sábado, 31 de diciembre de 2016

HOMILÍA DE AÑO NUEVO

Ante el año nuevo, nos podemos preguntar, ¿como lo esperamos?
Desgraciadamente veo a muchos cristianos que lo esperan:

  • Con apatía
  • Con miedo
  • Con desencanto
  • Con desesperanza
...y cristianos que no esperan nada.
Sin embargo, las lecturas de hoy nos evocan a unas actitudes positivas.
María brilla hoy de una manera especial. ¿Quién iba a suponer el año que tuvo María cuando dejó a Dios irrumpir en su vida? Un año un tanto atropellado...

  • La Anunciación y posterior visita a su prima. 
  • El embarazo y encontrarse con José.
  •  El censo y traslado a Belén y parto allí.
  • La Purificación y profecía de Simeón.
  •  La huida a Egipto.
Las lecturas nos invitan a esperar el año vivirlo como:

1.-Bendición. Dios siempre nos bendice. Nunca se desdice de nosotros. No se cansa de perdonar.
2.-Los pastores corrieron al sepulcro.
  • Urgencia. Hoy nuestra urgencia es la misión.
  • Decisión
EG 85 Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas quejosos y desencantados con cara de vinagre. Nadie puede emprender una lucha si de antemano no confía plenamente en el triunfo. 


EG 109 Los desafíos están para superarlos. Seamos realistas, pero sin perder la alegría, la audacia y la entrega esperanzada. ¡No nos dejemos robar la fuerza misionera! 


EG 33 La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así». Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades.

3.- María meditaba todo en su corazón. Es decir, pedía ayuda, luz a Dios, para ponderarlo desde Él. Dejaba que madurasen las cosas y acontecimientos. Que ella nos ayude.
Termino con la oración del Santo Padre al terminar la Evangelii Gaudium.

Virgen y Madre María,
tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe,
totalmente entregada al Eterno,
ayúdanos a decir nuestro «sí»
ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.
Tú, llena de la presencia de Cristo,
llevaste la alegría a Juan el Bautista,
haciéndolo exultar en el seno de su madre.
Tú, estremecida de gozo,
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.
Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.
Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,
para que ella nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino.
Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

NUEVA ACTUALIZACIÓN DE LA APLICACIÓN ITAZACORTE

Se ha actualizado para los smartphones con Android (Apple tardará unos días), la aplicación de móvil de las Parroquias de Tazacorte.
Se ha mejorado la vista del calendario, se ha añadido una oración a San Miguel y se ha arreglado el acceso al Facebook parroquial.
Esta aplicación ha tenido un éxito dado que se ha descargado en unos 80 smartphones.
Ahora, con el nombramiento de los mártires de Tazacorte como patronos de la misión diocesana, podrá tener un aumento en la peticiones de oración.
Si no la tienes, puedes descargártela en Android en este link y en Apple en éste

domingo, 25 de diciembre de 2016

HOMILÍA DE NAVIDAD

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande. Todas las Nochebuenas escuchamos al profeta Isaías, centrándonos y situándonos en la Navidad.

Hay gente que dice que no soporta la Navidad, que no le gusta la Navidad, que odia la Navidad. No tienen motivos para celebrar nada.

Puede haber muchos motivos para celebrar la tristeza. Incluso la alegría de la Navidad puede resultar escandalosa, mirando a nuestro alrededor. Puede ser algo tramposa la alegría navideña, esa alegría por decreto...

Y nuestro mundo tampoco atraviesa por momentos y situaciones que nos hagan tener esperanza: Yihadismo, pobreza en aumento, crisis económica, corrupción, droga, materialismo, relaciones entre las personas por interés...(este mundo no hay Dios quien lo arregle).

Los relatos navideños nos hablan de incertidumbre, de inseguridad, de contratiempos, de pobreza, de desnudez, por tanto, la idea de "no tener motivos para celebrar la Navidad", precisamente es la motivación y la actitud propia: la Navidad es encontrarse en la debilidad.

El Papa en la catequesis del miércoles pasado: "¿Espero en Dios o en mis propias seguridades?
"Pero metámonos esto en la cabeza. Las seguridades propias no nos salvarán. La única seguridad que salva es la de la esperanza en Dios, la que nos salva, esa es fuerte y es la que nos hace caminar por la vida con alegría, con ganas de hacer el bien, con ganas de ser felices para toda la eternidad”.

Ésta es la gran luz de la Navidad. Brilla en la tiniebla, en la desnudez, en la pobreza, en el contratiempo.

La luz es la misericordia. "En el encuentro entre Jesús y la adúltera (cf. Jn 8,1-11). No podía encontrar una expresión más bella y coherente que esta para hacer comprender el misterio del amor de Dios cuando viene al encuentro del pecador: «Quedaron sólo ellos dos: la miserable y la misericordia» " Misericordia et misera.
La Navidad es el encuentro entre la misericordia y la miseria, lo miserable, el miserable...

