No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío [...] porque eres precioso ante mí, de gran precio, y yo te amo." Is 43, 1b.4a
jueves, 23 de agosto de 2012
Breve comentario al evangelio del 23 de agosto de 2012
La parábola que sale en la perícopa de hoy puede estar describiendo la realidad de los cristianos. El Reino de los cielos, no es solamente la vida eterna, "ya está aquí", pero no plenamente realizado. Jesús nos invita a su Reino, el banquete de bodas, y muchos lo han rechazado. Quizá porque no conocen la alegría, belleza, etc., de este Reino, o cualquier otra razón. Finalmente Jesús invita a otra gente que no le rechazan y asisten a la boda. Hoy en día, todavía somos muchos los que practicamos, aunque cada vez menos. Por último, me llama la atención que uno no fue con el traje de fiesta, es decir, no fue adecuado a la situación. En Icod, solemos decir: "cada cosa quiere su cosa". En el texto nos nombra solo a uno. En el caso de la situación de hoy, cada vez somos menos los que nos llamamos cristianos y no vivimos de acuerdo con la vida nueva del bautismo. Todavía tengo grabadas las palabras del Papa sobre el testimonio, hace más un cristiano convencido que muchos cristianos rutinarios. Me atrevo a decir más, un cristiano rutinario, en vez de dar testimonio, está obstaculizando a que otros descubran la alegría, la fiesta, la belleza del Reino de los cielos. Pidamosle al Señor, que seamos cristianos de verdad, para dar testimonio.
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