jueves, 13 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 14 DE OCTUBRE DE 2022

  Lc 12,1-7: Hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados.


En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban.

Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos:

«Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.

Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis al oído en las recámaras se pregonará desde la azotea.

A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más.

Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.

¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo de ellos se olvida Dios.

Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados.

No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros».


Es una alegría y una esperanza de saber que los pelos de nuestra cabeza están contados. De saber que no pasa nada que Dios no lo permita. Aunque respeta nuestra libertad, todo pasa según un plan superior que tiene como objetivo la salvación nuestra.

La humanidad se dirige hacia donde Dios la dirige. Esto no implica estar de brazos cruzados, sino al contrario, sentirnos colaboradores de su misión.

Ahí es donde Jesús nos advierte no ser como la levadura de los fariseos. Para ellos, la salvación no era gratuita sino que se basaba en los méritos. Por tanto, no es universal y no incluye a los malos. Es una levadura rancia, que no es capaz de fermentar la masa. En cambio, Jesús quiere otro tipo de levadura, la buena, la que fermenta la masa, mala y buena.

¡Sintámonos sus colaboradores!

No hay comentarios:

Publicar un comentario