jueves, 27 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE ABRIL DE 2023

   Jn 6,52-59: Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.


En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: 

«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». 

Entonces Jesús les dijo: 

«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. 

Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 

El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. 

Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. 

Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».

Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.



Resulta incomprensible que alguien nos pueda dar a comer de su “carne”, y es lo que los judíos disputaban entre sí. Jesús no sólo lo reafirma, que nos puede dar de su carne, sino que es “esencial, imprescindible”. 


Por ello, no renuncies a ella, porque es el verdadero alimento, la verdadera comida, la que alimenta nuestra fe y nuestra vida. No nos contentemos con menos. 


La Iglesia se alimenta de la Eucaristía. Es más, la Eucaristía hace a la Iglesia. Y como tal, la Iglesia, los cristianos.

Muchas veces, ponemos excusas para no ir a la Eucaristía, y no caemos en la cuenta que es algo de vida o muerte. Es decir, la Eucaristía es “el alimento”. Y no hay otro por medios ordinarios, y el Señor alimenta a los que no pueden celebrarla a menudo de otras maneras que sólo Él sabe.


Me acuerdo de pequeño oírle siempre a mi párroco, sobre las personas que escuchan las campanas y no se acercan al Señor. 


O también puede ser que no me atrae la Eucaristía, porque quizá no ha llegado a penetrar el sentido de este capítulo sexto de San Juan. En él, vamos contemplando y repitiendo afirmaciones contundentes. 


También estamos los que vamos pero la vivimos de forma rutinaria. Nos acostumbramos a ella. Sería bueno que nos paráramos a pensar: ¿acaso me puedo acostumbrar al Calvario, o al sepulcro vacío? Fue algo que conmocionó a los discípulos y a tantos seguidores a lo largo de la historia de la humanidad.


Por último, nuestros queridos mártires murieron gracias a la Eucaristía. Así como lo oyes. Fue la que les dio la fuerza para amar hasta el final. 

miércoles, 26 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE ABRIL DE 2023

 Jn 6,44-51: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

- «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado.

Y yo lo resucitaré el último día.

Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios."

Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí.

No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre.

Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.

Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.

Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»



Después de varios días celebrando fiestas con lecturas propias, empatamos hoy con el discurso del pan de vida, que ya habría empezado días atrás. Jesús hace mención al otro alimento venido del cielo. Alimento que Dios enviaba al pueblo de Israel mientras estaban de travesía por el desierto. Alimento insípido, que incluso les hizo añorar los alimentos que comían en Israel.


Ahora, Dios nos sigue alimentando de muchas maneras, pero la Eucaristía, la más excelsa. Creo que deberíamos plantearnos nuestras Eucaristías y nuestras comuniones. Con qué certeza, reverencia me acerco. Con qué agradecimiento lo vivo. Es nuestro principal alimento. Muchas veces, podemos venir a la misa como un cumplimiento. Sin embargo, menos veces somos conscientes del alimento que es Jesús. Muchas veces no somos conscientes que lo necesitamos. “Sin mí no podéis hacer nada”.


Y a diferencia del resto de los alimentos, que no están vivos. Jesús es un alimento vivo “pan vivo”. Y esto puede tener mucho de significación. Es un alimento que me interroga, que me transforma, que me purifica, que me impulsa, que me mueve, que me espolea, que me anima. Es un organismo vivo en nosotros. Tratémoslo como tal, dejando que actúe. 

martes, 25 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE ABRIL DE 2023. FESTIVIDAD DE SAN ISIDORO DE SEVILLA

 Mt 5,13-16: Vosotros sois la luz del mundo.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? 

No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. 

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. 

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. 

Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».


Hoy celebramos a San Isidoro de Sevilla, un santo que influyó mucho en la sociedad de su época, siendo un sabio en sabiduría humana, pero sobretodo en la sobrenatural.


En él se aplica lo que dice la lectura del evangelio que la Iglesia ha elegido para su fiesta: luz del mundo.


Contemplando la vida de San Isidoro, esta afirmación de Jesús representa una gran exigencia para nosotros, para que se pueda dar de verdad nuestra misión. 


