domingo, 9 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 10 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 11,29-32: A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.


En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.

La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».


Esa generación fue perversa sólo por el hecho de pedir un signo, de tentar a Dios, de no terminar de confiar del todo a Dios. Y ésta es la clave de todo, lo del primer pecado: no dejar a Dios ser Dios. Es decir, sólo Dios se merece todo nuestro corazón, y muchas veces lo expulsamos del puesto por cualquier otra cosa. 


A esa generación no se le dará más signo, sino el que ya está dado, el de Jonás. Así será para nuestra generación, tenemos el signo de Jesús, y seguimos sin creer, sin confiar. 


Ya Jesús no sólo fue un signo, sino El Salvador, al morir en la cruz y entregarse por nosotros. Por ello, todavía mucho más. 

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