miércoles, 4 de agosto de 2021

HOMILÍA ENTORNO AL DÍA DE LAS NIEVES. OFRENDA DEL MUNICIPIO DE TAZACORTE Y EL BARRIO DE LA PUNTA DE TIJARAFE.

HOMILÍA ENTORNO AL DÍA DE LAS NIEVES. OFRENDA DEL MUNICIPIO DE TAZACORTE Y EL BARRIO DE LA PUNTA DE TIJARAFE.


Volvemos otro año a ponernos a tus pies, Madre Amada. Eres nuestra patrona, nuestra protectora y también nuestro faro. En estos tiempos sombríos, necesitamos de tu luz. En este invierno global, necesitamos de tu nieve.


Venimos desde el otro lado de la isla, aunque tan lejos, tantas conexiones con esta advocación. Aparte de las que tengamos cada uno de nosotros. El Beato Ignacio de Acevedo llevaba en sus manos una copia del cuadro que le regaló el Papa de la Virgen patrona de Roma, Salus populis, la Virgen de las Nieves. Está en la basílica de Santa María la Mayor.


En medio de esta terrible pandemia que asola toda la humanidad, que ha dejado tantos muertos, y tanta pobreza se me ocurren tres mensajes:


1.- Hoy celebramos a San Juan María Vianney, el cura de Ars, patrono de los párrocos. Solía repetir: "Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir, de su santa Madre". Nos sigue regalando a su Madre. En medio de este tiempo, para no dejarnos solos. María está en todos los momentos de nuestra vida iluminándolos, fortaleciéndolos, cogiéndonos de la mano. Recordemos, no estamos solos, Jesús nos regaló a su Madre.


2.- Recordemos la imagen de Ignacio de Acevedo. Tenía una gran devoción a nuestra Madre. En muchos cuadros lo vemos con la imagen de la virgen. La tradición dice que no soltó en ningún momento. Incluso después de muerto, flotaba agarrado al cuadro, pero se lo quitaron y se hundió. Esa bella imagen nos sirva para una gran verdad de fe. NO NOS SOLTEMOS DE MARÍA, MIENTRAS NO LO HAGAMOS, NO NOS HUNDIMOS. Ella no lo dejará, no lo permitirá. Ella es nuestro apoyo, nuestro salvavidas.


3.- En la primera lectura, del libro de los Números, el pueblo desprecia la tierra que el Señor le quería regalar. Sólo se fijan en lo negativo: gigantes, etc. Y no son capaces de ver lo maravilloso que es esa tierra: tierra que mana leche y miel…Puede ser que, después de un año y medio estemos cansados, hartos. El año pasado por estas fechas, pensábamos que lo íbamos a superar. Vemos las restricciones que tenemos, los protocolos que nos desorientan, a los negacionistas, a los anti vacunas, los que se saltan los confinamientos, etc…y nos quedamos en ello. Sin embargo, en este tiempo hemos visto muchas cosas positivas: el ingenio del hombre al avanzar la ciencia a ritmo agigantado, la cantidad de personas que siguen sacrificándose por nosotros, la población infantil y adolescente que se han portado de manera magistral en el curso escolar, y todas las restricciones que tenemos. Y sin embargo, aquí estamos, podemos con ello. No es tan gigante y el miedo que teníamos o podremos tener, es irracional. Por ello, no despreciemos la cantidad de oportunidades y regalos que el Señor nos hace. 

María nos recuerda que Dios hace maravillas en nuestra humillación, en nuestra pobreza ofrecida. 


4.- En el evangelio, Jesús alaba a la mujer cananea por su fe. Pocas veces hemos visto una alabanza así en Jesús. Esta mujer encarna el espíritu combativo del espíritu humano y de la fe en particular. La fe se abre camino en medio de las dificultades. Busca siempre la luz en medio de la oscuridad. Esa es la fe que nos falta a nosotros. La fe que nos quita el miedo que nos atenaza. A pesar de que no se les debe dar de comer del pan de los hijos a los perros, ellos pueden comer de las sobras que caen de la mesa. Es decir, a pesar de esta situación de incertidumbre, miedo, etc. esta mujer nos invita a no cejar en ser apóstol. El evangelio no debe parar. La evangelización no puede parar. Los apóstoles no tienen vacaciones de su misión. Es como el aire que respiramos. 

Si hay una mujer que destaca por su fe, esa es María.


Una fe activa. Cuando oímos su respuesta ante la llamada de Dios: “esclava”, pensamos en algo pasivo, sin embargo, el esclavo es el que no deja de trabajar.


Una fe intrépida, que fue arriesgándose por los caminos de Galilea y Judea a casa de su prima. 


Una fe despierta que fue corriendo a casa de su prima inmediatamente después de haberse enterado por el anuncio del ángel.


Una fe atenta, que fue capaz de descubrir que no había vino en aquella boda. 


Una fe no acomodada, que busca mejorar la situación de las personas.

Y muchas más características.


En esta tarde te pedimos por nuestros dos municipios.

Para que nunca nos olvidemos que estás siempre con nosotros.

Para que nos ayudes a poder luchar contra los problemas que hay en nuestros pueblos.

Para que no no dejemos adormecer en nuestra sociedad del bienestar y seamos sensibles a las necesidades de nuestros hermanos.

Para que el miedo no nos paralice y al contrario, siempre busquemos nuevos caminos para llevar el evangelio a nuestros paisanos.

Para que sepamos mirar todo lo bueno que tú estás construyendo en nuestra sociedad, que muchas veces no sabemos ver. 

Para que nos dejemos hacer por Dios.

Para que tú nos transmitas la alegría de la resurrección y la confianza en tu Hijo, que tú tenías para llegar hasta la cruz.


Que María de las Nieves nos ayude a seguir siendo testigos apasionados del amor del Señor en este tiempo sombrío.

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