domingo, 12 de febrero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 13 DE FEBRERO DE 2023

  Mc 8,11-13: ¿Por qué esta generación reclama un signo?


En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. 

Jesús dio un profundo suspiro y dijo: 

«¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación». 

Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.


Jesús dio un profundo suspiro. Creo que es el primero del Evangelio. Ese suspiro es signo de la limitación de Jesús. Decimos en el Credo que Dios es todopoderoso, sin embargo, Dios cuando nos creó, dejó una puerta cerrada a su actuación: la libertad.


Jesús da un suspiro profundo, incluso en otra ocasión llora. No sólo es la rabia e impotencia humana, sino también la pena porque sigan obstinados, encerrados en su verdad y no abiertos a Él.


Igualmente puedo yo estar en la misma situación. Es verdad, que ninguno de nosotros discute con Jesús para ponerlo a prueba....pero muchas veces, me reconozco que en vez de seguirlo a Él, estoy obstinado en ir por mis derroteros. Y no por sus caminos. Muchas veces nos obstinamos en reclamar un signo de Dios, cuando la fe precisamente no reclama signos, sino que se apoya únicamente en la confianza en la Palabra de Dios.  






De la Verbum Domini nº 22“Dios habla y viene al encuentro del hombre de muy diversos modos, dándose a conocer en el diálogo” […] “nos convierte en sus «partners», llevando a cabo así el misterio nupcial de amor entre Cristo y la Iglesia. En esta visión, cada hombre se presenta como el destinatario de la Palabra, interpelado y llamado a entrar en este diálogo de amor mediante su respuesta libre. Dios nos ha hecho a cada uno capaces de escuchar y responder a la Palabra divina. El hombre ha sido creado en la Palabra y vive en ella; no se entiende a sí mismo si no se abre a este diálogo”

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