Ya hemos hablado varias veces que cuando Benedicto XVI convocó el año de la Fe,
muchos nos echamos las manos a la cabeza pensando que no era lo urgente. Y erramos.
Y es que en ese año, pude reflexionar que la fe no es una posesión, algo estático, permanente y no movible.
Al revés: la fe es peregrinación
Búsqueda
Confianza activa
Salida de sí
Apertura al misterio
Porque Dios es siempre nuevo
Dios es siempre distinto
Dios es siempre totalmente otro
Dios es siempre inabarcable
Dios es siempre movimiento
La Iglesia nos pone hoy a unos magos venidos de Oriente.
Brillan por su fe:
Sólo ellos supieron interpretar la Escritura que decía que nacería El Salvador.
Confiaron en esa Palabra
Salieron de sí, de su casa, etc, en busca de Jesús.
Siguieron la estrella
La perdieron, pero la siguieron buscando
Se arrodillaron (adoraron)
Le llevaron regalos.
¿Y nosotros?
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