COMENTARIO AL EVANGELIO
Lc 12,54-59: Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
–Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos», y así sucede. Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno», y lo hace.
Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?
Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.
Suele pasar. Nos convertimos en especialistas de muchos temas, pero no en nuestras vidas.
Esa afirmación de Jesús que está en el centro del evangelio de hoy, viene a decirme que tenemos a afinar en el discernimiento. Utilizamos principalmente la palabra discernimiento para interpretar la voz de Dios en nuestra vida.
Discernimiento en la situación personal, y discernimiento en las llamadas de Dios a través de la situación general que estamos viviendo.
Miramos al volcán y escuchamos a los expertos diciéndonos todo lo que el volcán nos dice. Creo que es más importante saber lo que Dios nos puede decir a través del volcán.
A algunos les he oído: “ha tenido que venir un volcán para descubramos las necesidades de los hermanos”. Ésta puede ser una enseñanza de la situación.
Otros se han sentido vulnerables. Y no estamos acostumbrados a sentirnos vulnerables. Estamos acostumbrados a sentirnos seguros. La vulnerabilidad no es mala en sí. Es la realidad de nuestra vida. Porque no podemos controlarlo todos.
Ojalá que esas enseñanzas las apropiemos en nuestra vida y aprendamos de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario