miércoles, 31 de octubre de 2012

Comentario a la fiesta de Todos los Santos

TODOS LOS SANTOS ABIERTOS A DIOS ABIERTOS AL MUNDO HOMBRES Y MUJERES CUYAS VIDAS APUNTAN A DIOS. Hombres y mujeres cuyas historias dejaron huella, por la forma en que amaron, acariciaron, hablaron o actuaron. Hombres y mujeres conocidos, o anónimos. De todas las épocas. En todos los contextos. Siempre ha habido gente capaz de dejar que, desde dentro, brotase con fuerza el torrente del evangelio. Gente de carne y hueso. No son perfectos, al menos no con la perfección irreal de los puros. Sus historias tienen aciertos y errores. Su carácter, como tantos otros, es complejo. Tienen virtudes y defectos. Hay en sus vidas bien y pecado. Lo que marca la diferencia es que, en algún momento, se dejaron seducir por Jesús y su buena noticia. O, incluso sin conocerlo, su vida transmitió esa semilla de divinidad que llevamos dentro. EN SU MEMORIA, HOY, BRINDAMOS >«De los manantiales sacas torrentes que fluyen entre los montes» (Sal 104,10) Todos buscamos fuentes en las que se alimentan nuestros sueños y metas. Bebemos en la gente que conocemos. En los medios de comunicación y sus mil sucesos. En los libros. En nuestra propia historia, trenzada en conversaciones, ocurrencias, amores y desamores. Manantiales que dan fortaleza o motivos. Hay quien lo construye todo sobre historias concretas, cotidianas, que tienen algo de fugaz. Quizás todos lo hacemos, a veces. Pero hay quien es capaz de elevar la mirada, e intuir algo mayor, algo eterno, algo bueno. ESOS SON LOS SANTOS.Los que intuyen a Dios, de tal manera que les transforma por dentro. Entonces sus vidas irradian algo diferente. Sus palabras evocan una Palabra eterna. Sus gestos son una danza definitiva que dibuja siluetas de una verdad que intuimos. Respondió: «Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo» (Lc 10,27) Los santos no se evaden, para refugiarse en una intimidad solo poblada por Dios. Al revés, la fe les abre al mundo. Les acerca al prójimo. Les llena de motivos para el encuentro. SON MAESTROS, SANADORES, ARTISTAS, QUE COMPARTEN LAS ZOZOBRAS Y LAS ALEGRÍAS DE LA GENTE. Disfrutan con la vida bien concreta y real, ríen alto y fuerte. A veces también lloran. Arriesgan, en ocasiones hasta dar la vida por enfrentarse a lo injusto. Como hizo Jesús, en cuyo espejo se miran. Otras veces es la suya una entrega más callada, más cotidiana, que va construyéndose en el día a día. Todos los santos del mundo y de la historia. Al recordarles, lo hacemos con gratitud, con admiración, pero también con la conciencia de que CADA UNO DE NOSOTROS ESTÁ LLAMADO A VIVIR EL EVANGELIO CON LA MISMA PASIÓN, HONDURA Y RADICALIDAD. (cogido de http://www.pastoralsj.org/)

martes, 30 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 30 de Octubre

Lc 13,18-21: En aquel tiempo, Jesús decía: -¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas. Y añadió: -¿A qué compararé el Reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta. Este evangelio me alienta en la esperanza, que es la "cualidad" del cristiano que le hace recordar que Dios está actuando en la historia, y por tanto, no está solo. Pero por otro lado, le empuja a trabajar por el Reino. Me recuerda esta comparación de la pequeñez de la semilla. Igualmente nos podremos sentir "poca cosa" los cristianos. Ya no somos mayoría o masa, pero sin embargo, llevamos en nosotros a Jesús. Me recuerda también el crecimiento de Jesús, hasta los 30 años pasó desapercibido, pero su "semilla" iba creciendo, hasta ser un gran árbol donde todos los cristianos buscamos refugio, protección y aliento. Este árbol es el "árbol de la cruz". Pero la segunda comparación me alienta en la esperanza de saber que si somos auténticos cristianos, seguidores de Jesús, seremos capaces de fermentar la masa, incluso dice el evangelio tres medidas de harina. Aquí quiero entender (a lo mejor forzando el texto), que estas 3 medidas de harina, hace referencia a toda la humanidad (siendo el 3 un número con un gran simbolismo en la biblia), con sus distintas cualidades, culturas, cerrazón o no al evangelio. Muchas veces, podremos pensar que el evangelio es cosa sólo para unos pocos. Cuando planteamos alguna acción pastoral, a algunas personas las hemos dejado por perdidas y no nos planteamos ofrecerles el evangelio a ellos. Nos olvidamos que es Dios quien toca los corazones. Y nos olvidamos que la persona, como decía Karl Rahnner es un "existencial sobrenatural", por el cual hay una capacidad o una necesidad de Dios en el corazón de cada hombre. Que este evangelio de hoy nos haga cultivar la semilla de la fe a través de la oración, de la Palabra de Dios y la Eucaristía, para que crezca y así demos fruto abundante siendo levadura en medio de esta sociedad.