Y lo mejor de todo es que ese encuentro se da siempre, constantemente, en nosotros, en nuestro interior. No tiene que darse la conjunción de las estrellas para que se de...sino se da en cada momento, porque somos la miseria, lo pobre. Y cuanto más pobres seamos, más míseros, más luz seremos.
Esa es la Luz de la Navidad. Esa es la Luz que llevamos. Tú la llevas, eso decíamos el domingo pasado al recibir la Luz de la Paz de Belén. Y eso decimos. Llevamos la Luz dentro, en la medida que posibilitemos el encuentro con la misericordia. En la medida en que nos reconozcamos pobres pecadores, siervos inútiles, más motivos tendremos para celebrar la Navidad, para llevar la luz.

Tú la llevas. Llévala a todos los rincones. Y no te olvides de que eres luz porque llevas a la Luz y te has abierto a ella. 








martes, 13 de diciembre de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 13 DE DICIEMBRE

Mt 21,28-32: Vino Juan, y los pecadores le creyeron.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a ancianos del pueblo:
- «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." El le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor. " Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»
Contestaron:
- «El primero.»
Jesús les dijo:
- «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

Reflexión

¿Qué nos parece?...El Señor nos invita a la conversión y a no posponerla. Es nuestra mayor inversión. Nosotros somos los que le hemos dado el SI al Señor al ser bautizados, al ir a misa, al confesarnos, al estar en un grupo de formación...pero muchas de nuestras actitudes hacia Dios y los hermanos son más de un NO que de un SI. 
Quizá nos hemos acomodado y no nos hemos dejado renovar por la perenne efusión del Espíritu Santo. Nos hemos acostumbrado a Dios, que siempre es novedad.
Sin embargo, hasta los publicanos y las prostitutas nos aventajan, porque están afianzados en la novedad del perdón de Dios.
Aprendamos de María y apoyémonos en ella, que es la mujer del SI. 

lunes, 12 de diciembre de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 12 DE DICIEMBRE

Mt 21,23-27: El bautismo de Juan, ¿de dónde venía?
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:

- «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»

Jesús les replicó:

- «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de. los hombres?»

Ellos se pusieron a deliberar:

- «Si decimos "del cielo", nos dirá: "¿Por qué no le habéis creído?" Si le decimos "de los hombres", tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta.»

Y respondieron a Jesús:

-«No sabemos.»

Él, por su parte, les dijo:

- «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»

Reflexión

Esta pregunta sobre la autoridad me recuerda la misma pregunta que escuchábamos ayer domingo de labios de Juan el Bautista: "Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro".
Creo que el camino es del de la fe, es decir, el de la confianza. Por eso Jesús desiste de estar explicándole a ellos. Cuando no hay capacidad de apertura...no hay nada que hacer.
No seamos como los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo, y pongamos a Jesús en una continua demostración. Simplemente Adora y Confía.

lunes, 5 de diciembre de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 5 DE DICIEMBRE

Lc 5,17-26: Hoy hemos visto cosas admirables.
Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo:
-«Hombre, tus pecados están perdonados.»
Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar:
-«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?»
Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó:
-«¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir "tus pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"?
Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa.»
El, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor:
-«Hoy hemos visto cosas admirables.»

Reflexión

Este es un texto muy bonito y significativo sobre la intercesión en la fe y la ayuda de la comunidad. Muchas veces hemos definido la fe como algo personal, de una respuesta que tengo que dar al Señor, y eso es cierto, pero también ayuda la comunidad.
Es más, la comunidad tiene el deber de ayudar a los demás a dar el paso de la fe. Y todavía más, el texto dice: "viendo la fe que tenían". Otro deber de la comunidad es orar por todos e interceder.

viernes, 2 de diciembre de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 2 DE DICIEMBRE

Mt 9,27-31: Curación de dos ciegos que creen en Jesús.
En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:
- «Ten compasión de nosotros, hijo de David.»
Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:
- «¿Creéis que puedo hacerlo?» Contestaron:
- «Sí, Señor.»
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
- «Que os suceda conforme a vuestra fe.»
Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:
- «¡Cuidado con que lo sepa alguien!»
Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.

Reflexión

Dos ciegos seguían a Jesús y le pidieron que tuviera compasión de ellos y los curara. Esta puede ser una imagen de nuestro tiempo de misión. Es el Señor el que va delante y nosotros le seguimos. No sabemos donde nos lleva. Pero si es verdad que necesitamos que nos cure para saber por donde caminar, sus huellas, a veces, se borran, le gusta caminar sobre el polvo...
Y Él nos remite a nuestra fe. La misión es una consecuencia de la fe, de la grandeza o pobreza de la fe. Pidámosle al Señor, que los frutos no sean a la medida de nuestra fe, sino la de la Iglesia, como decimos en la misa: "no mires nuestro pecado sino la fe de tu Iglesia".