martes, 16 de febrero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 17 DE FEBRERO DE 2021. MIÉRCOLES DE CENIZA

Mt 6,1-6.16-18: Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú. en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.

Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.



Comienza la Cuaresma. En nuestra Diócesis, el lema es “Recomenzar desde Cristo Muerto y Resucitado”.


La Cuaresma es un tiempo precioso para recomenzar. 

Recomenzar, quizá pocas veces lo usamos porque en pocas situaciones podremos hacerlo.

Conviene recomenzar de vez en cuando. Todos necesitamos recomenzar. Es muy sano. 

Recomenzamos porque nos vamos aflojando, desviando, nos llenamos de hastío y nos acomodamos o apoltronamos.

Los entendidos nos recomiendan que apaguemos de vez en cuando el móvil para “reiniciarlo”.


Recomenzar es volver a fijar la mirada en el horizonte.

Recomenzar es revisar mis actitudes, hábitos.

Recomenzar es dejar que el aire fresco del Espíritu todo lo esparza.

Recomenzar es darme una nueva oportunidad para quererme.

Recomenzar es dejar de mirar de manera matraquillenta mi pasado, y empezar a mirar el presente.

Recomenzar es volver a fijar una serie de opciones.

Recomenzar es volver a las elecciones iniciales.

Recomenzar es salir de mi zona de confort.

Recomenzar es volver al amor primero.


Si bien, podremos recomenzar muchas veces, sin embargo, nos vamos desgastando con el paso del tiempo. La Diócesis añade, recomenzar desde Cristo. Este añadido “desde Cristo”, lo hace totalmente distinto, porque “desde Cristo” es eterno, permanente y siempre nuevo. 


Que bonito que esta Cuaresma, la pongamos como la primera y última, porque sólo desde Él lo podremos hacer, ese recomenzar tendrá siempre la frescura inicial. 


Cuaresma no es un tiempo fuerte, un tiempo de moralismos, de ascetismos, sino un tiempo para recomenzar desde Cristo. 


Como medio para poder encaminarnos, la Iglesia desde siempre y basado en el texto del evangelio de hoy, nos propone tres pilares: O.L.A.


Oración

Limosna

Ayuno


Igual que el “Recomenzar”, no hay Oración si no hay un Tú (Jesús) a quien dirigirse; no hay Limosna si no es al mismo Cristo a quien le damos; y no hay Ayuno si no es para tener más libertad para seguirlo a Él.  


Y por facilitarte la concreción, te invito a que rellenes este formulario. Aunque me lleguen los resultados y me salga la estadística, siempre será anónimo y será tu compromiso de Cuaresma.


https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeZScjnwcRInLaxoirclnB0rwZ5J4Y7mis34CSsQl3DOuPREg/viewform?usp=sf_link


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