Lc 10,13-16: Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
En aquel tiempo, dijo Jesús:
-¡Ay de ti Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
-¡Ay de ti Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Reflexión
En estas ciudades no se ha acogido el mensaje suyo, no han acogido a sus enviados. Y al no acoger a los enviados, no acogen al que los envía. Por un lado, nos muestra la identificación con el Padre, y por otro, nuestra identificación con Él.
Un tema importante a revisar es nuestra identificación con Él. Lo representamos a Él donde quiera que vamos. ¿Somos dignos representantes? ¿Nos identificamos con el mensaje? ¿Estamos unidos a Él?
No hay comentarios:
Publicar un comentario