lunes, 29 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 29 de octubre

Lc 13,10-17: Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: -Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: -Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los sábados. Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: -Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado? A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía. Jesús en este trozo del evangelio critica dos cosas: la doble vara de medir que tenía la autoridad religiosa ("también ésta es hija de Abrahán"), de manera la ley se interpretaba según sus criterios, no según el criterio de Dios. Y, por otro lado, que la ley estaba por encima de la persona. Jesús ha venido a liberarnos del mal, del pecado. Algunas veces, la Iglesia, que somos todos, nos quedamos en las normas, cayendo en el mismo error que criticaba Jesús. Nos olvidamos que la ley es un "pedagogo", como dice San Pablo, pero que el cristiano tiene que ser movido por la caridad y la misericordia. Siempre es más fácil intentar aplicar la norma, que acoger, escuchar a la persona. Y Jesús, (que vino a cumplir hasta la última tilde y letra de la ley), supo mirar más allá y entrar en la profundidad del corazón del hombre. Si somos cristianos, tenemos que tener una altitud de miras, no como los personajes que vemos en el evangelio. Nosotros contamos con la revelación del Amor de Dios manifestado en Jesucristo. Nosotros contamos con la interpretación auténtica de la ley hecha por la Palabra de Dios. Por tanto, a los cristianos se nos pide que volemos alto, que estemos por encima de las minuciosidades para dedicarnos a lo más importante: el amor a Dios y el prójimo, corazón del LEY

viernes, 26 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 26 de octubre

Lc 12,54-59: En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: –Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos», y así sucede. Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno», y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo. Saber interpretar los "signos de los tiempos", es una de las razones por las cuales Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II. La expresión "signos de los tiempos", me invita al agradecimiento, a la prudencia, a la contemplación y al discernimiento. Al agradecimiento porque esta expresión denota la actuación permanente de Dios en la historia. La mano de Dios no deja de guiar los caminos de la historia, de manera que todo quede referido a Cristo. Muchas veces, no conseguimos descubrir esa "mano providente", en nuestras situaciones y en la historia en general. Entonces podríamos pasar de hablar de la historia a la expresión "historia de la salvación". Darnos cuenta que muchas cosas suceden por y para "algo" A la prudencia y al discernimiento, para no leer los acontecimientos a la ligera, sino intentar desentrañar los hilos con la prudencia como uno de los dones del Espíritu Santo y el discernimiento como camino de escrutar la voluntad de Dios. A la contemplación para poder disfrutar de lleno de esta vida, estos acontecimientos como un "kairós" (gracia), que el Señor nos ha regalado y así entregarnos de lleno a la transformación de la realidad. Hoy en día hacen falta profetas que sepan guiarnos por los signos de los tiempos. Personas que se sientan enviados de Dios y que nos alienten en la esperanza...

jueves, 25 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 25 de octubre

Lc 12,49-53 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: –He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra. Después lo acontecido en el verano pasado en nuestra tierra, nos rechina un poco los oídos oir a Jesús que quiere prender fuego en la tierra. El fuego no es solamente el agente causante de la devastación y no siempre es asociado al castigo (fuego del infierno). También, el fuego hace referencia a la purificación y a la iluminación. También hace referencia al Espíritu Santo. Creo que ahora podemos entender lo que Jesús nos quiere decir. Ha venido a purificar los corazones y a iluminarnos con su vida, con sus palabras, con su evangelio. También ese fuego le atañe a Él, porque esa prueba y bautismo que nos habla, se refiere a su muerte, el mayor signo de la revelación del amor de Dios. Dejémonos quemar por el fuego purificador del Espíritu Santo, para que nos ilumine. No tengamos miedo de los que efectos que producirá en nosotros...En el texto continúa hablando de la división. Esa división se refiere a la opción de vida a favor o en contra del Señor. Jesús no deja a nadie indiferente (y si lo deja, es que no ha sido conocido). Es un signo de contradicción, "bandera discutida", que decía el anciano Simeón. El evangelio nos espolea a una elección de vida. Muchas veces, vivimos un cristianismo cómodo, por el cual podemos combinar los diversos elementos de la cultura, algunas veces contradictorios (como se suele decir, una vela a Dios y otra al diablo). El fuego purificador del Espíritu Santo, nos espabila a no llevar una vida cómoda, sino una vida de testigo del Señor.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 24 de octubre

Lc 12,39-48: Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre. Pedro le preguntó: -Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? El Señor le respondió: -¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: «Mi amo tarda en llegar», y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse; llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá. Este evangelio me invita a trabajar y ser luz y levadura en la masa. El Señor nos exige porque nos ha dado la capacidad para ser testigo. Ya lo llevamos dentro. Puede ser que no terminemos de "confiar". Por eso, el Papa ha instaurado este año dedicado a la fe. Se nos invita a lanzarnos, a no tener espiritualidad de estufa (que bien se esta aquí), sino la espiritualidad del enviado.

