jueves, 30 de agosto de 2012

Evangelio del 30 de Agosto de 2012

Mt 24,42-51: Estad preparados. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Cuando oigo la expresión "a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre", me evoca la brevedad del tiempo. Cuando en alguna acción, tenemos en cuenta el objetivo, la acción puede ir bien orientada. Sin embargo, si no tenemos en cuenta el objetivo, nos podremos desviar. Muchas veces, nuestra vida la vivimos sin tener en cuenta el objetivo, o el término, la venida del Hijo del Hombre. Claro, así vivimos despistados pendientes en nuestros "negocios". Sin embargo, este Evangelio, para mí, viene a ser un acicate a no despistarme que mi vida es de Dios, y todo lo que hago es respuesta o no a Dios, acogida o no a Jesús. Esto me instiga a la responsabilidad, a la entrega y a no perder el tiempo. Hoy se oye mucho la expresión, "carpe diem", disfruta el momento. Para el cristiano, sería la expresión correcta: "vive con pasión y entrega el momento". Que el Señor nos de fuerza para vivir con pasión por Jesús y su evangelio. Ello traerá consigo la pasión por la vida y las personas.

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