Jn 15,9-11: Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo;
permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor;
lo mismo que yo he guardado
los mandamientos de mi Padre
y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros,
y vuestra alegría llegue a plenitud.»
Reflexión
¡Maravilloso!. El Señor quiere que permanezcamos en el amor con el que el Padre le ama a Él. Un amor poderoso, infinito, eterno, constante y siempre nuevo. Estamos envueltos e el amor de adiós. Como el aire que nos envuelve, nos refresca y otras veces nos zarandea, pero sin embargo, sin él no podemos vivir. Así es el amor de Dios. En Él vivimos, nos movemos y existimos.
Para poder respirar mejor este aire-Amor de Dios, hace falta que esté lo más puro posible. Para ello tenemos a los mandamientos, que nos purifican nuestra alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario