lunes, 11 de diciembre de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 12 DE DICIEMBRE DE 2023

  Mt 18,12-14: Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.

Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».


Reflexión


Esa pregunta: ¿qué os parece? me suena a chino. Es decir, ese lenguaje de gratuidad, de amor, con lo que Jesús nos habla nos suena algo raro. No suelen ser nuestras actitudes, sin embargo, es “la manera” de actuar de Dios.


Muchas veces, esta parábola la comparamos con el pecado, sin embargo, Jesús habla del pecador usando la metáfora entrañable de la “oveja extraviada”, la oveja que anda perdida, sola, abandonada, en peligro. El Evangelio de Jesús no ve a los pecadores como malas personas, sino como seres humanos que van por la vida como perdidos, como personas que viven desorientadas, solitarias, sin verle sentido a la vida. El que anda perdido, sufre más de lo que imaginamos. Ni tiene a quien acudir. Jesús lo busca. Jesús vino al mundo para eso.


Para Jesús, el pecado no es cuestión de maldad, sino de desgracia, de abandono, de peligro. O sea, para Jesús, lo del pecado no es cuestión de “malicia”, sino de “sufrimiento”.


Con esto se completa el cuadro de la gratuidad: 

1.- deja todo por una sola que se extravió;

2.- el pecado no es objeto de castigo sino de sufrimiento por la lejanía y desorientación.


Jesús viene a mostrarnos el verdadero rostro de Dios, y es…¡maravilloso!

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