martes, 23 de agosto de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 23 DE AGOSTO

Mt 23,23-26: Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:

-¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad!

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.

¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!

¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera.

Reflexión

Continúa el texto con las invectivas de Jesús a los fariseos y los letrados. Reclama Jesús que sigan escrupulosamente la "letra" y se olviden del espíritu de la ley, que es lo más grave: el derecho, la compasión y la sinceridad". Eso quiere decir, que algunas veces, por tener como más importante lo último, se puede obviar ciertos preceptos en momentos determinados.
Está claro que cumpliendo la ley, nos sentimos más seguros, porque todo está determinado. Eso nos pasa a los cristianos. Por ello, el Papa ha insistido en el contrapunto del cristianismo: la misericordia. Todo deber ser interpretado, visto y hecho desde ahí.
También por otro lado, en la última de las invectivas, Jesús aboga por la pureza de corazón. Ya ha declarado que no somos nadie para juzgar y condenar. Procuremos de tener un corazón limpio, dichosos seremos.

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