martes, 23 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 23 de octubre

Lc 12,35-38: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: –Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Algunas veces nos olvidamos que somos los siervos, instrumentos de Dios. ¡Somos trabajadores en la viña del Señor! ¡Qué misión más apasionante!. No somos los amos de la viña y no nos corresponde disfrutar de la cosecha. Sólo servir y amar. "Servir es el arte supremo. Dios sirve a los hombres" (de la Vida es Bella). Servimos con la convicción que nuestro Señor, es el Creador, es nuestro Padre, por tanto, no nos va a exigir lo que no podamos dar. Sólo nos pide que le demos el corazón y nos entreguemos del todo a nuestra misión. Estar en vela o vigilantes es estar con todos los sentidos alerta. Estar atentos porque el Señor está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Si nos entregamos de lleno a la misión sin estar atento a sus manifestaciones, podemos caer en el activismo, en el hacer por hacer. Lo maravilloso de nuestro Señor, es que lo podemos percibir también en nuestra vida a través de cualquiera de los sentidos. Podemos sentir su caricia, su apoyo, su fuerza, su aliento, para seguir luchando y trabajando por el Reino.

lunes, 22 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 22 de octubre

Lc 12,13-21 En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: –Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. El le contestó: –Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros ? Y dijo a la gente: –Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes. Y les propuso una parábola: –Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: ¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha. Y se dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: «Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años: túmbate, come, bebe y date buena vida». Pero Dios le dijo: «Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?» Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios. Aquel hombre era tan rico, que sólo tenía dinero. En este evangelio, el Señor nos pone sobreaviso sobre el sentido de la vida. ¿Cuál es? ¿Acumular riquezas y luego darse una "buena vida"?. Fíjate que esa tentación es el causante de la crisis económica actual. En esta crisis nos damos cuenta de que nada es eterno. Que las grandes empresas, que parecían seguras, han caído. La muerte viene siendo el termómetro para hacer un parón en la vida y darnos cuenta de lo que realmente es importante en la vida o no. Muchas personas suelen decir que "al cielo no nos llevamos nada", sin embargo, a todos se nos pega el polvo del camino y caemos en algo de codicia, avaricia...Sin querer, seguimos pensando que la felicidad viene de tener una vida con todas las comodidades, donde nos sobre y podamos tener nuestro ocio y nuestras aficiones... Creamos en la palabra del Maestro: "su vida no depende de sus bienes". Si el sentido de la vida no es vivir de cara a las riquezas, el trabajo, sino ser rico ante Dios; intentemos vivir de cara a Dios, "María escogió la parte mejor", abriendo nuestro corazón a Él. Si el sentido de la vida no es acumular riquezas; aprendamos a compartir, para que "todos" podamos disfrutar de los bienes de este mundo, que son de "todos".

viernes, 19 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 19 de octubre

Lc 12,1-7: En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: –Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche, se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano, se pregonará desde la azotea. A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar en el fuego. A ése tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones. La levadura es ese ingrediente que se utiliza para fermentar toda la masa. El evangelio, en otra perícopa nos invita a ser como levadura en la masa. Pero aquí el Señor nos pone sobre aviso: no vale todo ni de cualquier manera. Si somos como la levadura de los fariseos, levadura corrompida, podemos corromper toda la masa. Por eso, no podemos volver a los errores de los fariseos, considerar nuestra vida cristiana como un "cumplo y miento", sino como un decidido seguimiento del Señor. Y estamos cayendo en ésto. Hoy la religión cristiana no es atractiva, porque presentamos una serie de normas, leyes, cosas que hay que hacer, y nos hemos olvidado del Señor. Potenciamos mucho "las acciones del Señor", pero no "el Señor de las acciones".

jueves, 18 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 18 de octubre

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «Está cerca de vosotros el reino de Dios». El drama del siglo XXI es éste: "la mies es abundante y los obreros pocos", y cada vez. Cada vez hay más personas que no conocen o ignoran a Jesús, y cada vez hay menos obreros de la viña del Señor. Porque todos los cristianos somos (en palabras del mismo Benedicto XVI el día de su elección) "humildes trabajadores de la viña del Señor". No es para que nos obsesionemos, pero sí para que nos preocupemos. ¿Qué estamos haciendo los cristianos del siglo XXI? ¿Sólo pendientes de nuestras comunidades "estufa", sólo mirándonos el ombligo? ¿No tendríamos que cambiar el chip de manera que el cristiano se caracterice porque es aquel que lleva el mensaje de Jesús, y no por ser aquel que asiste a unas actividades intraeclesiales? Está claro que la misión siempre es dura ("os mando como corderos en medio de lobos"), en todas las épocas. Pero no por ello, menos ilusionante. ¡Dios nos ha confiado a nosotros los misterios del Universo, y somos portadores de esa Buena Noticia!. No es para callárnosla, sino para gritarla a todos los rincones del mundo. Este fin de semana celebramos el DOMUND y nos acordamos de los misioneros. Con nuestra oración, somos su sostén en medio de la misión ad gentes. Seamos misioneros nosotros en este primer mundo, en esta "jungla de asfalto". Muchos no se atreven, porque no saben que decir. Jesús ya lo advirtió ("no llevéis talega, ni alforja..."), solamente hay que testimoniar nuestra fe, que es aquello que hace que mi vida tenga sentido, la haga más plena, más viva, más llena, más auténtica, más bonita... También está claro que hay interrogantes que nosotros no sabemos responder, para ello, en este año de la fe, se te invita a profundizar en el contenido del Credo, y también, sobretodo en el acto de creer, en la confianza. En muchas parroquias hay plataformas de profundización y formación en la fe. Aprovecha la ocasión. ¡Pongámonos en camino, que no hay tiempo que perder! Que el Señor ilumine nuestros pasos.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Comentario en el día 17 de octubre, "día de la erradicación de la pobreza"