Una misión: ser luz, que requiere tener una gran intimidad con el Señor. 

Una misión: ser luz, que requiere tener una gran confianza en el Señor. 

Una misión: ser luz, que requiere un descentramiento de mi persona. 

Una misión: ser luz, que requiere un salir de zona de confort.

Una misión: ser luz, que requiere mi entrega total a la misión.

Una misión: ser luz, que requiere afianzar mi actitud sinodal.


San Isidoro vaya que si lo logró con la ayuda del Señor. Pidámosle a él que nos bendiga y nos alcance la gracia de ser sus testigos en estos tiempos recios.

lunes, 24 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE ABRIL DE 2023. FESTIVIDAD DE SAN MARCOS EVANGELISTA

  Mc 16,15-20: Proclamad el Evangelio a toda la creación.


En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.

Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.



Hoy celebramos la fiesta de San Marcos evangelista. La Iglesia nos presenta este evangelio: proclamad el evangelio a toda la creación.


Y se realiza en San Marcos, gracias a su testimonio escrito que es el evangelio, éste ha sido proclamado de generación en generación.


San Marcos nos recuerda que lo fundamental es Jesucristo, su vida, sus palabras, sus actitudes, que ya ellas son buena noticia. 


San Marcos nos recuerda que Jesús es buena noticia para toda la humanidad. La del primer siglo, y la de ahora, porque no hay otro salvador que Jesús.


San Marcos nos recuerda que el anuncio de Jesús tiene que estar fundamentado en una vida de intimidad con Él, para comunicarlo a Él y no unas ideas muy bonitas.


San Marcos nos recuerda que somos un eslabón en esa correa de transmisión, y siendo pobres, nuestro testimonio con la gracia de Dios, puede llegar a todas partes, y más hoy, con las posibilidades de internet.


San Marcos nos alienta a no dejar de dar testimonio, que nuestra vida se fundamenta en Él, porque es imposible conocerlo y no comunicarlo. Es más, en la medida que lo comunicamos, guarda una relación directa con el conocimiento que tenemos de Él, porque si lo conocemos y experimentamos su liberación, ésto lo querremos para todas las personas.


domingo, 23 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 24 DE ABRIL DE 2023. FIESTA DEL HERMANO PEDRO

 Mt 25,31-46: Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. 

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. 

Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 

Entonces dirá el rey a los de su derecha: 

"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme". 

Entonces los justos le contestarán: 

"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?". 

Y el rey les dirá: 

"En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis". 

Entonces dirá a los de su izquierda: 

"Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis". 

Entonces también estos contestarán: 

"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?". 

Él les replicará: 

"En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo". 

Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».


Cada vez que lo hicisteis con mis hermanos los más pequeños. Por todos los lados, esquinas, comas y párrafos del evangelio nos queda claro que los preferidos, los primeros son los pequeños, pobres, indefensos y necesitados.


En la sociedad los primeros son los que han conseguido algo, o tienen, o aparentan. Ahora con las redes sociales, todavía mucho más, con los seguidores. Y hay personas que viven de ello, de los “me gusta” y número de visualizaciones.


Sin embargo, ahí no está la verdadera opción cristiana. Que está precisamente donde está la opción de Cristo.


Son sus preferidos, a los que durante sus años por Palestina, se dedicó en cuerpo y alma, sino que ahora se identifica con ellos.


Por ello, no hay camino de seguimiento de Jesús en el cual, no busquemos primordialmente estar con ellos.


Deben ser los primeros en mi corazón, mi tiempo, mis recursos, mis energías, etc. Es un morir al mundo, para un resucitar a la humanidad nueva del Reino de Dios.

jueves, 20 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE ABRIL DE 2023

  Jn 6,1-15: Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron.

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:

- «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?»

Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó:

- «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.»

Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:

- «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?»

Jesús dijo:

- «Decid a la gente que se siente en el suelo.»

Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:

- «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.»

Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:

- «Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.»

Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.


