jueves, 8 de mayo de 2014

Comentario al evangelio del 8 de Mayo

Jn 6,44-51: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

- «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado.

Y yo lo resucitaré el último día.

Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios."

Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí.

No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre.

Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.

Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.

Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»

Reflexión

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Seguimos en el discurso del pan de vida de Jesús. Ojalá entendiéramos todo lo que esto supone para nuestra vida. Es Jesús a través de su pan el que nos da vida, el que nos alimenta. Una vida que no se agota. Y luego eso se tiene que notar en que demos vida a los demás. Una vida que no se agota. Siempre animando, siempre dando vida a los otros. Siempre buscando los que no tienen vida para levantarlos.

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