martes, 4 de mayo de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 5 DE MAYO

 Jn 15,1-8: El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.

A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca,

y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado;

permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos;

el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante;

porque sin mí no podéis hacer nada.

Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros,

pediréis lo que deseáis, y se realizará.

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»


Este trozo del evangelio que la Iglesia nos ofrece para el día de hoy, es parte del que meditamos este fin de semana. En estos versos, sale 8 veces el verbo permanecer. 

La clave de nuestra vida cristiana, decía yo el pasado fin de semana está en permanecer. Pero hay formas distintas de permanecer.

Permanecer es estar. La presencia es importante. Los santos oraban con la sola certeza de la presencia de Dios. No sólo nos referimos a un permanecer en la oración y en los sacramentos, sino también en la ayuda al otro. Para ayudar, primero hay que estar, conocer, y desde ahí evaluar para luego actuar.

Permanecer es estar con la mente. Permanecer es dirigir mi pensamiento a Dios. Considerar las cosas de Dios, considerar a Dios. Meditar es una manera intelectual de orar. Permanecer con los otros también es estar con la mente, no sólo mi presencia física. Yo puedo ser un regalo para los otros, o puedo ser un estorbo.

Permanecer es estar con el corazón. Es lo que hace que nuestra vida no caiga en la rutina, hastío y sinsentido. Tanto la oración, sacramentos como nuestros servicios ministeriales-vocaciones. Pon el corazón en lo que haces, y habrás puesto a Dios. 


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA


https://docs.google.com/forms/d/1RamAyaUwxBexROeB6HCjmpYskVXqvciEeQqkt5y9EO4/edit

No hay comentarios:

Publicar un comentario