Lc 8,1-3: Algunas mujeres acompañaban a Jesús y lo ayudaban.
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Reflexión
Jesús iba caminando de ciudad en ciudad. También quiere entrar en la nuestra y predicar la Buena Nueva.
No sé si le dejamos entrar en la nuestra. Aunque quizá su mensaje ya es sabido y ya no creído. En este mundo nuestro donde abunda tanto las guerras, el odio y las divisiones...quizá ni los mismos cristianos creemos en la Buena Nueva de Jesús.
Algunas veces creemos en un Jesús que me ayuda en mis problemas y cura mis enfermedades. Es decir, nos quedamos de tejas abajo. Pero si Jesús hubiera venido, para eso solamente... no habría predicado la Buena Nueva, sino la buena nueva...
Me niego a creer de esa manera. Viene a predicar una Verdad más profunda, más potente, más importante, más duradera, más universal, más plena,...
Esa Buena Nueva es la Salvación de Dios, que comienza a vivirse y disfrutarse con la llegada de Jesús.
Por eso, dejemos que entre en nuestra ciudad y acompañémosle como los discípulos.
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