No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío [...] porque eres precioso ante mí, de gran precio, y yo te amo." Is 43, 1b.4a
miércoles, 16 de enero de 2013
Comentario al evangelio del 16 de Enero
Mc 1, 29-39:
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron:
-«Todo el mundo te busca.»
Él les respondió:
-«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.
La actividad taumatúrgica o curativa de Jesús es incesante y empieza nada más comenzar el evangelio de San Marcos. Me llama la atención la expresión: "curó a muchos enfermos de diversos males". No sé exactamente que querrá decir, pero me evoca la idea de que Jesús es capaz de curarlo todo. Sobre todo en nuestro corazón, Él es el remedio de nuestra alma.
Me llama la atención que la curación de la suegra de Simón, lleva consigo que ella luego les sirva. No da la sensación de ser una curación, sin más. Parece también una auténtica conversión. Conversión al servicio.
Sin embargo, vemos que Jesús no quiere todavía que se revele su identidad. Quiere que le conozcan poco a poco, que vean que es el Enviado de Dios por sus obras y acciones. Será una auténtica revolución que el Verbo de Dios sea una persona de carne y hueso. Sus obras son su carnet de identidad.
Y, en medio de toda la intensa actividad, tiene tiempo, (O mejor, lo busca o lo prioriza) para orar, hablar con el Padre.
Vemos en Jesús un modelo de ser hombre y ser cristiano. Aprendamos en su escuela.
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