para una gran verdad de fe. NO NOS SOLTEMOS DE MARÍA, MIENTRAS NO LO HAGAMOS, NO NOS HUNDIMOS. Ella no lo dejará, no lo permitirá. Ella es nuestro apoyo, nuestro salvavidas.


3.- En la primera lectura, del libro de los Números, el pueblo desprecia la tierra que el Señor le quería regalar. Sólo se fijan en lo negativo: gigantes, etc. Y no son capaces de ver lo maravilloso que es esa tierra: tierra que mana leche y miel…Puede ser que, después de un año y medio estemos cansados, hartos. El año pasado por estas fechas, pensábamos que lo íbamos a superar. Vemos las restricciones que tenemos, los protocolos que nos desorientan, a los negacionistas, a los anti vacunas, los que se saltan los confinamientos, etc…y nos quedamos en ello. Sin embargo, en este tiempo hemos visto muchas cosas positivas: el ingenio del hombre al avanzar la ciencia a ritmo agigantado, la cantidad de personas que siguen sacrificándose por nosotros, la población infantil y adolescente que se han portado de manera magistral en el curso escolar, y todas las restricciones que tenemos. Y sin embargo, aquí estamos, podemos con ello. No es tan gigante y el miedo que teníamos o podremos tener, es irracional. Por ello, no despreciemos la cantidad de oportunidades y regalos que el Señor nos hace. 

María nos recuerda que Dios hace maravillas en nuestra humillación, en nuestra pobreza ofrecida. 


4.- En el evangelio, Jesús alaba a la mujer cananea por su fe. Pocas veces hemos visto una alabanza así en Jesús. Esta mujer encarna el espíritu combativo del espíritu humano y de la fe en particular. La fe se abre camino en medio de las dificultades. Busca siempre la luz en medio de la oscuridad. Esa es la fe que nos falta a nosotros. La fe que nos quita el miedo que nos atenaza. A pesar de que no se les debe dar de comer del pan de los hijos a los perros, ellos pueden comer de las sobras que caen de la mesa. Es decir, a pesar de esta situación de incertidumbre, miedo, etc. esta mujer nos invita a no cejar en ser apóstol. El evangelio no debe parar. La evangelización no puede parar. Los apóstoles no tienen vacaciones de su misión. Es como el aire que respiramos. 

Si hay una mujer que destaca por su fe, esa es María.


Una fe activa. Cuando oímos su respuesta ante la llamada de Dios: “esclava”, pensamos en algo pasivo, sin embargo, el esclavo es el que no deja de trabajar.


Una fe intrépida, que fue arriesgándose por los caminos de Galilea y Judea a casa de su prima. 


Una fe despierta que fue corriendo a casa de su prima inmediatamente después de haberse enterado por el anuncio del ángel.


Una fe atenta, que fue capaz de descubrir que no había vino en aquella boda. 


Una fe no acomodada, que busca mejorar la situación de las personas.

Y muchas más características.


En esta tarde te pedimos por nuestros dos municipios.

Para que nunca nos olvidemos que estás siempre con nosotros.

Para que nos ayudes a poder luchar contra los problemas que hay en nuestros pueblos.

Para que no no dejemos adormecer en nuestra sociedad del bienestar y seamos sensibles a las necesidades de nuestros hermanos.

Para que el miedo no nos paralice y al contrario, siempre busquemos nuevos caminos para llevar el evangelio a nuestros paisanos.

Para que sepamos mirar todo lo bueno que tú estás construyendo en nuestra sociedad, que muchas veces no sabemos ver. 

Para que nos dejemos hacer por Dios.

Para que tú nos transmitas la alegría de la resurrección y la confianza en tu Hijo, que tú tenías para llegar hasta la cruz.


Que María de las Nieves nos ayude a seguir siendo testigos apasionados del amor del Señor en este tiempo sombrío.

lunes, 2 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 3 DE AGOSTO DE 2021

 Mt 14,22-36: Mándame ir hacia ti andando sobre el agua.



Después que se sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.

Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.

Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.

Jesús les dijo en seguida:

-¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!

Pedro le contestó:

-Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.

El le dijo:

-Ven.

Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:

-Señor, sálvame.

En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:

-¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?

En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.

Los de la barca se postraron ante él diciendo:

-Realmente eres Hijo de Dios.

Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret.

Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos.

Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados.



Después de la multiplicación de los panes y peces que vimos hoy, se dirigen al otro lado del lago, mientras Jesús va al monte a solas a orar. Y en la madrugada se acerca Jesús. Pedro pone a prueba a Jesús: “si eres tú”, pero sin embargo, a pesar de este reto, Pedro tiene una afirmación propia de un hombre de fe: “mándame” ir hacia ti…


Sobre esto quisiera reflexionar un poquito. La fe es confianza, es respuesta al amor, pero también es obediencia. El hombre de fe reconoce la pobreza de sus capacidades, reconoce sus limitaciones, incluso sus pecados, y sobretodo, reconoce el poder en la confianza en Jesús. Por ello, no sale directo al agua, le pide que Jesús se lo mande, para que lo pueda hacer. 


Recordemos, la fe no es un voluntarismo, sino una respuesta positiva a la indicación del Maestro. Si él me manda ir, me dará la capacidad para poder hacer, porque por mis propias fuerzas no podré. Esta claro, que ahí no está solo el tema, porque el mismo Pedro, se hundió posteriormente, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo y dejó de confiar. 


¿Estamos todos dispuestos a pedirle al Señor, mándame…? Que podamos decirle como el profeta Isaías: “Aquí estoy, mándame”.