Introducción Las Naciones Unidas han instituido el 16 de octubre como Jornada Mundial de la Alimentación para alertar de que existen todavía una multitud de personas que padecen hambre, a pesar de vivir en una época de abundancia. Un grupo de presión en Internet ha promovido una iniciativa para eliminar esta lacra y nos invita a seguirla. En uno de sus anuncios afirman: Mil millones de personas padecen hambre crónica. En lo que dura este video, dos niños habrán muerto de hambre. Y nos invitan a adherirnos a la iniciativa de firmar la siguiente petición: “Presionad a los responsables políticos para eliminar el hambre. Firmad una petición y promoved acciones allá adonde estéis. Mediante la voz de las Naciones Unidas exhortamos a los gobernantes a dar prioridad absoluta a la erradicación del hambre en el mundo hasta alcanzar este objetivo”. Nos proponen este evangelio: Mt 14, 13-20, multiplicación de los panes y los peces. El comentario de hoy será el que nos propone Cáritas. Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, solo, a un lugar desierto; y cuando las multitudes lo supieron, le siguieron a pie desde las ciudades. Y al desembarcar, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos. Al atardecer se le acercaron los discípulos, diciendo: El lugar está desierto y la hora es ya avanzada; despide, pues, a las multitudes para que vayan a las aldeas y se compren alimentos. Pero Jesús les dijo: No hay necesidad de que se vayan; dadles vosotros de comer. Entonces ellos le dijeron: No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces. El les dijo: Traédmelos acá. Y ordenando a la muchedumbre que se recostara sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo los alimentos, y partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la multitud. Y comieron todos y se saciaron. Y recogieron lo que sobró de los pedazos: doce cestas llenas. ¡Sin ninguna duda hay que hacer algo! Pero ¿Qué? ¿Qué hay que hacer? ¡Esta es la cuestión! Como se trata de cambiar el mundo, pensamos enseguida en los gobernantes. Según nuestra mentalidad moderna, pensamos en seguida en poner en marcha nuestros medios jurídicos y políticos: o sea nuestros medios humanos, sin pensar en Dios. Nuestras sociedades ya no viven en la fe. Pensamos que los políticos pueden cambiar la marcha de los acontecimientos. Que legislen para poner fi n a las hambrunas. Pero, ¿cómo podrán hacer unas leyes que todo el mundo considere justas? Y, aunque pudiesen hacer leyes justas, ¿podrán los gobiernos aplicarlas y hacerlas respetar? ¿De qué forma podrán hacer aplicar esas leyes, si los ciudadanos tienen motivaciones injustas? Aquí está el verdadero problema: la disposición interior de cada persona. Si hay mucha gente que se complace con las estructuras injustas, dominadas por el afán de beneficio, y la sed de bienes materiales, ¿qué podrán hacer las leyes? Erradicar el hambre en el mundo no es una cuestión de legislación de los mandatarios. Se trata más bien de promover la justicia, de cambiar nuestro mundo y para eso es preciso cambiar nuestros corazones y mentalidades. Y esto está por encima de los poderes humanos. Por eso hemos de dirigirnos a Dios. Vivir en la fe significa aceptar, hacer sitio a Dios en mi universo. Vivir en la fe significa vivir con Dios, escucharlo, conocerlo, hablar con Él. ¡Y no vivir como si Él no contara! Como si Él no tuviera importancia alguna, como si no nos hiciera falta acatar sus leyes, aunque nos las proponga. La fe nos dice que Dios es el primero en querernos y en querer nuestro bien. Respecto a nuestra preocupación actual, Él está dispuesto a ayudarnos a erradicar el hambre; Él nos da sus bienes en abundancia y quiere nuestra felicidad. Es lo que nos enseña su palabra que acabamos de escuchar. La primera lectura nos enseña: Dios ha puesto a nuestra disposición una buena tierra, llena de recursos naturales. Para aprovechar esta abundancia, solo nos advierte de una condición: «Cuídate de no olvidarte