jueves, 28 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 29 DE DICIEMBRE DE 2023

  Lc 2,22-35: Luz para alumbrar a las naciones.

Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.

Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”,

a quien has presentado ante todos los pueblos:

“luz para alumbrar a las naciones”

y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».



Simeón profetiza la misión de este niño que nació pobremente. Y recita un himno que rezamos en las completas cada noche. Es el descanso del creyente, que ve en Jesús colmadas sus esperanzas. Es la luz de las naciones.


El creyente es el que confía en Dios por encima de todo.

El creyente es el que sabe ver en Jesús la plenitud de todas las profecías

El creyente es el que sabe ver en Jesús el que colma todas las esperanzas.

El creyente es el que se deja iluminar por Jesús.


Simeón siendo ciego, sabe ver todo ello en Jesús, y es que, esta es la paradoja, la enseñanza, (como tantas curaciones de ciegos en el evangelio), que para ver no hace falta ser vidente, porque hay que aprender a ver con el corazón, con la fe. 


Simeón nos enseña a dejar iluminar nuestra vida por la fe, que nos dará una amplitud mayor que si nos guiáramos solamente por las imágenes que nos proporcionan los sentidos. “Lo esencial es invisible a los ojos”

miércoles, 27 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE DICIEMBRE DE 2023

Mt 2,13-18: Herodes mandó matar a todos los niños en Belén.

Después que los Magos se fueron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:

«Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

José se levantó de noche, tomó al niño y a su madre, y partió hacia Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que había anunciado el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi hijo.

Entonces Herodes, viéndose burlado por los Magos, se enfureció tanto que mandó matar a todos los niños de Belén y de todos sus alrededores que tuvieran menos de dos años, conforme a la información que había recibido de los Magos. Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías:

Se ha escuchado en Ramá un clamor, un gran llanto y lamento: es Raquel que llora por sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.


Muchas veces, se ha banalizado esta celebración con lo de las inocentadas, cuando el origen es un hecho terrible, como no lo ha habido jamás. Siempre me ha horrorizado el mal, la gente mala, lo que es capaz de hacer el mal. Y lo vemos continuamente en los telediarios y a nuestro alrededor.

Sin embargo, en este día podemos atestiguar que la Palabra de Dios se cumple: "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia". Y de una manera exuberante ha abundado la inocencia y la pureza que superan con creces el mal de Herodes y su sentencia de muerte. 

El bien triunfa sobre el mal y la inocencia y la pureza de los niños no se corrompió por el odio y la ira del rey.

Esto es lo que me ayuda en mi vida ante tanto mal que nos envuelve, no dejarme arrastrar por sus tentáculos y seguir confiando en Dios con un corazón puro  

martes, 26 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE DICIEMBRE DE 2023

 Jn 20,2-8: El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro.

El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:

- «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.


Hoy la Iglesia nos propone a San Juan Evangelista, que lo identificamos como el discípulo amado. Aquel que supo descubrir el Jesús más íntimo, aquel que supo mirar el Sol sin deslumbrarse (de ahí el símbolo del águila). El que comenta "lo que he nos visto y oído, lo que palparon nuestras manos...os lo anunciamos". 

Es el teólogo de la Navidad y el que relaciona mejor nacimiento con la muerte y resurrección de Jesús.

En este tiempo de Navidad y Nueva Evangelización, tenemos que afianzar nuestra relación íntima con Jesús, para que podamos anunciar lo que hemos visto y oído.

lunes, 25 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE DICIEMBRE DE 2023

 Mt 10,17-22: No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:

- «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»


El primer día de la Octava de Navidad celebramos a San Esteban el primero de los mártires. La iglesia desde muy antiguo celebra esta festividad uniéndolo al nacimiento de Jesús. Nos parece una paradoja, todos los buenos sentimientos y sensaciones que tuvimos ayer, para escuchar este evangelio de hoy y contemplar el martirio de San Esteban.

La iglesia nos lo presenta como el primer "testigo". Que haya nacido Jesús y Éste sea nuestro Salvador no significa que todo nos vaya a ir "chachi pirulí". Más bien al contrario, Jesús es el motor, la esperanza de luchar y entregarse hasta el final. Es tan grande, tan maravilloso, por el cual merece la pena entregar la vida. A San Esteban le todo un martirio corto. A nosotros nos toca seguramente un martirio largo, toda nuestra vida dando testimonio de la Luz.

HOMILÍA DE NOCHEBUENA-NAVIDAD 2023

 Esta noche resuena en esta iglesia el anuncio del ángel: "No tengan miedo, les traigo “la buena noticia”, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. y aquí tienen la señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre."

Parece de sueño. Como si Dios se estuviera riendo de nosotros. Necesitamos a un Salvador, un Señor, y nos envía a lo más indefenso y delicado del mundo: un niño.
Nuestra primera reacción será la de sorpresa: O como el Padre Anchieta.“¡Oh Dios infinito¡, por nos humanado, veóos tan chiquito, que estoy espantado”.
Hay un bello villancico belga en el que se narra la historia del pastor “sorprendido”. Los pastores se van acercando a la gruta de Belén llevando sus dones: su manteca, su miel, sus ovejas… Solo hay uno que se acerca con las manos vacías y abiertas. Y el villancico le pregunta: Y tú, pastor, ¿cómo vienes sin nada a adorar al Niño?. Y el pastor responde: Yo solo traigo mi sorpresa…
Es la sorpresa de Zacarías.
Es la sorpresa de sus vecinos ¿Qué será de este niño?
Es la sorpresa de María ante la visita del ángel.
Es la sorpresa de Isabel ante la visita de su prima Isabel.
Es la sorpresa de José y María: un Dios empeñado a nacer en esas circunstancias, las sorpresas de las distintas personas que venían a verlo.
Es la sorpresa de los pastores.
Es la sorpresa de los magos.
Es la sorpresa del anciano Simeón y de Ana.
Es la sorpresa de Jesús en las bodas de Caná.
Es la sorpresa de los discípulos en tantos momentos.
Es la sorpresa de la misa: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya, bastará para sanarme.

Navidad es la fiesta de la sorpresa. Veinte siglos de tradición cristiana no pueden impedir que surja hoy en los creyentes la admiración y la sorpresa ante lo que celebramos estos días. Haber celebrado ya muchos años la Navidad, experimentar todos esos bellos sentimientos humanos asociados a estas fiestas no deberían bloquear nuestra capacidad de admiración y de sorpresa ante el misterio de fe.
Ignacio de Loyola se convertía en un pobrecito esclavo indigno para estar presente al misterio de la Navidad. En alguna manera, Ignacio era también ese pastor sorprendido, con las manos vacías pero el corazón muy abierto, que se acercaba al misterio de Belén: como si presente me hallase, con todo acatamiento y reverencia posibles, mirándolos, contemplándolos, sirviéndolos en sus necesidades…

Pero para poder contemplar el misterio hay que hacerse pequeño. Igual que cuando uno va a la Basílica de la Natividad, debe abajarse para poder entrar.
Es el misterio de la pequeñez. Por tanto, dos actitudes para ello: la humildad y la fe.

Y es que con la mirada normal no descubrimos nada. Pasaron 1200 años para que alguien captara con toda su senbilidad este misterio. Hablamos de San Francisco. Es verdad que los Santos Padres y todos los santos han captado la sencillez de nuestro Dios. Pero nadie como San Francisco.

Él tenía 3 fases:

Primera fase: el "ver" y las personas vivas
San Francisco le dijo a Giovanni: 'Si quieres que celebremos en Greccio la Natividad de Jesús, ve por delante y prepara lo que te digo: me gustaría representar al Niño nacido en Belén, y de alguna manera ver, con los ojos del cuerpo, las incomodidades a las que tuvo que enfrentarse debido a la carencia de cosas necesarias para un recién nacido, cómo tuvo que estar en un pesebre, tumbado en el heno entre un buey y un asno'. 
El Belén busca que "miremos", miremos con humildad y con los ojos de la fe.

