Escucha hermano la canción de la alegría
el canto alegre
del que espera
un nuevo día.
Ven canta sueña cantado
vive soñando el nuevo
sol
en que los hombres
volverán a ser hermanos.
Ven canta sueña cantado
vive soñando el nuevo sol
en que los hombres
volverán a ser hermanos.
Si en
tu camino solo existe la tristeza
y el llanto amargo
de la soledad completa,
ven canta sueña cantado
vive soñando el nuevo sol
en que los hombres
volverán a ser hermanos.
Si es que no encuentras la alegría
en esta tierra
búscala hermano
mas allá de las estrellas,
ven canta sueña cantado
vive
soñando el nuevo sol
en que los hombres
volverán a ser hermanos.
Esta es la letra (de Miguel
Ríos) al himno de la alegría de Beethoven. Creo que es himno de Europa. ¡Que
curioso! La vieja y triste Europa tenga como himno al de la alegría. Ahora
veremos las fuentes de la alegría. Utilizaré algo la EG y también la Gaudete in
Domino, de Pablo VI, en el Año santo de la Renovación y reconciliación.
1)Y nos dice algo muy
importante: “el canto alegre del que
espera un nuevo día”. Veíamos esta mañana en Laudes que esa es la esperanza
de María. La confianza inquebrantable en Dios. Sólo el que espera en la noche,
puede ver la luz del nuevo día. Los cristianos no podemos contentarnos con este
mundo. Jesucristo ha resucitado, tenemos que cantar con alegría la espera
(esperanza cristiana que es activa, no una espiritualidad ñoña, light (sin
sustancia, sin compromiso, sin sacrificio), gaseosa (vaporosa, lo que me va bien
hoy y mañana no. No hay constancia): ¡qué maravilloso es todo!. Hay un
sacerdote que lo llaman “maravillas”).
No, la alegría cristiana no
es algo etéreo, sino asentado en la vida. Los seres divinos nos hacen buscar a
Jesús el Viviente entre los vivos. Entre la vida. La vida está preñada de
signos de Dios. Jesús se ha encarnado, ha resucitado, de manera que en la vida
tenemos el canto alegre del nuevo día. Luz Casal, con cáncer escribió un disco
y una canción: “Sencilla alegría”. “A veces sentimos la
tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas
del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la
carne sufriente de los demás. Espera que renunciemos a buscar esos cobertizos
personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de
la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la
existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando
lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente y vivimos la
intensa experiencia de ser pueblo, la experiencia de pertenecer a un pueblo” (EG 170)
2)“Si es que no encuentras la alegría en esta tierra búscala hermano más allá de las estrellas”.
Enseguida después de la 2ª. Guerra Mundial, un joven
piloto inglés probaba un frágil avión monomotor en una peligrosa aventura
alrededor del mundo.
Poco después de despegar de uno de los pequeños e
improvisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de detrás
de su asiento. Se dio cuenta que había una rata a bordo y que si roía la
cobertura de lona, podía destruir su frágil avión. Podía volver al aeropuerto
para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero. De repente
recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.
Volando cada vez más
alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje. MORALEJA
Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o
maledicencia, VUELA MÁS ALTO
Si te criticaran, VUELA MÁS ALTO
Si te hicieran
alguna injusticia, VUELA MÁS ALTO
Ayer decía el predicador de
la Casa Pontificia: “Por grande que sea
el odio de los hombres, el amor de Dios ha sido, y será, siempre más fuerte.” ¡No fue la muerte sino el amor
el que nos ha salvado!
"Hay una sola cosa que
puede salvar realmente el mundo, ¡la misericordia! La misericordia de Dios por
los hombres y de los hombres entre ellos.
El mismo
evangelista, al escribir este texto, quería destacar el testimonio de los seres
divinos. Y éste no consiste en pruebas racionales de la existencia de Dios, de
la veracidad de la Resurrección; sino un testimonio del Viviente.
Más que pruebas de
la evidencia de Dios, estamos llamados a cantar su Vida y su presencia entre
nosotros. “…ven, canta sueña…”No basta la evidencia física, nos quiere decir
Lucas. Así nos los sugiere cuando dice que Pedro volvió admirándose. No se
afirma la fe de Pedro
3)Nuestra alegría procede del amor de Dios. Sentirnos
amados por Él. Alegraos siempre en el Señor,
porque El está cerca de cuantos lo invocan de veras. Los seres divinos nos
invitan a buscar a Jesús.
Sólo aquél que es
amado, puede salir adelante, puede tener futuro.
Si Jesús irradia esa paz, esa
seguridad, esa alegría, esa disponibilidad, se debe al amor inefable con que se
sabe amado por su Padre. “La alegría es participación de la alegría de
Dios” […]“Aquí nos interesa destacar
el secreto de la insondable alegría que Jesús lleva dentro de sí y que le es
propia.” Gaudete in Domino. Título de la exhortación del Papa Francisco: la
alegría del evangelio.
La alegría es la
misericordia de Dios: “Está cerca de los
que le invocan…” (Gaudete in Domino)
4)La alegría nace de Jesucristo: La alegría del
Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. Quienes se dejan salvar
por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del
aislamiento. (EG 1) La alegría pascual no es solamente la de una transfiguración posible:
es la de una nueva presencia de Cristo resucitado. (Predicador de la Casa
Pontificia. Viernes Santo 2016)..
5)La alegría nace del compartir: la alegría del
evangelio, “si en tu camino solo existe la tristeza
y el llanto
amargo
de la soledad completa,
ven canta sueña cantado
vive soñando el nuevo
sol
en que los hombres volverán a ser hermanos”. Ésta es nuestra dicha, nuestra misión, nuestra vocación y
nuestro destino. En el cielo seremos simplemente hermanos. Estamos llamados a
hacer parroquia, hacer familia, cada uno con su carisma, con sus
peculiaridades, con sus defectos, pecados y sobre todo con sus saltos de fe. No
tengamos miedo al fracaso que tuvieron las mujeres. No les creyeron, aún así, Pedro
se percató de ello y fue al sepulcro. Y aunque el evangelista no dice que Pedro
creyera, sin embargo, fue al sepulcro a comprobar, a buscar, es decir, ellas lo
pusieron ante la encrucijada de la fe. Dice el texto que “se volvió admirado”. Los comentaristas dicen que igual que el hijo
pródigo, se volvió a sí mismo. Tenemos que ser “provocativos” de la fe. No es
imponer, es proponer.
6)La alegría nace
también del soñar y luchar por un mundo mejor. La alegría como motor del cambio. Bienaventuranzas:
Bienaventurados los pobres de
espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos:
porque ellos poseerán la tierra.
Bienaventurados los que
lloran: porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen
hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados
Bienaventurados los
misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia.
Bienaventurados los limpios de
corazón: porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacíficos:
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que sufren
persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. El amor mismo es el proceso
del paso, de la transformación, del salir de los límites de la condición humana
destinada a la muerte.
“Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha
penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a
aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable. Verdad
que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticias, maldades,
indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de
la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce
un fruto. En un campo arrasado vuelve a aparecer la vida, tozuda e invencible.
Habrá muchas cosas negras, pero el bien siempre tiende a volver a brotar y a
difundirse. Cada día en el mundo renace la belleza, que resucita transformada a
través de las tormentas de la historia. Los valores tienden siempre a
reaparecer de nuevas maneras, y de hecho el ser humano ha renacido muchas veces
de lo que parecía irreversible. Ésa es la fuerza de la resurrección y cada
evangelizador es un instrumento de ese dinamismo” (EG 276)
El Papa en la misa de acción de gracias de San José
de Anchieta: “era tan grande su alegría que fundó una nación”.
Lo contrario es el miedo que nos atenaza.
Pasar del pecado al perdón.
Pasar de la venganza a la misericordia.
Pasar del miedo al coraje.
Pasar de la cobardía a la valentía.
Pasar de la oscuridad a la luz.
Pasar del orgullo a la humildad.
Pasar de la frialdad a la calidez.
Pasar del egoísmo a la solidaridad.
Pasar de la tristeza a la alegría.
Pasar de la disgregación a la fraternidad.
Pasar de la división a la comunión.
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