lunes, 23 de septiembre de 2013

Comentario al evangelio del 23 de Septiembre


Lc 8,16-18: El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz.
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

-Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz.

Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.

A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.

Reflexión

Parece un poco amenazante el tono del Señor. Pero es que es una exigencia para todo cristiano anunciar el evangelio. Pero no lo entendamos como una función externa, sino como algo natural, espontáneo y fruto de nuestro ser.
El hombre es una unidad y está llamado a vivir en unidad entre lo que piensa, cree y manifiesta. No siempre lo hacemos. Creemos algo y vivimos otra realidad.
Es una exigencia a vivir en coherencia con lo que creemos.
Hay que ver en lo que creemos. Si creemos que Jesús es luz...la reflejaremos...

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