Segunda fase: no sólo representación histórica y emotiva, sino también celebración y conversión
Va unida a la Eucaristía donde lo celebramos litúrgicamente, pero al mirar y empaparse del misterio. Por ejemplo, al final llegó Francisco: vio que todo estaba predispuesto según su deseo y estaba radiante de alegría. Se montó el pesebre, se puso encima el heno y se introdujeron el buey y el asno. En esa escena conmovedora brillaba la sencillez evangélica, se alababa la pobreza, se recomendaba la humildad. Greccio se había transformado en una nueva ciudad de Belén. (...) El Santo está allí, estático, ante el misterio, su espíritu vibrante de compunción y de gozo inefables. 

Y muchos de los presentes llegaron a convertirse. El niño Jesús resucitaba en el corazón de muchos que lo habían olvidado, y el recuerdo de él permanecía grabado profundamente en su memoria. Cuando terminó esa vigilia solemne, cada uno volvió a su casa lleno de una alegría inefable"
 

Tercera fase: de lo que pasa a lo que queda, del pesebre a una iglesia, de una sola noche a la normalidad sacramental

La "noche del pesebre" de San Francisco tenía que concluir como nuestros belenes, que en un determinado momento desmontamos. Pero la conclusión de Tomás de Celano nos guía a la evolución definitiva del belén de Francisco hacia la estabilidad de la vida cristiana:
 
"Hoy (1228), ese lugar ha sido consagrado al Señor y encima del pesebre se ha construido un altar y se ha dedicado una iglesia en honor de San Francisco, para que en el lugar donde un tiempo los animales comían el heno, ahora los hombres puedan comer, como alimento del alma y santificación del cuerpo, la carne del Cordero inmaculado e incontaminado, Jesucristo Nuestro Señor, que con amor infinito se ha entregado a sí mismo por nosotros" 

Que San Francisco vele sobre nuestros belenes, para que se cumplan las tres fases diseñadas por San Francisco: que miremos con detalle y con fe y humildad, para que nos impregnemos del misterio y ello produzca una conversión en nuestra vida, de manera que busquemos siempre a Jesús en la manera como se representa en el portal y así todos los días de nuestra vida.
Y muchos de los presentes llegaron a convertirse. El niño Jesús resucitaba en el corazón de muchos que lo habían olvidado, y el recuerdo de él permanecía grabado profundamente en su memoria. Cuando terminó esa vigilia solemne, cada uno volvió a su casa lleno de una alegría inefable"

jueves, 21 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 22 DE DICIEMBRE DE 2023

  Lc 1,46-56: El Poderoso ha hecho obras grandes en mí.

En aquel tiempo, María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,

“se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humildad de su esclava”.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:

“su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.

Él hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

“derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia”

—como lo había prometido a “nuestros padres”—

en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».

María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.


Reflexión


El evangelio de hoy continúa con el relato de la visita de María a su prima Isabel. En este caso, contemplamos hoy el himno que María proclama. Es importante, lo rezamos todas las tardes en las Vísperas. 


Es el cántico de María. Es la historia de María, pero también la historia de la misericordia de Dios con la humanidad. Es el Dios que cumple siempre sus promesas. 


La liturgia quiere que nos fijemos en una de las primeras afirmaciones: El Poderoso ha hecho obras grandes en mí. A estas ideas, podemos añadir la exclamación que la liturgia nos presenta en las vísperas de hoy: ¡Oh rey!


Pues si, es un rey poderoso, un rey del universo que hace obras grandes en la pequeñez de su sierva. Así es Dios, engrandeciendo a los humildes y empequeñeciendo a los que están ensalzados. Así nivela todo, como decía la profecía de Isaías. 


María es la persona que, siendo humilde, dejó al Señor reinar en ella con todo su poder y gloria, por eso puede hacer obras grandes. 


También Dios quiere hacer obras grandes. Las quiere hacer “a su manera”, para ello tenemos que empequeñecernos para que Él nos encumbre.


En las vísperas de hoy


Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE DICIEMBRE DE 2023

 Lc 1,39-45: ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.

Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».


Reflexión


Las cosas de Dios son siempre sorprendentes. María se sorprende ante la visita del ángel; Isabel ante la visita de María (y Jesús). Y Juan salta de alegría (se nombra dos veces). Dios siempre sorprende porque supera nuestras expectativas. Y Dios siempre llena de alegría. 


