sábado, 26 de marzo de 2016

HOMILÍA DE PASCUA


Escucha hermano la canción de la alegría 
el canto alegre del que espera 
un nuevo día. 
Ven canta sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres 
volverán a ser hermanos. 
Ven canta sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres 
volverán a ser hermanos. 
Si en tu camino solo existe la tristeza 
y el llanto amargo 
de la soledad completa, 
ven canta sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres 
volverán a ser hermanos. 
Si es que no encuentras la alegría 
en esta tierra 
búscala hermano 
mas allá de las estrellas, 
ven canta sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres 
volverán a ser hermanos.
Esta es la letra (de Miguel Ríos) al himno de la alegría de Beethoven. Creo que es himno de Europa. ¡Que curioso! La vieja y triste Europa tenga como himno al de la alegría. Ahora veremos las fuentes de la alegría. Utilizaré algo la EG y también la Gaudete in Domino, de Pablo VI, en el Año santo de la Renovación y reconciliación.
1)Y nos dice algo muy importante: “el canto alegre del que espera un nuevo día”. Veíamos esta mañana en Laudes que esa es la esperanza de María. La confianza inquebrantable en Dios. Sólo el que espera en la noche, puede ver la luz del nuevo día. Los cristianos no podemos contentarnos con este mundo. Jesucristo ha resucitado, tenemos que cantar con alegría la espera (esperanza cristiana que es activa, no una espiritualidad ñoña, light (sin sustancia, sin compromiso, sin sacrificio), gaseosa (vaporosa, lo que me va bien hoy y mañana no. No hay constancia): ¡qué maravilloso es todo!. Hay un sacerdote que lo llaman “maravillas”).
No, la alegría cristiana no es algo etéreo, sino asentado en la vida. Los seres divinos nos hacen buscar a Jesús el Viviente entre los vivos. Entre la vida. La vida está preñada de signos de Dios. Jesús se ha encarnado, ha resucitado, de manera que en la vida tenemos el canto alegre del nuevo día. Luz Casal, con cáncer escribió un disco y una canción: “Sencilla alegría”. A veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás. Espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente y vivimos la intensa experiencia de ser pueblo, la experiencia de pertenecer a un pueblo” (EG 170)
2)“Si es que no encuentras la alegría en esta tierra búscala hermano más allá de las estrellas”.
Enseguida después de la 2ª. Guerra Mundial, un joven piloto inglés probaba un frágil avión monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo.
Poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de detrás de su asiento. Se dio cuenta que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión. Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero. De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.
Volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje. MORALEJA
Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o maledicencia, VUELA MÁS ALTO
Si te criticaran, VUELA MÁS ALTO
Si te hicieran alguna injusticia, VUELA MÁS ALTO
Ayer decía el predicador de la Casa Pontificia: “Por grande que sea el odio de los hombres, el amor de Dios ha sido, y será, siempre más fuerte.” ¡No fue la muerte sino el amor el que nos ha salvado!
"Hay una sola cosa que puede salvar realmente el mundo, ¡la misericordia! La misericordia de Dios por los hombres y de los hombres entre ellos.
El mismo evangelista, al escribir este texto, quería destacar el testimonio de los seres divinos. Y éste no consiste en pruebas racionales de la existencia de Dios, de la veracidad de la Resurrección; sino un testimonio del Viviente.
Más que pruebas de la evidencia de Dios, estamos llamados a cantar su Vida y su presencia entre nosotros. “…ven, canta sueña…”No basta la evidencia física, nos quiere decir Lucas. Así nos los sugiere cuando dice que Pedro volvió admirándose. No se afirma la fe de Pedro
3)Nuestra alegría procede del amor de Dios. Sentirnos amados por Él. Alegraos siempre en el Señor, porque El está cerca de cuantos lo invocan de veras. Los seres divinos nos invitan a buscar a Jesús.
Sólo aquél que es amado, puede salir adelante, puede tener futuro.
Si Jesús irradia esa paz, esa seguridad, esa alegría, esa disponibilidad, se debe al amor inefable con que se sabe amado por su Padre.La alegría es participación de la alegría de Dios” […]Aquí nos interesa destacar el secreto de la insondable alegría que Jesús lleva dentro de sí y que le es propia.” Gaudete in Domino. Título de la exhortación del Papa Francisco: la alegría del evangelio.
La alegría es la misericordia de Dios: “Está cerca de los que le invocan…” (Gaudete in Domino)
4)La alegría nace de Jesucristo: La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. (EG 1) La alegría pascual no es solamente la de una transfiguración posible: es la de una nueva presencia de Cristo resucitado. (Predicador de la Casa Pontificia. Viernes Santo 2016)..
5)La alegría nace del compartir: la alegría del evangelio, “si en tu camino solo existe la tristeza 
y el llanto amargo 
de la soledad completa, 
ven canta sueña cantado 
vive soñando el nuevo sol 
en que los hombres volverán a ser hermanos”. Ésta es nuestra dicha, nuestra misión, nuestra vocación y nuestro destino. En el cielo seremos simplemente hermanos. Estamos llamados a hacer parroquia, hacer familia, cada uno con su carisma, con sus peculiaridades, con sus defectos, pecados y sobre todo con sus saltos de fe. No tengamos miedo al fracaso que tuvieron las mujeres. No les creyeron, aún así, Pedro se percató de ello y fue al sepulcro. Y aunque el evangelista no dice que Pedro creyera, sin embargo, fue al sepulcro a comprobar, a buscar, es decir, ellas lo pusieron ante la encrucijada de la fe. Dice el texto que “se volvió admirado”. Los comentaristas dicen que igual que el hijo pródigo, se volvió a sí mismo. Tenemos que ser “provocativos” de la fe. No es imponer, es proponer.
6)La alegría nace también del soñar y luchar por un mundo mejor. La alegría como motor del cambio. Bienaventuranzas:
Bienaventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra.
Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. El amor mismo es el proceso del paso, de la transformación, del salir de los límites de la condición humana destinada a la muerte.
Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable. Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto. En un campo arrasado vuelve a aparecer la vida, tozuda e invencible. Habrá muchas cosas negras, pero el bien siempre tiende a volver a brotar y a difundirse. Cada día en el mundo renace la belleza, que resucita transformada a través de las tormentas de la historia. Los valores tienden siempre a reaparecer de nuevas maneras, y de hecho el ser humano ha renacido muchas veces de lo que parecía irreversible. Ésa es la fuerza de la resurrección y cada evangelizador es un instrumento de ese dinamismo” (EG 276)
El Papa en la misa de acción de gracias de San José de Anchieta: “era tan grande su alegría que fundó una nación”.
Lo contrario es el miedo que nos atenaza.
Pasar del pecado al perdón.
Pasar de la venganza a la misericordia.
Pasar del miedo al coraje.
Pasar de la cobardía a la valentía.
Pasar de la oscuridad a la luz.
Pasar del orgullo a la humildad.
Pasar de la frialdad a la calidez.
Pasar del egoísmo a la solidaridad.
Pasar de la tristeza a la alegría.
Pasar de la disgregación a la fraternidad.

Pasar de la división a la comunión.

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