del Señor tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Yahveh tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre» (Deut. 8, 11-14). Nuestros métodos y costumbres consisten en excluir a Dios de nuestra vida diaria. Hoy en día denominamos esta actitud como secularización: ¿Qué tiene que ver Dios con el hambre en la tierra? ¿Produce Él los cereales? ¿Trabaja Él con las cooperativas que abastecen a los grandes almacenes? Y es así como nosotros vamos construyendo nuestro mundo, nuestra economía, nuestra política. Sin Él, sin Dios. El resultado es que, una vez realizadas estas obras hechas solo con nuestras manos, las encontraremos apagadas y vacías, incapaces de garantizar la justicia, la paz y la felicidad. De esta forma estamos edificando un mundo lleno de riquezas y de abundancia, pero que está también lleno de tristeza. Nuestro mundo es un mundo triste y sin alegría. Le falta la sal de Dios. Nuestros mandatarios, responsables e instituciones no pueden darnos esta alegría. En el Evangelio, Jesús da de comer en abundancia a una multitud de personas: panes y peces, sobrando 12 cestas. Cuando nos dirigimos a Dios, Él responde con generosidad. Su principal generosidad, lo sabemos muy bien, es Jesucristo en persona. Él se define como el pan que ha descendido del cielo y que da la vida, es decir, que da la felicidad y la alegría. Él nos ha traído la sal de Dios, para dar el sabor a nuestras obras e instituciones; con Él, nosotros podemos realizar lo que los mandatarios del mundo no pueden hacer: compartir de forma equitativa, dar sabor y alegría a la vida. Dirigirnos a Dios no es solamente rezar y tener buenas ideas. Es también trabajar concretamente en una obra que existe desde hace tiempo. Jesús, después de su resurrección, ha puesto en marcha una obra que nosotros estamos buscando: la ciudad de la paz. Y esta ciudad se está edificando. Él ha sido su impulsor con sus enseñanzas. Después de su resurrección, la fe de sus discípulos ha hecho brotar de la tierra una ciudad nueva de fraternidad: «Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.» (Act. 2, 42-45). Esta es la ciudad de justicia, amor y alegría que estamos buscando. Esta ciudad está en marcha y todos nosotros estamos invitados a trabajar en ella. El texto continua diciendo «Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos». Nosotros somos los que el Señor ha ido añadiendo a la comunidad de los salvados. Esta ciudad no es una ficción del espíritu ni un sueño. Es una comunidad que ha crecido hasta nosotros: la Iglesia. En ella Dios ha reunido a todos los hombres del mundo entero en la justicia, la paz y la alegría. En ella Él ha puesto el corazón y el espíritu nuevo. Si existen mil millones de personas que aún padecen hambre, ciertamente tenemos algo que hacer. Lo primero es cambiar nuestra mentalidad. Debemos mirar hacia adentro y dejarnos penetrar por un Espíritu nuevo. Las personas necesitan una nueva sabiduría para construir un mundo más justo. ¿Dónde encontrar esta nueva sabiduría? Nosotros, que somos sus discípulos y que seguimos comunicándonos con Él en la Eucaristía, tenemos la convicción de que, a menos que nos dejemos llenar del espíritu de Cristo, de sus enseñanzas, y trabajemos en cualquier lugar donde estemos según su Espíritu no habrá justicia ni alegría en la tierra, ni paz entre las naciones. Él es la única sabiduría y la única salvación. Lo mejor que nosotros podemos hacer de verdad es transformarnos en sal de la tierra en Cristo Jesús, para llevar su sabor allá adonde estemos. Anunciaremos así con nuestra vida y testimonio la buena nueva: ¡la obra de la justicia está en marcha! Esta es nuestra esperanza: ¡trabajemos por la justicia! Para cambiar el mundo hay que cambiar a las personas, porque todos los males que padecemos tienen raíces en nuestros corazones. A nuestro Señor y Salvador Jesucristo que nos ha invitado a trabajar por una ciudad santa sea todo honor y alabanza por los siglos de los siglos. Amén

