No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío [...] porque eres precioso ante mí, de gran precio, y yo te amo." Is 43, 1b.4a
sábado, 12 de enero de 2013
HOMILÍA DE ENTIERRO DE ADRIÁN
Cuando escribía la meditación de ayer, me llamaron anunciándome la noticia del fallecimiento de Adrián, un hombre de una de mis parroquias, bueno, y que colaboró mucho en la construcción del templo de Nuestra Señora del Carmen en Llanito Perera. Como los fines de semana no publico comentario al evangelio, habiendo tantos..., he pensado publicar esta reflexión.
El pasado domingo, día de Reyes me hicieron un gran regalo: la posibilidad de ir a visitar a Adrián. Allí pude entrar en diálogo en profundidad con él y confesarlo. Es para mí un gran orgullo y repito, un regalo de reyes aquella conversación.
No hay nada más consolador, pacificador e iluminador, poder hablar sobre Dios, sobre la muerte y sobre la vida con una persona en su pleno conocimiento y fe. Pues sí, aunque no conocía mucho a Adrián, sí que me pude percatar que era un hombre de fe. Que con la pasmosa tranquilidad con la que me decía una viejita en la gomera que no vivía sola sino con “Dios y la Virgen”, con esa actitud me decía que no tenía miedo a la muerte y que creía firmemente en Dios.
Querida Pilar, hoy celebramos la fiesta del Bautismo del Señor, recordamos nuestro bautismo. Lo que estamos celebrando es posible únicamente por la participación en la vida divina gracias a nuestro bautismo.
Ante la muerte de un ser querido, siempre surge la pregunta a Dios: ¿por qué te lo llevaste y me dejaste sola?. Ante la muerte de mi madre, puedo decir, que esa experiencia es real y permanente, pero no es la definitiva. La experiencia fundamental viene desde la fe. Y es la experiencia de que DIOS NO QUITA NADA, NO ROBA NADA, al revés. DIOS LO DA TODO.
En la profundidad y oscuridad de nuestra fe, podemos sentir que nuestra soledad, es una soledad acompañada; que nuestro silencio es un silencio sonoro, porque nuestra vida está habitada por la Trinidad. Está claro que se fue “tu compaña”. Pero realmente, nuestra gran compaña, es Dios, por el que siempre hemos acudido en el momento final, el que nos ha acompañado desde el día de nuestro bautismo, hasta que nos encontremos definitivamente con Él y le veamos cara a cara.
Incluso, la mejor forma de comunión con otra persona, es a través de la Eucaristía, donde entramos realmente en comunión con Dios y con todos los bautizados.
No te angusties, Adrián tuvo un gran maestro: D. Fermín, con el cual luchó por esta Iglesia y sobre todo, le enseñó a creer y querer más y mejor a Dios. Ya me estoy imaginándolo a él esperando a Adrián en la puerta del cielo para hacerlo entrar directamente. Esta parroquia tuvo un gran maestro y un gran intercesor.
Hay unas palabras que a mí personalmente me iluminan, sacadas del libro de Job, ante la terrible desgracia en cadena de perderlo todo: tierras, casas, animales, familia. “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó. Bendito sea el nombre del Señor. Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?”
Me gustaría terminar con la letra de una canción de Martín Valverde. Se titula “no se han ido del todo”.
No se han ido del todo, aún podemos su risa evocar, su carácter y su bondad, no se han ido del todo.
No se han ido del todo, si algo bueno han dejado al pasar, aunque hoy ya no estén mas aquí, no se han ido del todo.
No se han ido del todo, si recordar es volver a vivir, aún con lágrimas puedes decir, no se han ido del todo.
No es el fin de la historia, son dos lados de la eternidad, ellos ahora se encuentran allá, tu y yo debemos continuar… Ahora se encuentran libres, ahora ya son felices, los que aquí tanta falta les hizo donde están hoy les sobra Ya no hay sufrimiento, y no existen mas lágrimas No hay vacío, ni hay soledad, son libres como el viento Dios los ha recibido a sus brazos llegaron, hoy están descansando en la casa del padre han sido recibidos Nada que temer pues están en el cielo No se han ido del todo..
Piensa en ellos un momento, (bis) Aquí, ahora, despídete, dales tu saludo, perdónalos si se fueron y no se despidieron, dáselos a su dueño, siempre fueron de él, llora si es necesario, pero sonríele a la vida.
No se han ido del todo, si nos han dejado una luz, si su esfuerzo da frutos aún, no se han ido del todo.
No se han ido del todo, si al pensarlos nos hacen vivir, si una meta nos hacen seguir, no se han ido del todo.
Y aunque duela hasta el alma, mejor dales tu último adiós, si hace falta también tu perdón, deja ya que descansen. Ya no pierdas mas tiempo, enfréntate a la vida, todo hombre se puede morir, tu estás vivo y te toca vivir
Y no tengas miedo, que Dios te hace mas fuerte, Quien ha sabido vivir no le teme a la muerte
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