viernes, 13 de septiembre de 2013

Comentario al evangelio del 13 de Septiembre


Lc 6,39-42: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
En aquel tiempo, ponía Jesús a sus discípulos esta comparación:

–¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

Un discípulo no es más que su maestro, si bien cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «hermano, déjame que te saque la mota del ojo, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Palabra del Señor.

Reflexión

Algunas veces, me parece que estamos de esta manera que afirma Jesús: ciegos guiando a otros ciegos (está claro que estoy exagerando un poco).
En muchos ámbitos, nuestra sociedad es del "hablar por hablar", y de la opinión y no tanto de la  consideración en profundidad de la verdad.
Y en nuestra sociedad sensacionalista, estamos volcados en las vidas de los otros, en sus sucesos...
Hemos perdido la comunicación, no nos comunicamos, sino solo comentamos noticias.
Por eso, tenemos que volver a mirar al gran modelo que es Jesús. En Él, todos nos igualamos, en Él todos somos pecadores y peregrinos. En Él, dejamos de ser rivales y enemigos, y pasamos a ser Hermanos. 
Dejemonos guiar por Él y así podremos guiar a los demás.

1 comentario:

  1. En Él todos nos igualamos... Totalmente de acuerdo. Gracias Jorge. Buena reflexión.

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