martes, 16 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 16 de octubre

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. El entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: –Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo. "Dad limosna de lo dentro". Me quedé con esta frase del evangelio de hoy. Nuestras relaciones entre nosotros, muchas veces están llenas de formalidades, de acciones externas, pero vacías en el interior. Muchas veces vivimos con unas relaciones llenas de falsedades, donde falta la sinceridad, la honestidad, el diálogo. Estamos preocupados del exterior, de la imagen que estamos dando, pero no estamos preocupados de quienes somos, y a quien estoy dando ante los demás. Jesús nos invita a ser auténticos. Fíjate que Él no cambió su forma de actuar por estar en casa del fariseo, sino que su libertad le hizo ser él mismo. También nos invita a cuidar el interior, a valorar más nuestra interioridad. Porque también trasladamos esta forma de relacionarme a nuestro trato con Dios. Ojalá todos tengamos alguien que, como Jesús, nos haga despertar de este mundo irreal, basado en lo exterior, en el cual muchas vivimos, para vivir en el mundo real basado en relaciones auténticas entre Dios y entre nuestros hermanos los hombres.

lunes, 15 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 15 de octubre

En aquel tiempo, exclamó Jesús: -«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.» Me alegra mucho ver este evangelio en el día de hoy. Es una perícopa especial para mí. De hecho lo elegí como el evangelio de mi primera misa. Comienza con un agradecimiento de Jesús al Padre porque los secretos, las cosas importantes, el sentido de la vida, del amor, de la entrega, sólo se las revela a la gente sencilla, a los que ponen su confianza en Él. A los que son limpios de corazón. También yo quiero dar las gracias a Dios, porque se ha hecho tan accesible, que, por eso, muchas veces inaccesible. Me explico, a Dios lo buscamos, o lo intentamos ganar con palabrerías, acciones y sólo hace falta un corazón sencillo, sincero, de un niño. Es más fácil acceder a Dios, de lo que pensamos. Él es el que se ha acercado a nosotros. "No son vosotros los que me habéis elegido". Pero lo que más me "coge" el corazón es la invitación a abrir nuestro corazón a Él, de ir a Él. "Venid a mí los que estáis cansados y agobiados". ¿Cuántas veces hemos ido a recostar nuestra cabeza en el pecho del Maestro? ¿Cuántas veces he ido yo a descargar y descansar en el Él?. Yo me he sentido acogido, comprendido, escuchado, amado. Es la experiencia más bonita y más interesante que podemos experimentar. Por encima, de todo experiencia sensible placentera, que es efímera. Ésta es la experiencia fontal de la vida de una persona, SABERSE AMADO Y QUERIDO pero de una manera como nadie en el mundo podrá hacérmelo experimentar. Y cuando te abres a Él con una confianza absoluta, descargas todos los agobios, problemas, miedos y puedes encontrar un sentido nuevo al vivir, a la entrega de cada día, a los problemas cotidianos. Por eso, luego nos invita a cargar con su yugo (el yugo es una carga compartida), para hacer más llevadera la carga de cada día (mi yugo es llevadero y mi carga es ligera). Haz la experiencia. Cuando la haces, te haces inmediatamente dependiente de su amor, de su cariño, de su paz. Y por último, nos invita a aprender de Él, que es manso y humilde de corazón. En la oración, acudimos a la escuela del Maestro. ¡Cuánto deberíamos aprender de Él, de su mansedumbre, de su humildad! Es lo que cada día le pido al Señor, que yo aprenda en su escuela, que me cincele, para que pueda ser también, manso y humilde de corazón, y así repetir las palabras del Maestro, "vengan a mí los que están cansados y agobiados". Es una bonita y necesaria misión hoy, ser descanso, apoyo y fortaleza de los que están agobiados, desesperados, desesperanzados... Por ello, celebro la misa todos los días.

sábado, 13 de octubre de 2012

Comentario para el domingo 14 de octubre: apertura del año de la fe

Todo fotógrafo que se precie tiene un filtro. Hay mucha variedad de filtros, de colores, polarizados, UV, etc. A mí me gusta mucho el filtro polarizado: por medio de él, no tienen reflejos las fotos, realza el colorido de las plantas y el azul del cielo lo hace un poco más oscuro realzando el blanco de las nubes. Según la inclinación del sol, pueden quedar las fotos más bonitas. Así es la fe: hace la vida • más bonita • más auténtica • más plena • más viva Por eso estamos llamados a redescubrir la belleza de la fe: es nuestro mayor don. Dostoievsky decía: "la belleza salvará al mundo". En la primera lectura se nos habla de la sabiduría como algo tan preciado, que el oro a su lado no vale nada; lo mismo la plata. San Pablo también decía: "todo lo estimo basura comparado con el conocimiento de Jesucristo". S. Gregorio de Nisa: "contemplando a Cristo, cada uno se convierte en el pintor de su vida". Hay una canción del grupo Ixcis que dice: "nada vale la pena comparado con tu amor". Redescubrir la belleza de la fe: • la belleza de poder amarlo y no temerlo con todo el corazón con toda el alma con todo el ser • la belleza de sentirse amado comprendido acogido (nadie nos sentir tan bien, tan importantes) ¡somos sus hijos! • la belleza de sentirse perdonado siempre • la belleza de sentirme hermano de todos los hombres • la belleza de sentirme llamado a la comunión con toda la creación • la belleza de tenerlo dentro (el Padre Pío al final de su vida decía “Tanta gracia, tanto don, que has venido a morar en mí”) la belleza de la Eucaristía: el Beato José de Anchieta decía: “¡Oh Dios infinito¡, por nos humanado, veóos tan chiquito, que estoy espantado” • la belleza de dejarlo todo por Él. • La belleza de llamarnos a cosas mayores y no una vida de Mediocridad Superficialidad Materialista Utilitarista • Pero sobre todo, la belleza de poder ver a Dios. Déjate cautivar por la fe, irradiarás la alegría, el amor, la belleza a todos los hombres.