En las vísperas de hoy


Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. 

martes, 19 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 20 DE DICIEMBRE DE 2023

  Lc 1,26-38: Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:

«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:

«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:

«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, "porque para Dios nada hay imposible"».

María contestó:

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.


Reflexión


El trozo del evangelio de hoy es el que considero más importante de todos. Aquí comienza todo. En Dios no, porque ya había prometido que enviaba un Salvador. Y había llamado y enviado a los profetas y jueces…: “En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas. En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo” Heb 1, 1-2.

Ahora es el momento culminante de ese plan de Dios. Depende del SI de una joven.

El plan de Dios pasa por enviarnos a su Hijo, encarnado, humanizarlo.

Dios se está humanizando. Para humanizarnos a nosotros. Superando la “deshumanización” y “haciéndonos cada día más humanos”.


Ser cristiano es ser profundamente humano. La santidad no está alejada de la humanidad, de la normalidad, de la cotidianidad. Es vivir lo ordinario de manera extraordinaria como nos enseñan María y José.



En las vísperas de hoy


Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombras de muerte.

lunes, 18 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 19 DE DICIEMBRE DE 2023

 Lc 1,5-25: Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.


En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.

Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.

Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

Pero el ángel le dijo:

«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elias, "para convertir los corazones de los padres hacia los hijos", y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».

Zacarías replicó al ángel:

«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada».

Respondiendo el ángel, le dijo:

«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».

El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.

Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa.

Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo:

«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mí para quitar mi oprobio ante la gente».




Reflexión


En la lectura de hoy hay un gran simbolismo: por un lado está el paralelismo entre Jesús y Juan; el simbolismo del nombre de Juan; y el simbolismo de lo sagrado mudo que representa su padre.


Comentaré sólo esto último. El resumen, que condensa la enseñanza capital de este extenso y detallado relato, consiste en esto: el hombre sagrado (el sacerdote Zacarías), en el templo (espacio sagrado), en el momento de la oración (tiempo sagrado), durante la ofrenda del incienso (ritual sagrado), no son ya ni los medios, ni las condiciones, para aceptar el mensaje de Dios, el designio de Dios, la fe en Dios. La consecuencia es que “lo sagrado” se queda mudo. Ya no comunica nada, ni dice nada. A Dios hay que buscarlo de otra manera o por otros medios. Esto no significa el final de la religión, sino el desplazamiento de la religión. Buscar y encontrar a Dios es buscar y encontrar el sentido de la vida. Es lo que ahora llamamos “la creación de sentido”. Dijo Jesús ante la samaritana: “que ahora adoraremos al Señor en espíritu y en verdad”.


Ni Juan Bautista estuvo vinculado a “lo sagrado”. Ni Jesús tampoco. Los dos fueron hombres asociados a “lo profético”.


Es decir, el cristiano, el cristianismo, más que un conjunto de normas, costumbres, doctrinas, es sobre todo, la entrega de vida a un proyecto de Dios para construir el Reino, que llamamos voluntad de Dios. A ello dieron toda su vida Jesús y Juan Bautista.



En las vísperas de hoy


Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos; ante quien los reyes enmudecen, y cuyo auxilio imploran las naciones: ven a librarnos, no tardes más.

domingo, 17 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 18 DE DICIEMBRE DE 2023

 Mt 1,18-24: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados. 

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:


- «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»


Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta:


«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa "Dios-con-nosotros".»


Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.


Reflexión


Contemplamos hoy la profecía de Isaías que Mateo nos remite para fundamentar el nacimiento virginal de Jesús. Se preocupa en todo su evangelio en demostrar que todo lo que estaba predicho se cumple en Jesús.


Luego está el tema del nombre en el que hay divergencias: mientras en la profecía sale el nombre de Emmanuel; en el evangelio es el nombre de Jesús.


Si bien, son dos nombres distintos, con significados distintos, pero cada uno menciona la misma realidad. En el texto de Isaías, Dios con nosotros, que así traducimos Emmanuel resalta la realidad de la cercanía de Dios ante tanta deportación y desgracias que le pasaban al pueblo.

Y luego en el evangelio, este Dios con nosotros, es el Salvador, por tanto, no un Dios menor, con menos categoría o con menos poder.


Ambos nombres alientan la esperanza de estos días finales del Adviento.