Sigo con los comentarios al evangelio basados sólo en la frase que ponen de guía. En este caso es uno de los relatos de la multiplicación de los panes y peces y es elocuente la indicación: “repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron”.


Evidentemente, todo lo que quisieron no se refiere a cualquier cosa que desearan, sino a la comida que necesitaban. Estaban hambrientos. Era una cantidad inmensa, y sin embargo , les da de comer a todos y todo lo que quisieron (necesitaron).


En Jesús, no hay escasez, siempre hay a manos llenas para los que le piden. Sería muy bueno reflexionar, meditar y orar sobre la abundancia de los dones de Dios entorno a cada uno de nosotros. Con Jesús siempre sobra, nos da de sobra. Y encontrar donde el Señor se está derramando en nosotros.


Por otro lado, hago notar que las personas que le pidieron a Jesús, que se quedaron, confiaron en que no les despediría vacíos, siendo una multitud inmensa. A lo mejor somos nosotros los que no confiamos en los dones de Dios.

miércoles, 19 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 20 DE ABRIL DE 2023

  Jn 3,31-36: El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano.


El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. 

El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.


El Padre ama al Hijo con un amor impresionante. Lo bueno, es que Jesús nos hace partícipes de este amor único. Nos incluye en esta corriente de amor. Por ello, podemos sentirnos amados con un amor especial. Lo importante no es que amemos, sino que Él nos amó, y nos hace partícipes del amor del Padre hacia Él.


Y todo lo ha puesto en su mano. Le confía todo. Y todo lo que Jesús tiene, nos lo dona. Sintámonos partícipes también de esa confianza de Jesús. Dios lo ha puesto todo en su mano. Confiamos en Él. Todo está en sus manos. Manos que han sido atravesadas por los clavos, manos que han perdonado, purificado, tocado, expulsado demonios, etc. Manos sagradas, manos bondadosas, manos fuertes y delicadas al mismo tiempo.  

martes, 18 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 19 DE ABRIL DE 2023

 Jn 3,16-21: Dios mandó su Hijo para que el mundo se salve por él.


Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas.

Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz y para no verse acusado por sus obras.

En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.


Al intentar comentar esta frase, permítanme que la divida: Dios mandó a su Hijo para que el mundo se salve / por él.


Seguimos con las conversaciones de Jesús con Nicodemo. Conversaciones por la noche en las que Jesús revela aspectos muy importantes. La primera de ella es el gran amor de Dios por la humanidad. Un amor misericordioso, tan grande, tan generoso, tan puro y tan eterno, que nos mandó a su Hijo. La intención siempre es, ha sido y será la de salvación, la de regeneración, la de plenitud, la de hacernos partícipes de su misma vida. 


Éste es el deseo de Dios, por el cual ha hecho todo lo posible: enviarnos a su Hijo. Dios no ha dado a la humanidad por perdida, al contrario, lo ha hecho todo, le ha dado todo. 


Es una certeza que no siempre tenemos: Dios quiere salvarte, no condenarte. Dios no te deja por perdido, Dios siempre te ofrece una nueva oportunidad.


Por otro lado, esta salvación viene de Jesús y a través de Él. El mundo se salva por Jesús. El mundo se salva en su entrega en la cruz. El mundo se salva continuamente cuando éste se abre a Él. Nos salvamos por el querer de Dios y participamos de éste sólo a través de Jesús. Jesús es el canal por el cual participamos de la salvación De Dios. Jesús es El Salvador, y la Salvación.

lunes, 17 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 18 DE ABRIL DE 2023

 Jn 3,5a.7b-15: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.


En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: 

«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».

Nicodemo le preguntó: 

«¿Cómo puede suceder eso?». 

Le contestó Jesús: 

«¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. 

Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».


Nadie ha subido al cielo. Sin embargo, Jesús si ha bajado de él. 

En la espiritualidad cristiana, muchas veces ha habido una obsesión por “subir al cielo”. Si voy al final, si me lo he ganado, etc. En un sentido, podemos estar pendiente del más allá, pero desentendiéndonos del más acá.


