lunes, 11 de octubre de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 11 DE OCTUBRE DE 2021

Lc 11,29-32: A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.


En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús y él se puso a decirles:

-Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación.

Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.



Todos queremos un signo. Lo queremos continuamente. En esta situación que estamos viviendo en la isla de la Palma. En nuestras postraciones. Queremos que Dios haga algo, que se manifieste para que podamos ver su voluntad, entender la situación. Jesús llama a esta petición una generación perversa. Según el diccionario perverso significa: Que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas. 


El orden o estado habitual de las cosas en la fe es confiar. Y no podemos estar continuamente cambiando las reglas del juego, que Dios nos de motivos para confiar. La confianza no es una actitud de débiles, que son incapaces de plantear nuevos retos, sino la actitud de los fuertes, que se lanzan a la aventura de la fe. 

Ya Jesús nos ha dado motivos para confiar. Él. Su entrega. Su amor. Su muerte. Su resurrección. Sus promesas de estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. El pueblo de Nínive se convirtió por la predicación de Jonás. El pueblo cristiano se convierte por el amor de Dios manifestado en Jesús… 

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