jueves, 11 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 11 de octubre

Lc 11,5-13: Pedid y se os dará. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene a medianoche para decirle: «Amigo, préstame tres panes , pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle». Y, desde dentro, el otro le responde: «No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme para dártelos». Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden? Muchas veces nos da la sensación de que el Señor no nos escucha. En la parábola de hoy, podemos descubrir la disposición de Dios a escuchar nuestras súplicas. Y también nos invita a ser luchadores: pedid, llamad, buscad. Tres verbos que nos hablan de necesidad. Podemos tener necesidad de muchas cosas, de cariño, de seguridad, de un techo, de la estima, de honor. ¿Tenemos necesidad de Dios? Perdona que haya hecho esta pregunta que da la sensación que no viene a cuento, pero el texto termina aclarando que es lo que el Señor nos da a los que le pidan: el Espíritu Santo. Ese es el gran don de Dios y nuestra gran necesidad y petición. Es el mismo espíritu que creó el universo, el mismo espíritu que guió a Jesús y a tantos santos. Es nuestra luz, fortaleza, guía, ánimo... En definitiva, es el AMOR del Padre y del Hijo. Término con la secuencia del Espíritu Santo, para que lo pidamos. Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 10 de octubre

Lc 11,1-4: Señor, enséñanos a orar. Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: -Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos. El les dijo: -Cuando oréis, decid: «Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación». Reconozco que le tengo especialmente cariño y devoción a la oración del padrenuestro. ¡Es la oración del Señor! Sus mismas palabras, la oración que utilizaba. El lunes la iglesia nos proponía la parábola del buen samaritano, ayer Jesús nos invitaba a hacer como María y hoy nos enseña a orar. Los cristianos hemos desprestigiado la oración y concretamente el padrenuestro. No es solamente una oración, es la llave y la luz de nuestro seguimiento, nuestra vida cristiana. Es toda la vida. La misma Sta Teresita del Niño Jesús, fue incapaz de terminarla en su meditación. Se quedó en "Padre". Personalmente para mi es una oración de abandono, donde ponemos nuestra vida en manos de Dios y me da mucha paz. Tiene la virtualidad de abrirnos al Padre, la fuente de la vida, y el descanso de nuestras fatigas. También me atrevo a decir, que la oración del padrenuestro es una "contraseña", cuando oréis, decid...la oración preferida de Dios. No la machaquemos o gastemos rezándola mal, sino que vayamos adentrandonos en su espiritualidad y cambiara nuestras vidas.

martes, 9 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 9 de octubre

Lc 10,38-42: Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor. En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: -«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.» Pero el Señor le contestó: -«Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.» Ayer el Señor nos invitaba a hacer lo mismo, a ayudar al otro, a ser instrumento de la misericordia de Dios. Hoy parece que cambia el discurso: nos invita a ser oyentes de la Palabra, es la parte mejor y no se la quitarán. ¿No parece contradictorio? Precisamente hoy en el cual parece que la oración es, para mucha gente, una pérdida de tiempo, salirse de la realidad (fuga mundi), espiritualismo des encarnado. Jesús no es sospechoso de ser así de desencadenado, sino lo contrario, entregado a los hombres. El Señor quiere que o caigamos en el activismo, en el stress. Quiere fundamentar las bases de nuestra vida y nuestra entrega: la escucha de la Palabra, que es fuente de paz, de luz, de entrega, de amor. La Palabra, como la leche materna, es el alimento propio según la necesidad de cada uno. Recomendada especialmente en estados carenciales de: amor, paz, motivaciones... "El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a aquel hombre que edificó su casa sobre roca..." Edifiquemos nuestra casa sobre la Palabra de Dios. Dediquemos todos los días, en un silencio y soledad sonora unos 15 minutos, para leer la Palabra de Dios y luego rumiarla, como María.

lunes, 8 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 8 de octubre

Lc 10,25-37: ¿Quién es mi prójimo? En aquel tiempo, se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: -Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? El le dijo: -¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella? El letrado contestó: -«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.» El le dijo: -Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida. Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: -¿Y quién es mi prójimo? Jesús dijo: -Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: -Cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos? El letrado contestó: -El que practicó la misericordia con él. Díjole Jesús: -Anda, haz tú lo mismo. Anda, haz tú lo mismo. Este evangelio de hoy es para mí un fuerte examen de conciencia. Muchas veces nos quedamos en las cosas, en la fe, y olvidamos la misericordia. La Biblia está llena de referencias a la misericordia, que es la ofrenda verdadera a Dios. Tampoco es que podamos ponernos en la disyuntiva de amar a Dos y al prójimo. La clave la vemos en Jesús. Pero está claro, que hoy en día, si se nos puede atacar a los cristianos en general, será por la falta de misericordia. Aquel texto del levítico, que invitaba a la santidad: "sed santos cono vuestro Padre celestial es santo"; en Lucas Jesús utiliza la palabra misericordia por palablra santidad. Que nuestra vida cristiana sea seguimiento de Jesús en su vida y actitudes.

