martes, 26 de febrero de 2013

Comentario al evangelio del 26 de Febrero

Mt 23,1-12: En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: -En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame «maestro». Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Anoche empecé a leer el libro LUZ DEL MUNDO, que tenía en la mesa de noche, pero dada la renuncia de nuestro Papa, interrumpí el libro que leía para leer éste. Tenemos unos días para darle gracias muy profundamente a Dios por el testimonio del Papa Benedicto. Comenzó en medio de una gran polémica mediática, sin embargo, su actitud era la del siervo de Yahvéh o los "anawin". Dijo desde el balcón: "soy un humilde trabajador de la viña del Señor". Y con esa humildad que llegó, se va ahora sin hacer ruido. Mejor dicho, ha hecho un ruido enorme, ha causado un revuelo mediático formidable. Y es que su testimonio de coherencia y humildad ha calado en todos los diarios y rotativos del mundo. Hasta los enemigos más encarnizados han terminado alabando su actitud. Y mira por donde, que las voces discordantes en esta renuncia han estado en algunos hombres de Iglesia. Tenemos que dar gracias a Dios, porque nos ha bendecido con unos Papas en los cuales hemos visto reflejado la coherencia, el sacrificio, la humildad, la FE, la esperanza, la alegría... Sin embargo, miramos a nuestro alrededor y vemos que no tenemos líderes coherentes, que brillen por su sacrificio y sobre todo, POR SER SERVIDORES. Es hora de dejarnos de polémicas (buey y mula) y aprovechar el vasto magisterio que nos ha dejado Benedicto, para confirmarnos en nuestra fe.

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