miércoles, 13 de octubre de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 13 DE OCTUBRE DE 2021

 Lc 11,42-46: ¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley!.


En aquel tiempo, dijo el Señor:

–¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios!

Esto habría que practicar sin descuidar aquello.

¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle!

¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!

Un jurista intervino y le dijo:

–Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.

Jesús replicó:

–¡Ay de vosotros también, juristas, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!


Ay de vosotros, ay de nosotros. Jesús carga contra los fariseos y maestros de la Ley. Podemos, y de hecho, lo hacemos, repetir los comportamientos de los fariseos.

En el evangelio de hoy tener en cuenta:


Pasan por alto el derecho y el amor de Dios. Nos hemos ido llenando de normas, rutinas, protocolos que hay que cumplir, verificar y están bien, en muchos casos. Pero no tienen el caso particular, la situación existencial de cada una de las personas. Muchas veces oigo la expresión: la ley es para todos. Y no tenemos en cuenta para hacer la comunión que aquel niño tiene a sus padres separados y cuando está con el padre no puede venir a misa o catequesis porque el padre vive en el otro lado de la isla….o muchas situaciones que hoy se dan que nos sacan de nuestros esquemas tradicionales.


Les encantan figurar, que les digan. Hoy se utiliza la palabra “postureo” para designar el aparentar y figurar. Hoy más que nunca se busca dar una imagen positiva (muchas veces falsa) de mi vida. También queremos que se nos nombre, que se nos agradezca, que se nos tenga en cuenta. Y puede ser humano, pero hay situaciones en las que si no recibo esta compensación, no hago las cosas. Estamos perdiendo el norte, porque nos olvidamos que somos unos instrumentos del Reino de Dios y Dios es el que nos recompensa y generosamente, como vimos en el pasado fin de semana. 


Cargas insoportables a los demás y no les ayudan. Podemos poner muchos requisitos que no pueden cumplir, llegar, la mayoría de las personas, y lo peor de todo: que no los ayudamos, no les damos opciones si no cumplen con la vara de medir que hemos creado nosotros. 


En definitiva, tenemos que estar atentos a no reproducir esos comportamientos de los fariseos, que fueron reprobados enérgicamente por Jesús.

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