Jesús nos viene a entender que lo importante es que sólo sube el que ha bajado de él, Jesús. 

Él ha bajado, por eso la realidad me habla de él. No deberíamos obsesionarnos con el “cielo”, dado que ya está ganado por él para nosotros. Lo que tenemos, es disfrutar de su presencia, seguirlo, y trabajar con él en la construcción del Reino. 


En la pregunta tradicional: ¿qué hace falta para subir al cielo? Podríamos responder, bajando a la tierra, porque ya Jesús ha bajado. Se suele decir que al cielo se sube bajando. 

domingo, 16 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 17 DE ABRIL DE 2023

  Jn 3,1-8: El que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios.


Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo:

- «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él.»

Jesús le contestó:

- «Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios.»

Nicodemo le pregunta:

- «¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer? »

Jesús le contestó:

- «Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: "Tenéis que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu.»


Nacer de nuevo. ¿Qué significará? Cuando hablamos de la conversión, por lo general hablamos o pensamos en un cambio de formas de actuar, cuando en verdad se está refiriendo a un cambio de actitud, un cambio de mentalidad, un cambio de chip.

Es una necesidad para la vida cristiana, para la pastoral.


Nacer de nuevo es estar dócil al Espíritu Santo.

Nacer de nuevo es estar abierto a la Palabra De Dios

Nacer de nuevo es aprender a ver la realidad con los ojos de Dios.

Nacer de nuevo es estar abierto a la situación.

Nacer de nuevo es estar abierto a los signos de los tiempos.

Nacer de nuevo es estar atento a las necesidades del mundo.

Nacer de nuevo es permitir al Señor que nos vaya cambiando el corazón.

Nacer de nuevo es tener la certeza del primereo de Dios.

Nacer de nuevo es estar en estado permanente de misión.

Nacer de nuevo es estar en estado permanente de discernimiento.

Nacer de nuevo es salir de mi mismo, de mi rutina, de mis horarios, de mis costumbres.

Nacer de nuevo es salir de mi zona de confort.

Nacer de nuevo es una tarea permanente que tenemos que estar siempre en revisión.

Nacer de nuevo es aprender la conversión pastoral.

Nacer de nuevo es una apuesta por la itinerancia.

....

Tenemos tanto por aprender, es nuestra asignatura pendiente.

jueves, 13 de abril de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE ABRIL DE 2023. VIERNES DE LA OCTAVA DE PASCUA

 Jn 21,1-14: Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.


En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: 

Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. 

Simón Pedro les dice: 

«Me voy a pescar». 

Ellos contestan: 

«Vamos también nosotros contigo». 

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. 

Jesús les dice: 

«Muchachos, ¿tenéis pescado?». 

Ellos contestaron: 

«No». 

Él les dice: 

«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». 

La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: 

«Es el Señor». 

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. 

Jesús les dice: 

«Traed de los peces que acabáis de coger». 

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.

Jesús les dice: 

«Vamos, almorzad». 

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. 

Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.



Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado. Este texto se enmarca en la tercera aparición de Jesús con una pesca milagrosa. Estoy intentando reflexionar solamente con la frase que nos ponen como título, sabiendo que este evangelio lo veremos en un domingo de pascua.


La vida de Jesús y las apariciones nos vienen a manifestar la gran verdad de Dios: es el que siempre viene y se acerca. No somos nosotros los que nos acercamos a él, sino él a nosotros. Cuando nos sentimos lejos de él, en verdad él no se ha alejado de nosotros. 


Nos viene bien tener claro que Dios siempre viene a nosotros. Lo preparamos en Adviento y en Cuaresma nos preparamos para la Pascua (el paso del Señor). 


Pero Dios no es un Dios de la presencia, estático. No se queda simplemente acompañándonos. Es un Dios activo, nos da el pan y el pescado. Es un Dios que siempre nos da, que nos regala, que se nos regala. No entro en la consideración del pan y del pescado. Nos quedamos meditando que Dios, Jesús se acerca y nos da. 


¿Te parece poco?