jueves, 5 de agosto de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 6 DE AGOSTO DE 2021

 En el ciclo B

Mc 9,2-10: Este es mi Hijo amado.



En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:

-«Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube:

-«Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.»

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. 

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:

-«No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».




La Transfiguración fue una teofanía maravillosa que Jesús les brindó a Pedro, Santiago y Juan. Previo a la Pascua, Jesús tiene ese momento con ellos, para fortalecer su fe. 


En medio de ese momento intenso de encuentro con Dios, al final se escucha unas palabras desde la nube: “Éste es mi Hijo amado”.

Y aunque sea de manera breve, reflexionaremos sobre esta expresión. Y como todas las palabras de Dios, se cumplen siempre. 

Jesús es el Hijo amado cuando nace.

Jesús es el Hijo amado cuando es presentado en el Templo.

Jesús es el Hijo amado cuando es perseguido por Herodes.

Jesús es el Hijo amado cuando se queda en el templo ocupándose de las cosas de su Padre.

Jesús es el Hijo amado cuando está durante 30 años en el hogar de Nazaret, olvidado de todo.

Jesús es el Hijo amado cuando elige a sus apóstoles.

Jesús es el Hijo amado cuando duerme.

Jesús es el Hijo amado cuando se queja del pueblo.

Jesús es el Hijo amado cuando mira con tristeza al “joven rico”.

Jesús es el Hijo amado cuando es condenado a muerte.

Jesús es el Hijo amado cuando carga con la cruz.

Jesús es el Hijo amado cuando es colgado en la cruz.

Jesús es el Hijo amado cuando es abandonado por los apóstoles.

Jesús es el Hijo amado cuando es entregado por Judas.

Jesús es el Hijo amado cuando es despreciado por la autoridades judías.

Jesús es el Hijo amado cuando Resucita.


Jesús es el Hijo amado de Dios SIEMPRE. Lo bueno ahora es que nosotros somos hijos de Dios en Jesús. En su “escudo protector”, somos siempre sus hijos amados,

En la tristeza,

En la aridez,

En la alegría,

En la soledad,

En la enfermedad,

En el pecado,

En la oración,

En el trabajo,

En mi casa,…

…y podemos añadir cualquier situación y cualquier momento. Basta que te lo repitas y lo creas.


Somos los HIJOS AMADOS DE DIOS, siempre. ESA ES NUESTRA TRANSFIGURACIÓN

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