jueves, 4 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 4 de Octubre

Lc 10,1-12: Descansará sobre ellos vuestra paz. En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: –La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «está cerca de vosotros el Reino de Dios». Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: «Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el Reino de Dios». Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo. Ayer veíamos como el Señor nos llamaba a seguirle. ¡Poneos en camino!. Hoy nos sigue invitando a no entender nuestra vida como algo estable y estático. La vida es un camino, proceso. Hay que movilizarse, hay que hacer, no podemos estar de brazos cruzados. Esta es una invitación a todos los cristianos. El número 72 hace referencia a las naciones conocidas en aquel entonces (72). Es por tanto, una invitación universal, "católica". También igual que ayer, el Señor nos advierte de los peligros "mirad que os mando como ovejas en medio de lobos". Para que seamos conscientes, que evangelizar no es fácil, el evangelio avanza en medio de fuerte oposición. Pero eso no ha de llevarnos a la queja o la lamentación, sino alentar nuestra confianza en Dios.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 3 de octubre

Lc 9,57-62: Te seguiré adonde vayas. En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos le dijo uno: -«Te seguiré adonde vayas.» Jesús le respondió: -«Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» A otro le dijo: -«Sígueme.» Él respondió: -«Déjame primero ir a enterrar a mi padre.» Le contestó: -«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.» Otro le dijo: -«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.» Jesús le contestó: -«El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.» Jesús parece muy exigente en el evangelio de hoy, y no se anda con chiquitas ni con paños calientes. Sin embargo, es así, el seguimiento de Jesús implica un desprendimiento total. Lo entendemos perfectamente cuando hacemos, por ejemplo, el camino de santiago. No podemos llevarlo todo, tenemos que llevar, tener, solamente lo imprescindible. Para seguir a Jesús, es necesario desprenderse de nuestros gustos, quereres, proyectos, para conformar nuestra vida con la de Dios. Fíjate que en la Biblia dice Dios: "mis caminos no son vuestros caminos". Es por tanto, un salto en el vacío, un lanzarse al mar. En definitiva, es un salto de fe, de confiar totalmente en el Señor, en la voluntad del Padre y no mirar atrás.

martes, 2 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 2 de octubre

Lc 9,51-56: Tomó la decisión de ir a Jerusalén. Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: -Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo y acabe con ellos? El se volvió y les regañó, y dijo: -No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos. Y se marcharon a otro aldea. Se iba cumpliendo el tiempo. Jesús era consciente en todo momento de su misión, de hacer la voluntad del Padre. Y como todas las misiones, tienen su término. Toda su vida de entrega al Padre y su voluntad ("mi alimento es hacer la voluntad del Padre") y a los hombres, converge en la entrega en la cruz. La expresión "tomó la decisión de ir a Jerusalén", realmente es "endureció el rostro". Es una expresión que impresiona, tuvo que echarle coraje para ir a Jerusalén. Leer esto me produce una profunda emoción y un gran agradecimiento. Y todo, por ti y por mi... Fíjate también que toma la decisión de hacer la voluntad del Padre hasta las últimas consecuencias, y tiene oposición, no pueden pasar por Samaría. ¡Cuántas veces confundimos hacer la voluntad de Dios, con que nos salga todo bien!. Más bien hay que decir lo contrario. La voluntad de Dios siempre viene mezclada de una fuerte oposición. Aprendamos de Jesús a "endurecer el rostro" para tomar la decisión de ir a nuestra Jerusalén, pasando por hacer la voluntad del Padre. Que el Señor nos de la confianza que Él tuvo en su Padre para que nosotros también podamos seguir sus pasos.

lunes, 1 de octubre de 2012

Comentario al evangelio del 1 de octubre

Lc 9,46-50: El más pequeño de vosotros es el más importante. En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: -El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante. Juan tomó la palabra y dijo: -Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir. Jesús le respondió: -No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro. Hoy se invoca una palabra frecuentemente: la tolerancia. Y parece que Jesús invoca a ser tolerantes. La tolerancia es el respeto a las ideas, etc del otro. Yo prefiero elegir, la palabra más evangélica, acoger. La palabra acogida, hace referencia a la persona, a toda su realidad, lo bueno y lo malo. Según el diccionario "admitir en la casa". Tiene una mayor profundidad. Algunas veces los cristianos nos conformamos con aceptar las ideas del otro, con no meterme con el otro, con no criticar al otro... Sin embargo, el evangelio nos lleva mucho más allá: amar al prójimo como a uno mismo, amar a los enemigos... Nos toca acoger, especialmente a los niños, a los menos importantes, que quizá tengan menos cualidades, o más defectos. Acoger también a los que son extraños a mí ("no es de los nuestros").