jueves, 25 de octubre de 2018

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE OCTUBRE

Lc 12,49-53: No he venido a traer paz, sino división.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

–He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!

¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división.

En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.

Reflexión
He venido a prender fuego en el mundo...y ojalá estuviera ardiendo...pero está apagado. Cada vez nos vamos apagando más. Los cristianos, cada vez más anestesiados...
Faltan testimonios, testigos, quizá falta personas enamoradas de Él. 
Hoy es San Juan Pablo II. De su primera homilía, comienzo de su pontificado: ¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Cristo! [...] Con frecuencia el hombre actual no sabe lo que lleva dentro, en lo profundo de su ánimo, de su corazón. Muchas veces se siente inseguro sobre el sentido de su vida en este mundo. Se siente invadido por la duda que se transforma en desesperación. Permitid, pues, -os lo ruego, os lo imploro con humildad y con confianza- permitid que Cristo hable al hombre. ¡Sólo El tiene palabras de vida, sí, de vida eterna!
Tendremos empezar por ahí. Y eso nos llevará persecución, cruz...y gloria.

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